09 mayo, 2009

Enrique Colina estrena en la televisión francesa su documental 'Los rusos en Cuba'

Con trabajo 'quiero hacer un rescate de la memoria del hombre de la calle en contraposición con la representación oficial', dijo el director.

AFP/ París. El recuerdo que ha dejado la presencia soviética en la Isla es el tema de Los rusos en Cuba, documental que acaba de finalizar el director cubano Enrique Colina y que se emite este martes por el canal francés Histoire.

En 1991, la Unión Soviética desaparece y pasa la página a tres décadas de estrecha colaboración en todos los ámbitos con La Habana. El desmoronamiento del "aliado inquebrantable" da paso al llamado "periodo especial". El contraste, para los cubanos ahora mayores de 40 años, es algo inolvidable. Los recuerdos son intensos y dispares.

Desde el periodo de escasez del principio de la revolución, "la ayuda soviética fue importante y permitió que se hicieran muchas cosas positivas como el desarrollo de la educación, la salud, un estado de justicia social grande", declaró Colina a la AFP en París, apenas terminado el documental.

Conocido por sus documentales y por sus programas sobre cine en la televisión cubana, además de una participación en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes en 2003 con su largo de ficción Entre ciclones, el director de 64 años incluye en su documental testimonios sobre esa época, de la gente de la calle, de artistas, escritores, humoristas, periodistas, traductores de ruso.

La gente lo que recuerda ahora son las conservas de carne rusa, la leche en polvo, las compotas, televisores, camiones, las películas rusas que no gustaban, aunque algunas marcaron, como Cuando pasan las cigüeñas, los cantos, el ajedrez. "Había de todo y no supimos aprovecharlo", dice un hombre en el documental.

A los soviéticos los llamaban "bolos", según unos, por el nombre Volodia, otros dicen que por los bolcheviques, pero la mayoría lo atribuye al lado macizo y rústico de los camaradas, muy alejados de la exuberancia caribeña. "Hacían las cosas para que duraran", sentencia un entrevistado.

Los matrimonios mixtos y sus hijos, los "agua tibia", esa lavadora rusa que ha sobrevivido a un vuelo "espacial" en plena bronca doméstica y ahora más que lavar tritura la ropa, o el ventilador Orbita, más conocido como "el caminante" por sus enérgicos desplazamientos; el perfume Moscú Rojo, la "playita de los rusos", con su mercado y su bar reservados, donde los niños cubanos se ganaban un dinerito vendiendo estrellas de mar a los amigos extranjeros.

Los grandes momentos de la historia o la actualidad política puntúan el documental, pero el cineasta se centra en las huellas concretas que ha dejado la presencia soviética en la Isla, de hasta 23.000 militares en 1962.

"Con este documental quiero hacer un rescate de la memoria del hombre de la calle en contraposición con la representación oficial, donde están desde las visitas de los dirigentes, la celebración de los congresos, los actos militares y los desfiles del Primero de Mayo, donde está el hieratismo, el acartonamiento de ese sistema que se importa artificialmente y le quita a la Revolución cubana el carácter innovador, fresco, espontáneo que tenía al inicio", explicó Colina.

"Se habla del internacionalismo proletario, pero el sustrato era el interés de los rusos por tener un punto estratégico pegado a los norteamericanos, más la representación que podía significarles tener a Fidel en el Tercer Mundo, y Cuba estaba comiendo de ello", afirmó.

A una pregunta sobre el destino que tuvo luego la ayuda, Colina respondió: "A mi juicio, no estaba justificado que Cuba hubiera sufrido la situación de penuria económica tan grande cuando desapareció la Unión Soviética. Me parece que hay factores de mala administración, que no son imputables a los norteamericanos solamente —como el bloqueo, que hace daño—, factores internos que resultan de una inoperatividad económica del sistema".

La producción francesa, de 52 minutos, concebida antes del reciente acercamiento de Rusia a América Latina, recalcó Colina, se transmitirá este martes 6 de enero en el canal Histoire y el 19 de enero en el canal caribeño francés RFO.

Colina dijo tener esperanza de poder hacer una versión más larga, e incluso una serie, con los elementos que ha dejado de lado, y apuntó la idea de una exposición en el Museo de Bellas Artes de La Habana, con obras de los artistas cubanos que interpretaban la sovietización del país.

"Esta relación es surrealismo latinoamericano, esta relación sí que es surrealismo", murmuró con una gran sonrisa.

 

Viuda recibe boleto ganador de 10 millones

The Associated Press

Un estadounidense de 79 años que compró un cupón de la lotería murió de un ataque al corazón, sin saber que su viuda gozará de los 10 millones de dólares de premio.

Donald Peters compró dos cupones de lotería en una tienda de su pueblo en el estado de Connecticut el 1 de noviembre. Para Peters y su mujer Charlotte, con la que llevaba casado 59 años, la compra de los boletos suponía una tradición anual que la pareja realizaba desde los últimos 20 años.

Ese mismo día, Peters, un empleado jubilado de una fábrica de sombreros, sufrió un ataque al corazón mientras trabajaba en su jardín de Danbury.

El viernes, su viuda cobró uno de los cupones, que resultó ser una combinación ganadora de 10 millones de dólares. Charlotte Peters no había cobrado el cupón hasta entonces debido a la súbita muerte de su marido.

"Estoy muy asombrada", comentó la viuda, de 78 años, en la sede de la lotería de Connecticut en Rocky Hill.

Donald Peters compró el boleto el 1 de noviembre para el sorteo del 2 de diciembre y su mujer, sus tres hijos y sus dos nietos no pensaron en el pequeño trozo de papel mientras intentaban lidiar con la muerte de la cabeza de familia.

"Estaba en la tienda de comestibles cuando lo entregué y me dijeron que era un boleto ganador", dijo Charlotte Peters. "No tenía ni idea de cuánto había ganado".

La viuda tiene ahora 60 días para decidir si quiere obtener un pago bruto de seis millones de dólares o dividir el dinero en pagos anuales de casi 477.300 dólares durante 21 años.

No sabe aún lo que hará con el dinero.

"Siempre había querido un Corvette, pero no creo que me compre uno. Me quedaré con un auto pequeño. Quizás vaya a Mohegan Sun", dijo, refiriéndose a un casino del estado. "Me voy a casa a sentarme y a pensar".

Los hijos de Peters creen que su padre habría apreciado la ironía.

"Se habría enfadado mucho: justo él muere y ella gana mucho dinero", dijo Brian Peters, uno de los hijos de la pareja. "Hubiera dicho '¡Quien lo iba a creer!'".

 

Pagan 100.000 dólares por un solo atún en Tokio

The Associated Press

Los dueños de dos bares de sushi pagaron el lunes más de 100.000 dólares por un solo pez durante una subasta en un mercado de pescados de Tokio: Un atún de aleta azul que alcanzó así varias veces el precio promedio y marcó la cotización más alta que se haya registrado en una década, anunciaron funcionarios del mercado.

Los precios del atún en los mercados de Tokio generalmente son de menos de 55 dólares por kilogramo (25 dólares por libra). Sin embargo, el de aleta azul es considerado una delicia de gurmet. Servido en pequeños trozos, acompañado por arroz, llega a venderse por precios muy altos en los restaurantes.

El pez de 128 kilogramos (282 libras) fue atrapado frente a las costas de Oma, en el norte de Japón, y se vendió en 9,63 millones de yenes (104.700 dólares), el mayor precio que se haya registrado desde el 2001, cuando otro ejemplar de la misma especie llegó a ubicarse en 20 millones de yenes, entonces una marca histórica, dijo Takashi Yoshida, funcionario del mercado.

Yoshida indicó que la compra, equivalente a 817 dólares por kilogramo (370 dólares por libra) fue realizada por el dueño de un bar de sushi de Hong Kong y un competidor japonés, quienes acordaron compartir el pez.

El comprador de Hong Kong también pagó el mayor precio registrado en la anterior subasta de año nuevo del mercado de Tsukiji, el vendedor más grande de pescados del mundo, donde se realizan subastas casi a diario.

Un atún un poco más grande, importado de Estados Unidos y pescado en la costa este de ese país, fue vendido en 1,42 millones de yenes (15.400 dólares) en la subasta del martes.

"Fue el mejor atún del día, pero el precio se disparó debido a escasez de atunes nacionales", dijo Yoshida, quien culpó de todo al mal clima de finales de diciembre. Los compradores vieron solamente tres atunes pescados en Oma el lunes, en comparación con el total de 41 del año pasado.

 

Salsero cubano Paulito FG vuelve a Miami para un concierto

El Nuevo Herald

El polémico cantante Paulito FG regresará a Miami para participar en un concierto gigante que se efectuará el próximo 1ro de febrero como parte de una gira del artista por Estados Unidos, informaron el lunes los organizadores del evento.

La empresa de producciones musicales Fuego Entertaiment, radicada en Miami Lakes, anunció que ha realizado los trámites exigidos por las autoridades locales para la realización de un festival musical con la participación de Paulito FG, Manolín "El Médico de la Salsa'', Giovani Arana y su orquesta, y otras tres agrupaciones.

La presentación de Paulito FG cerrará el concierto, programado para el primer domingo de febrero en el parque Amelia Earhart de Hialeah, entre las 2:00 y 6:00 p.m.

"Este será un evento familiar, con música bailable incluyendo el regaetón, comida y entrada gratis para los niños'', explicó el empresario cubanoamericano Hugo Cancio, presidente de Fuego Entertaiment. "Será un festival gigante en el que un artista que reside en Cuba compartirá el escenario con músicos locales y de otras nacionalidades''.

Cancio dijo que su empresa, asociada a FuegoMio.com, concibieron la iniciativa desde comienzos de diciembre y han cumplido todos los requerimientos legales para producir el concierto en la legendaria institución del este de Hialeah. Una veintena de policías y un equipo de bomberos serán designados para garantizar la seguridad del lugar.

El retorno del salsero al sur de la Florida se producirá aún fresca la controversia que desatara en los medios locales a mediados de noviembre, cuando declaró en el programa televisivo Entre Nos --de la emisora GenTV-- que creía en el ex gobernante Fidel Castro, y que había realizado sus sueños artísticos gracias al sistema imperante en la isla.

Tras actuar en escenarios locales y regresar a la isla, el cantante reavivó las discusiones entre sectores de la comunidad exiliada al reafirmar su postura durante una entrevista con la prensa oficial cubana, y mencionar que "los medios de Miami'' eran muy agresivos políticamente.

Este 1ro de enero, Paulito FG --cuyo nombre real es Paulo Alfonso Fernández Gallo-- estuvo entre las agrupaciones musicales cubanas que actuaron en los festejos oficiales en ocasión del 50 aniversario de la revolución castrista. El salsero estuvo en la Tribuna Antimperialista de La Habana junto a la orquesta Los Van Van.

Pero Cancio afirma que su empresa no tuvo ningún vínculo con los incidentes ocurridos en noviembre en el programa Entre Nos, que conduce la periodista Patricia Arbulú, y reafirmó que la visita de Paulito FG será "un acontecimiento musical y apolítico''.

Esta vez la gira de Paulito FG comprende además una función en el club nocturno Rendezdevous de Miami Lakes, el viernes 30 de enero, y una actuación en Tampa, la noche del 31 de enero. Es la cuarta vez que el cantante viene a Miami, luego de sus visitas en 1999, 2001 y 2008.

"Este es un mercado natural para los músicos cubanos y hay ahora una demanda mucho mayor que en épocas anteriores'', comentó Cancio. "Si el presidente Barack Obama decide levantar las restricciones a los intercambios culturales, veremos aquí en los próximos meses una avalancha de músicos de la isla''.

A partir del 2004, la administración de George W. Bush dio un portazo a los intercambios culturales con Cuba y negó visados a cientos de artistas e intelectuales de la isla. Paulito FG, quien reside en La Habana, es oficialmente ciudadano italiano y no necesita visa para viajar a territorio estadounidense.

Manolín, que viajará desde España para participar en el concierto, dijo a El Nuevo Herald que no comparte las ideas políticas ni las declaraciones que Paulito FG hizo recientemente en Miami, pero asegura que "es una prueba de civismo y democracia'' respetar las opiniones diferentes.

"El es mi amigo y mi colega, incluso rivalizamos musicalmente en Cuba'', recordó Manolín, que llegó al exilio en el 2001. "Y este es el camino: que las gentes diferentes podamos compartir''.

Agregó que no se trata de ofender al exilio, sino "asumir la verdad, que es lo único que puede ayudar al asunto de Cuba''.

"Hay muchos hipócritas y descarados que vienen a Miami a decir lo que cierta gente en el exilio quiere oir'', declaró Manolín. "Hay todavía mucha gente en Cuba que está con Fidel y no podemos engañarnos''.

 

 

LA NUEVA EDICION "ABREVIADA" DEL DICCIONARIO MARIA MOLINER

Un clásico que no pierde vigencia

Desde que se editó por primera vez, ningún otro diccionario concentró halagos casi unánimes de sus lectores, llegando a ser definido por Gabriel García Márquez como "el más completo, más útil y divertido de la lengua española".

Por Silvina Friera

En ese inocultable combate cuerpo a cuerpo entre los gladiadores del léxico, "El Moliner" -–como todos conocen al Diccionario de uso del español (ahora en una nueva edición abreviada publicada recientemente por Gredos), escrito por una bibliotecaria y filóloga aragonesa simplemente llamada María– gana por afano cuarenta y tres años después de su publicación. Desde que se editó por primera vez, ningún otro diccionario ha suscitado alabanzas casi unánimes ni ha contado con el justo fervor de sus lectores. Aunque resulta conveniente aclarar que ese universo hispanoamericano de "amigos del Moliner" incluye especialmente a quienes dependen del idioma: profesores, escritores, traductores, periodistas, aficionados a la filología, universitarios de carreras humanísticas. En homenaje a la claridad ejemplar de su autora, nada mejor que ir directo al grano. Hay una cuestión de piel, de amor a primera vista. Las páginas de María Moliner transpiran el lenguaje de la calle y de los medios de comunicación; resultan fraternales, amenas y simpáticas. Como si se tratara de una parienta cercana, sabia y cómplice, que se visita de vez en cuando, se consulta "el Moliner" como quien entabla una conversación con alguien a quien se quiere mucho; algo que el aún antipático Diccionario de la Real Academia Española (RAE) no ha conseguido, pese a las más recientes revisiones.

Gabriel García Márquez fue uno de los primeros en elogiar la proeza del "diccionario más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua española". En 1981, el escritor colombiano calculó que el Moliner es "más de dos veces mejor" que el de la Academia. "Tenía un método infinito: agarrar al vuelo todas las palabras de la vida. Sobre todo las que encontraba en los periódicos", recordaba Gabo la faena de la autora, María Moliner, que nació en Paniza (Zaragoza) el 30 de marzo de 1900. Su familia se trasladó primero a Almazán (Soria) y después a Madrid, donde Moliner estudió en la Institución Libre de Enseñanza. Entre 1918 y 1921, cursó la Licenciatura de Filosofía y Letras en la Universidad Cesaraugustana, que culminó con sobresaliente y Premio Extraordinario. Ingresó por oposición en el Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos en 1922, y obtuvo como primer destino el Archivo de Simancas. En la década del treinta se trasladó a Valencia. Mientras criaba a sus dos hijos, participó con fe y esperanza en las empresas culturales que nacían al calor de la II República, trabajando en la organización de las bibliotecas rurales. Escribió Instrucciones para el servicio de pequeñas bibliotecas (publicada en Valencia, en 1937), que fueron muy apreciadas tanto en España como en el extranjero, y cuya presentación preliminar, A los bibliotecarios rurales, es considerada una pieza conmovedora y un testimonio fehaciente del compromiso de Moliner con la cultura como vehículo para la regeneración de la sociedad. Al término de la Guerra Civil, los estómagos franquistas no toleraron el republicanismo de la joven bibliotecaria. Moliner sufrió la pérdida de 18 puestos en el escalafón del Cuerpo Facultativo de Archiveros y Bibliotecarios, que recién recuperaría en 1958.

Hacia 1950 comenzaría a trabajar en esa joya excepcional, el Diccionario de uso del español. Moliner se entregó con pasión al cultivo de un campo recóndito, la lexicografía, que para muchos tenía un tufillo exótico, cuasi nigromántico. Esta mujer silenciada y maltratada por el régimen de Franco emprendió una tarea titánica: construir un diccionario simultáneamente descifrador y cifrado, "que ayuda a entender" y "que ayuda a decir". Quince años de su vida los dedicó a armar las fichas, pulir como una artesana cada una de las definiciones, señalar el debido empleo gramatical y ofrecer pistas etimológicas sobre miles de palabras. Se le agradece eternamente haber cortado de raíz la tomadura de pelo a la que era sometido el lector de diccionarios en ese círculo vicioso de las definiciones con sinónimos: "amparar", que se explicaba como "favorecer, proteger"; "favorecer", como "ayudar, amparar, socorrer". ¡Menos mal que llegó la dulce María para despejar la maleza y abrir esos cerrojos! Sin ella, los lectores continuarían a la deriva, naufragando por las aguas de las antiexplicaciones. Concibió su diccionario como una herramienta, un instrumento de guía en el uso del español. Por eso huyó despavorida de todo retoricismo o formulismo que oscureciera lo que trataba de transmitir. Desmontó una por una todas las definiciones de la Academia y las volvió a redactar en español del siglo XX, dándoles, en muchos casos, una precisión que les faltaba, y desdoblándolas a menudo en nuevas acepciones y subacepciones.

El parto, esos quince años hasta que publicó los dos tomos de su única obra (1966 y 1967), valió la pena. Entre los diccionarios españoles de lengua o usuales, el de Moliner es el intento renovador más ambicioso que se ha producido en el siglo XX. Se dijo que María trabajaba en la cocina sin ayuda y, mientras revolvía los guisos, anotaba a lápiz usos pronominales y orígenes de palabra. Aunque no es cierto, esta mentira que circuló con tanta fuerza hasta adquirir el estatuto de verdad tiene la belleza atávica de toda ficción que resulta verosímil. Pero la ilustre bibliotecaria republicana contó con la ayuda de tres asistentes y solía escribir con ímpetu en una Olivetti portátil, hecho que atestiguan varias fotos en las que brillan las hermosas canas de una señora laboriosa, convencida de la imperiosa necesidad de su obra.

Podría haber sido la primera mujer en ingresar a la Real Academia Española en 1972 –la habían propuesto Rafael Lapesa y Pedro Laín Entralgo–, pero los celosos custodios de la lengua, tan "honorables" como misóginos, se negaron a abrir las puertas de su hermético palacio a una dama y optaron por el filólogo Emilio Alarcos Llorach. Moliner dijo una de las frases que más veces se ha repetido: "Sí, mi biografía es muy escueta en cuanto a que mi único mérito es mi diccionario. Es decir, yo no tengo ninguna obra que se pueda añadir a ésa para hacer una larga lista que contribuya a acreditar mi entrada en la Academia". Se puede adivinar el tono zumbón con el que se refería al rechazo de género que padecería por parte del comité de los honorables de la RAE. "Pero si ese diccionario lo hubiera escrito un hombre, dirían: "¡Pero y ese hombre, cómo no está en la Academia!". Años después de publicado, la autora quiso actualizarlo y corregir algunas imperfecciones, como la incómoda estructura alfabética por familias de palabras y no por voces. Pero no pudo; siguiendo las directrices de Moliner, otros lexicógrafos tomarían la posta dejada por ella. Aquejada por la peor enfermedad que puede atacar a un escritor de diccionarios –el mal de Alzheimer–, María murió en Madrid el 22 de enero de 1981, a los 80 años.

La segunda edición del nuevo María Moliner abreviado compendia 45.000 entradas en 1800 páginas y ofrece una visión precisa del español vigente en todos sus registros (culto, formal, coloquial y vulgar), tanto en España como en América, sin excluir las terminologías especializadas que entran a formar parte de la cultura general actual, como blog, chat, inalámbrico y pilates, además de incorporar expresiones como violencia de género o salir del armario. La razón de la vida de Moliner sigue siendo una referencia ineludible. Y aunque no se lo pueda llevar en la diminuta cartera de la dama, menos en el bolsillo del caballero, ese voluminoso amigo, ahora renovado y abreviado, está en el escritorio, en la biblioteca o en la librería más cercana, dispuesto a proporcionar certezas cuando la duda acecha.

 

EDITORIAL

Morir en Gaza

No hay tregua en la operación israelí para exterminar a Hamás en la franja mediterránea

06/01/2009

Pese a los más de 500 palestinos y cinco israelíes muertos, los esfuerzos diplomáticos por poner fin a la masacre en Gaza inspiran en el observador la interminable congoja de lo demasiado visto. La UE asume un cierto protagonismo ante la dimisión, por partida doble, de la Administración norteamericana saliente, que se limita a dar un cheque en blanco a Israel para proseguir la operación de exterminio, y de la entrante, con el silencio del presidente electo Barack Obama. Pero de ello no cabe esperar cambio alguno inmediato sobre el terreno.

Una misión de paz europea, encabezada por el ministro de Exteriores checo -país que asume la presidencia de la UE-, Karel Schwarzenberg, con Tony Blair, representante del Cuarteto ante el conflicto, y Javier Solana, Alto Comisionado de la Comunidad para Asuntos Exteriores, recorre la zona reconociendo que carece de fórmula de alto el fuego que proponer.

Y por si faltara representación europea, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, siempre ansioso de escenario internacional, conferenciaba ayer con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a la espera de desembarcar hoy en la zona. Al mismo tiempo, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, cancelaba, con alguna precipitación, una visita oficial a Siria, mientras Italia trataba de coordinar con España y Grecia un diálogo "en el ámbito mediterráneo", que tampoco sonaba de extraordinaria urgencia.

En el Consejo de Seguridad, que ha permanecido inmovilizado desde el comienzo de la operación militar por la negativa de Estados Unidos a aceptar ninguna resolución que, siquiera vagamente, condenara a Israel, se estudia un nuevo texto promovido por los países árabes, que podría permitir al menos que se aprobara la exigencia de un cese el fuego cuando aún quede algo de Gaza en pie.

En esta fase de la ofensiva, que comenzó el sábado con la entrada de 10.000 soldados israelíes en la franja mediterránea, con la aparente intención de fragmentar el territorio e ir metódicamente erradicando de cada segmento a los terroristas de Hamás, el invasor ha empleado bombas de racimo y de fósforo, particularmente indiscriminadas en su acción sobre todos los que por allí se encuentren, civiles, mujeres o niños. Israel, sin embargo, asegura que ha usado esos explosivos sólo en campo abierto, y nunca en aglomeraciones urbanas, donde su efecto resultaría especialmente monstruoso a toda sensibilidad civilizada.

Ante la ocultación de Washington, la insuficiencia de la UE y la forzada parsimonia del Consejo de Seguridad, más la patética carencia de voluntad de acción internacional del mundo árabe, sólo Israel puede parar a Israel, ante el espanto de la opinión pública mundial; y sólo Hamás puede convencerse de que su acción es suicida, además de criminal. El mundo mira y se estremece, los actores matan y, sobre todo, en la parte palestina, mueren.

 

Inger Christensen fue candidata constante al Premio Nobel

Murió la poeta de las matemáticas

Dpa

Copenhague, 5 de enero. Una y otra vez, el nombre de la poeta danesa Inger Christensen se escuchaba entre los candidatos al Premio Nobel de Literatura, pero al final nunca le fue concedido. La figura más destacada de la lírica contemporánea danesa murió el viernes a la edad de 73 años, según informó hoy su editorial, Gyldendal.

Hija de un sastre, Christensen nació en Vejle, Jutlandia. Su formulación poética responde a un sistema lingüístico construido sobre las normas de las matemáticas o la música. Aunque la obra de Christensen fue aclamada por la crítica gracias a su marcado exponente experimental, la poeta logró reunir en torno a su obra a un amplio círculo de lectores.

El diario danés Berlingske Tidende escribió una vez que la poeta había logrado una lírica y una prosa independientes de las corrientes de su tiempo y dotadas de enorme luminosidad.

"Recuerda siempre la superación de una enorme tragedia", señaló el rotativo. Se podría decir que ha "renovado revolucionariamente" su género literario, si este concepto no fuera tan esquivo ni encajase tan poco con la personalidad casi negacionista de Christensen.

La poeta habló siempre con humor y soberanía de sus comienzos literarios. "Durante mi etapa en el instituto escribí tonterías increíbles", reconoció. Sin embargo, su relativamente corta obra ha alcanzado gran prestigio internacional. Y a ello contribuyeron principalmente tres poemarios: Det (Ello, 1969), Alfabet (Alfabeto, 1981) y Sommerfugledalen (Valle de las mariposas. Réquiem, 1991).

Éste último fue considerado por la crítica "obra maestra de la poesía europea". Se trata de una clásica cadena de 14 sonetos coronados con un magistral soneto final. El Réquiem de Christensen despliega una "simetría del dolor" mediante un juego de transformaciones infantiles en distintos tipos de mariposas. La realidad y la imaginación apenas se distinguen.

"Soy una mortal absolutamente normal, como y hago de todo. Sólo a veces, y en realidad raramente, me olvido de que tengo conciencia. Y entonces tengo que formularlo", dijo una vez sobre sí misma y su proceso de escritura.

 

Doris Musalem Rahal

El verdadero rostro de Israel

Los criminales bombardeos israelíes contra la población civil en Gaza, que se iniciaron el 27 de diciembre pasado y que han dejado cientos de muertos y miles de heridos, no son sino la continuación de una política deliberada del Estado de Israel de masacrar civiles palestinos incluyendo niños, que ha venido siendo sistemática en los territorios palestinos ocupados desde 1967.

La justificación de Israel para llevar a cabo esta ofensiva militar es la amenaza que representa a su seguridad el lanzamiento por parte de Hamas, en el momento actual, de cohetes de muy baja capacidad ofensiva. Dicha justificación no se sostiene, por dos razones principales.

La primera es un problema de proporciones. Existe una abismal diferencia entre las víctimas y los daños ocasionados entre las dos partes, la israelí y la palestina: ¿un saldo que no excede una decena de víctimas israelíes en contraste con los más de 500 muertos palestinos, entre ellos decenas de niños, y miles de heridos? ¿Dónde están los hospitales, escuelas, templos y barrios residenciales destruidos en Israel como los hay en Gaza?

La segunda razón –que por cierto ha sido omitida por los medios de comunicación internacionales– es que Israel es la potencia ocupante. Según el derecho internacional, Israel "no puede invocar el derecho a la autodefensa en los territorios que ocupa y controla". (Corte Internacional de la Haya, párrafo 139). Hay que recordar además que esta misma Corte –máxima instancia judicial de Naciones Unidas–, rechazando el pretexto de seguridad israelí, declaró ilegal el muro del apartheid que Israel construye en territorio palestino.

Queda claro que la violencia israelí no puede explicarse en términos de su seguridad y autodefensa. Sin embargo, Israel ha logrado con éxito enmarcar el conflicto con los palestinos en este doble discurso y presentarse como la víctima en el concierto internacional, lo que le permite actuar con total impunidad.

En el plano jurídico el derecho internacional está del lado palestino: cada año, la Asamblea General de la ONU por mayoría absoluta reconoce a Israel como un país agresor y colonialista que viola la legalidad internacional y los derechos más fundamentales de los palestinos.

Sin embargo, en la praxis Israel –a pesar de ser el mayor violador de las resoluciones de la ONU y de los derechos humanos– es aceptado entre las naciones del mundo, envuelto en el manto de la normalidad. Esto lo ha logrado debido al apoyo de los medios de comunicación, a la formidable industria de relaciones públicas, al temor del fantasma del antisemitismo y, sobre todo, al apoyo incondicional que le brinda Estados Unidos.

Al mismo tiempo que Israel comete sus crímenes, mantiene vínculos políticos, diplomáticos, científicos, académicos, etcétera, con todo el mundo.

El profesor Michael Neumann de la Universidad de Trent, Canadá, afirma que lo que hace "excepcionalmente malo a Israel –a diferencia de otros regímenes que también lo son– es su capacidad de inspirar respeto a pesar de las atrocidades que públicamente comete contra la humanidad". Es decir, en sus palabras, "Israel no sólo comete sus crímenes, sino también los legitima".

Se debe apelar a la reflexión de la comunidad internacional en torno a las implicaciones morales de los vínculos con Israel. Es urgente dejar al descubierto su verdadero rostro, a fin de que la opinión pública internacional tenga elementos para contrarrestar la propaganda del régimen sionista de Tel Aviv y lograr detener el genocidio contra el pueblo palestino que se está llevando a cabo en Gaza.

 

Pedro Miguel

Voces sobre Gaza

Hace unos días, el escritor Abraham Yehoshúa, residente en Tel Aviv, pedía "evitar a toda costa una incursión terrestre" de las tropas de Israel sobre la Franja de Gaza, "no sólo por la vida de los soldados, sino porque morirían muchos civiles palestinos; son nuestros vecinos; nos jugamos nuestro futuro" (El País, 4/01). Poco después, los hechos le dieron la razón, en lo que toca a bajas israelíes: una treintena de efectivos del régimen agresor habían sido heridos en las primeras horas de la ofensiva por tierra (El Mundo, 4/01). Pero, por lo que respecta a los muertos y heridos palestinos, ya la artillería terrestre y marítima y los bombardeos aéreos (que incluyen el lanzamiento de bombas de racimo y de fósforo blanco y de proyectiles de uranio empobrecido) habían producido más de un millar antes de que la infantería y los blindados iniciaran su avance; ya van tres mil heridos.

Giora Rom escribió: "Los pilotos lanzan bombas. Los pilotos matan gente. Los pilotos destruyen cosas cuya construcción implicó un gran esfuerzo. Los pilotos hacen todo eso sin ver de cerca el resultado de sus actos". Algunos son incapaces, al igual que los pilotos, de ver de cerca lo que ocurre en Gaza. Señaló Gideon Levy: "¿Que liquidaron a Nizar Ghayan (dirigente de Hamas)? Nadie cuenta a las 20 mujeres y a los niños que perdieron la vida en el mismo ataque. ¿Que hubo una masacre de docenas de efectivos durante la ceremonia de graduación de la academia de policía? Aceptable. ¿Y las cinco pequeñas hermanas? Permitido. ¿Que los palestinos se están muriendo en hospitales que carecen de equipo médico? Cacahuates." Los hechos: de las primeras 19 bajas palestinas producidas por la invasión terrestre, tres eran miembros de Hamas y el resto, civiles (textos en Haaretz, 4/01).

Dice Jaber Wishah, residente en el teatro de operaciones: "La gente apoya más que nunca a Hamas porque han llegado a un punto en que la vida y la muerte son casi lo mismo. Sabemos que podemos morir en cualquier momento aunque no tengas relación con un objetivo militar israelí, sólo por vivir en el mismo barrio. El resultado sólo será más fanatismo". El siquiatra Taysir Piab, quien vive en el campo de refugiados de Yabalia, complementa: "Cuando mis cinco hijos oyen volar los (cazabombarderos israelíes) F-16, empiezan a gritar. Las consecuencias sicológicas para los más pequeños van a ser terribles. Los niños están aprendiendo que los problemas sólo se solucionan con violencia" (El País, 5/01).

La responsabilidad de los gobernantes israelíes en el fortalecimiento de Hamas no empezó en diciembre pasado. Como lo explica el admirable Uri Avnery, "durante años, las autoridades ocupantes favorecieron el movimiento islámico. Las otras actividades políticas eran rigurosamente suprimidas, pero (a Hamas) se le permitía operar en las mezquitas. El cálculo era simple e ingenuo: en ese tiempo, la OLP era considerada el enemigo principal, Yasser Arafat era el Satán corriente. El movimiento islámico predicaba contra la OLP y Arafat y era visto, por ello, como aliado" (Gush-Shalom.org, 3/01, recibido gracias a Eduardo Mosches).

Algún día los ciudadanos israelíes le reclamarán a su propio gobierno la responsabilidad por la inseguridad que padecen. Podrían reclamársela al gobierno palestino si éste existiera, pero no hay tal: las autoridades de Tel Aviv han torpedeado en forma sistemática los empeños por establecerlo y con ello, y con sus políticas genocidas, han puesto en entredicho la viabilidad y el futuro de Israel mismo.

Otras voces: me enviaron réplicas discordantes a la entrega pasada Alejandro Zuchovicki ("tu nota no posee ningún tipo de análisis"); José Martínez Guerrero ("entre los judíos auténticos, sus preceptos indican que no debieron haber incurrido jamás en la creación de un Estado"); Jacqueline Feiguelblat ("sus comentarios, tanto como su persona, merecen mi completo repudio y desprecio"); Mariano González Tena (los judíos "son el tumor canceroso del mundo"); Álvaro Albarrán González ("ante la barbarie mostrada por Israel es difícil no ser antisemita"); Leticia Singer ("¿Usted llama a Israel Estado terrorista? ¿No es Hamas un grupo terrorista? Sólo acuérdese cómo se hizo del poder") y Salomón Peralta ("nos dice que Occidente debe intervenir para contener, rescatar y salvar a Israel de sí mismo: ¡Qué ingenuidad!"). Noemi Ehrenfeld envió una apreciable corrección ortográfica ("si desea felicitar a sus amigos judíos o no, hágalo bien: es shaná tová, con v, y no como Ud. lo escribió, con b"). En El Correo Ilustrado (4/01) Alejandro Frank pretendió, sin ningún fundamento, involucrarme en la polémica iniciada por los detractores de Alfredo Jalife en el desplegado del 19 de diciembre. Agradezco, desde luego, las concordancias y el afecto de Gilberto López y Rivas, de Silvana Rabinovich, de Vicente Reyes de León y de Arturo Verduzco. Alto a la masacre de palestinos; tropas asesinas, fuera de Gaza.

 

«Uno de los miembros de la Academia sueca trabajaba para la CIA en 1958»

Martes, 06-01-09
Iván Tolstói, nieto del escritor Alexéi Tolstói y pariente también de Lev, el autor de «Guerra y Paz», ha investigado las circunstancias en torno a la concesión del premio Nobel de literatura a Borís Pasternak en 1958. Iván nació ese mismo año en San Petersburgo, entonces Leningrado, es periodista, filólogo y bibliófilo.
El pasado 24 de noviembre publicó el libro «La Novela Blanqueada de Pasternak. «Doctor Zhivago» entre el KGB y la CIA», libro que actualmente se traduce al inglés y del que espera «que pueda hacerse una película». Una de Espías. Iván trabaja en Praga para Radio Liberty y Radio Free Europe.
-Háblenos del libro sobre Pasternak que acaba usted de publicar.
-Ante todo, debo decir que no soy un especialista sobre la obra de Pasternak, sino un historiador de la literatura en general y de la «guerra fría» en particular. La «guerra fría» hizo que muchas obras de la literatura rusa tuvieran que ser editadas en Occidente.
-¿Como «Doctor Zhivago»?
-Sí, cada libro tiene su propia vida y la de «Doctor Zhivago» es una de las más interesantes. Tuve la suerte de cruzarme en ese camino y por pura casualidad. Hace 20 años, recalé en Munich, en donde conocí en la redacción de Radio Liberty a Grigori Danílov, el tipógrafo que hizo los moldes para imprimir la primera edición en ruso de «Doctor Zhivago». Durante los años 50, trabajó en una editorial llamada Unión Central de Emigrantes Políticos (TsOPE). Fue creada por la CIA y sus colaboradores eran fundamentalmente exiliados rusos. Su misión era editar libros y propaganda antisoviética. Danílov fue quien me contó la historia relacionada con las primeras ediciones de «Doctor Zhivago» y la concesión a Pasternak del premio Nobel. Después, durante casi dos décadas, me he dedicado a documentar la historia y el resultado ha sido el libro que acabo de publicar.
-Antes de entrar en materia, háblenos del contexto.
-Corrían los años de la «guerra fría», con lo que ello implica de enfrentamiento ideológico entre la URSS y Occidente. Pasternak terminó de escribir «Doctor Zhivago» en 1955 y, obviamente, no encontró editor en su país para su publicación. Pero EE.UU. necesitaba propinar un golpe al régimen soviético en el terreno de la cultura y Pasternak, sin saberlo, se convirtió en el instrumento. La CIA decidió tomar cartas en el asunto.
-¿Qué hizo Pasternak con el manuscrito?
-Se lo envió a un editor comunista llamado Giangiacomo Feltrinelli de Milán. El problema es que su intención era editar la obra en italiano y hacía falta que fuera en ruso, la lengua del escritor, para poder optar al premio Nobel. La concesión del prestigioso premio a Pasternak era precisamente el sopapo que Washington quería atizar en la cara de Nikita Jrushiov y para ello empleó todos los medios y el dinero necesarios. Le diré como primicia para su periódico, ahora que se han desclasificado los documentos sobre el asunto, que la CIA tenía una persona entre los miembros de la Academia sueca.
-¿La CIA se las arregló para que Feltrinelli les entregara el manuscrito en ruso de «Doctor Zhivago»?
-Sí, pero no lo consiguió, digamos por las buenas. Así que se organizó una operación para capturar la copia. No sé si fue el propio Feltrinelli el que llevó personalmente el manuscrito en avión a Roma, en donde iba a ser traducido al italiano, o lo hizo alguien de su confianza. Puede incluso que se tratase sólo de un paquete enviado por correo aéreo. Lo cierto es que los servicios secretos americanos se las ingeniaron para que el avión se pasase de largo varios centenares de kilómetros y aterrizase en Malta. Allí habían preparado una habitación especial en el aeropuerto con lámparas especiales y las cámaras para fotografiar los folios. La operación duró dos horas y después la copia fue devuelta a su lugar en la bodega. Esto sucedió en 1956.
-¿Después entró en acción Danílov e hizo los moldes para la impresión?
-Sí y, ya en el verano de 1958, se envió a una imprenta holandesa llamada «Mouton». Fue todo clandestino. Ni siquiera el dueño de «Mouton» se enteró de lo que estaba pasando. La tirada fue de 1.160 ejemplares y terminó de prepararse en agosto de 1958. Era la primera edición en ruso. En italiano apareció en 1957 y en francés y alemán en 1958, pero antes del mes de agosto. La rusa, por tanto, era la cuarta edición y la quinta fue la inglesa, que vio la luz en septiembre, el mes en el que se falló el premio Nobel.
-¿El lugar de la edición era Amsterdam, pero en el libro figuraba Milán?
-El que tenía los derechos era Feltrinelli y su editorial estaba en Milán. La CIA recurrió a una hábil estratagema. Se encargaron de hacer que a oídos de Feltrinelli llegase la información de que en Holanda había aparecido la edición rusa. El editor, indignado, viajó a Amsterdam y amenazó con llevar a todos ante los tribunales por piratear su copia. La CIA logró convencerle de que el Nobel sería para Pasternak y de que los libros, al no llevar en la portada el lugar, año de impresión ni el nombre de la editorial, impedían presentar cualquier demanda. Al final, tras comprobar que el manuscrito utilizado era efectivamente el suyo, Feltrinelli aceptó poner su nombre y Milán como lugar de impresión. El editor italiano, sin embargo, no puso el signo del copyright, por lo que la edición era ilegal.
-¿Cómo añadieron los datos si los libros estaban ya impresos?
-Arrancaron las portadas de los 1.160 libros y cosieron las nuevas.
-¿Qué se hizo con esa edición?
-Primero sirvió para satisfacer el requisito de la Academia sueca de que el libro estaba editado en ruso. Todos los ejemplares fueron distribuidos gratuitamente entre los asistentes a la EXPO-58 de Bruselas. El reparto se hizo junto a la puerta del pabellón del Vaticano, que estaba justo enfrente del soviético. Así que prácticamente la mayoría de las personas que se hicieron con un ejemplar eran rusas.
-¿Qué ciudadanos soviéticos se encontraban entonces en Bruselas en una época en la que nadie podía salir de la URSS?
-Eran funcionarios soviéticos, diplomáticos, agentes del KGB, exiliados y los miembros de la tripulación de las embarcaciones rusas que atracaban en el puerto de Amberes. Mi padre, que era físico y estaba allí por ser políglota, trajo a casa uno de esos libros, pero desapareció un día y no sabemos cómo.
-¿Pasternak nunca estuvo al corriente de la trama?
- Cuando se fraguó, no llegó a saber nada.
 
 
 

El Shakespeare del Siglo XXI

Libros Por Luis Alberto de Cuenca

Hay traductores que pasan a la historia de la literatura con una importancia real de la que carecen muchos creadores. Voy a poner dos ejemplos: si el barón Loève-Veimars no hubiese traducido al francés los cuentos de E. T. A. Hoffmann allá por los años 30 del siglo XIX, las letras fantásticas francesas de esa centuria no habrían tenido la opción de desarrollarse, partiendo de los presupuestos teóricos del autor de El hombre de arena; Baudelaire ha pasado a la historia como el padre fundador de la lírica contemporánea, pero también como introductor de Edgar Allan Poe en Francia, pues sus versiones del autor norteamericano, aparecidas en tres volúmenes entre 1856 y 1858, supondrían un antes y un después en el devenir de la literatura europea decimonónica.

Veintidós versiones más una. El caso de Ángel-Luis Pujante es parangonable al de los dos traductores citados. Su pasión e interés por el teatro inglés de época isabelina y jacobina lo ha llevado a trasladar al español hasta el día de hoy, además de la célebre pieza de Middleton Una partida de ajedrez, un total de veintidós obras dramáticas de William Shakespeare -veinte en la célebre y popular colección «Austral» de Espasa Calpe-, recogidas ahora en dos preciosos volúmenes de Teatro selecto shakespeareano que acaba de aparecer en librerías dentro de la serie «Espasa/Clásicos». Acompaña a esas veintidós versiones de Pujante un Enrique V vertido al castellano por Salvador Oliva, quien ya había traducido a un excelente catalán el teatro completo del llamado por
Jonson «dulce cisne del Avon».

Pero no es sólo el hecho de que este catedrático de Filología Inglesa de la Universidad de Murcia haya dedicado miles de horas de su tiempo lectivo y vacacional a poner en contacto el teatro de Shakespeare con los hispanohablantes de todo el mundo; es que, además, lo ha hecho con un respeto admirable por el original y con un dominio de la lengua de salida, o sea, del español, que ronda el territorio de la perfección, si es que hay algo perfecto en este mundo tan defectuoso.

Tres grandes olas. Leer a Shakespeare ha sido lo más importante -y no exagero un ápice- que me ha pasado en la vida. En Shakespeare confluyen el pasado, el presente y el porvenir como tres grandes olas que se amansan en su teatro, mientras nos susurran esta canción: «Cuanto es el hombre, cuanto ha sido y cuanto será se contiene en este puñado de piezas teatrales. Quien quiera conocer las miserias y las grandezas del ser humano de hoy, de ayer y de mañana ya sabe que debe acudir al teatro de Shakespeare, un lugar de palabras donde nunca quedará defraudado».

De eso sabía un rato mi venerado Victor Hugo, quien, en su William Shakespeare, formidable monografía que leí de pequeño en la mítica colección «Crisol» (y que hoy figura en el catálogo de Miraguano Ediciones), abordó la dramaturgia shakespeareana con un impulso homérico, con esa inigualable fuerza épica que transmite siempre la obra del autor de La légende des siècles.

Cuando aprobé, con nota, la reválida de 4º, mis padres me regalaron las Obras completas de Shakespeare en la versión de don Luis Astrana Marín, contenidas en un único y grueso volumen de la colección «Obras Eternas», de Aguilar, y las leí de cabo a rabo a lo largo de todo el curso siguiente, durante «las mañanas triunfantes» -la expresión es de Hugo- de los domingos y, por lo general, en la cama. Desde las 6 hasta las 11AM, más o menos, para que se hagan una idea.

Leer a Shakespeare en la cama es como hacer el amor, también en la cama, con la vida, que es una morena espectacular de ojos verdes que se parece a Hedy Lamarr. Y leerlo en la adolescencia, cuando uno está en esa etapa en la que sin remedio va convirtiéndose en uno mismo, resulta una experiencia inolvidable.

Después del autor de Macbeth vendrían el Marqués de Sade, Darwin y Freud, entre otros muchos, a descubrir mediterráneos que, en su momento, resultaron muy novedosos. Pero -y fíjense cómo exagero- la teoría de la evolución, la de la relatividad, el psicoanálisis, la bomba de hidrógeno, la cartografía genética y todas esas zarandajas que surgen del barullo de la modernidad tratando de poner orden donde no lo había o de certificar el desorden, todo eso está en Shakespeare.

El viento y la arcilla. No hay sentimiento, sensación, pasión, descubrimiento, invento, conquista, frenesí, que no pueda encontrarse en el teatro de Shakespeare, en la fantástica e hiperrealista galería por donde circulan sus personajes, hechos del viento y de la arcilla con que Dios creó al primer hombre, arquetipos de todas nuestras culpas y de todos nuestros aciertos, mensajeros que llegan a explicarnos nuestras propias vidas con el ejemplo de las suyas, rebosantes al mismo tiempo -y en esto consiste su modernidad inalienable- de verdad y de imprecisión, de nitidez y de ambigüedad.

Por eso, al darle a la aparición de Shakespeare en mi vida la trascendencia que merece, y recordando con cariño y admiración las viejas y nobles versiones de Astrana Marín, no puedo sino felicitarme de que Ángel-Luis Pujante haya reunido en dos maravillosos tomos todas sus traducciones del viejo Will. Traducciones del siglo XXI que, sin hacer de menos las sugerentes versiones que el valenciano Manuel Ángel Conejero y su Instituto Shakespeare nos brindaron hace años de algunas de las piezas shakespeareanas, sitúan al genio de Stratford en lo más alto de una pirámide desde la que aspirar, a pleno pulmón, el inimitable perfume de los siglos pasados y venideros, porque el castellano de Pujante está pensado para durar, en la medida en que representa un status linguae muy concreto -el de finales del siglo XX y comienzos del XXI- que va a prolongarse, sin duda, durante muchos años, yo diría que al menos hasta el siglo XXII (pero ya dijo Hamlet aquello de que la muerte es una «tierra inexplorada de cuyas fronteras / nadie vuelve», y no me atrevo a profetizar desde más allá de la tumba, para que no me tilden de zombi).

Hacia el futuro. Desde la traducción inaugural de Hamlet firmada por Inarco Celenio (álter ego en Arcadia de Leandro Fernández de Moratín) hasta esta, soberbia y colectiva, de Ángel-Luis Pujante, España y Shakespeare han mantenido unas relaciones a veces apasionadas, otras lejanas y sin tensión. No reneguemos nunca de la tarea realizada por nuestros mayores, con Menéndez Pelayo y Astrana Marín a la cabeza de los grandes traductores de Shakespeare al castellano. Pero cedamos paso a la labor actualísima y proyectada hacia el futuro de Pujante. En su Teatro selecto muchas generaciones de españoles van a tener la suerte de descubrir la obra del más alto escritor -y en esto coincido plenamente con Harold Bloom- de la literatura universal.