La luz roja que nos indica que un aparato eléctrico está en "standby" o a la espera de ser encendido provoca un enorme gasto de energía. Se estima que desenchufar el aparato cuando no lo usamos supondría un ahorro en la factura de la luz del 12% al año. Además, se reducirían en un 1% las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Ingenieros españoles han diseñado ahora un dispositivo capaz de reducir a cero el consumo sin necesidad de desenchufar los aparatos. Lo que necesitan es que alguien fabrique el producto a escala global.
"Hemos desarrollado y patentado una tecnología universal y de bajo coste: un microprocesador que tiene programado el algoritmo de cálculo que escucha la carga de corriente que pasa por un cable y detecta su situación. Si está 'en espera', lo apaga y reduce el consumo a cero. El usuario tendrá que reconectarlo. Sirve para todos los aparatos del mercado y para los que vengan", explica Jorge Juan García Alonso, ingeniero y presidente de "Good for you, good for the planet" (Bueno para tí, bueno para el planeta), la empresa creadora del dispositivo.
En Europa hay 3.700 millones de aparatos con sistema "en espera", según datos de la Comisión Europea. Consumen en este modo lo mismo que países como Grecia o Portugal. Distintos estudios sitúan el coste del "standby" entre 60 y 120 euros anuales por hogar, en función del número de aparatos. Además, el piloto rojo encendido supone la emisión a la atmósfera de 20 millones de toneladas de CO2.
A partir de 2020, Bruselas exigirá a los fabricantes de electrónica reducir en un 73% el consumo del "standby" en sus aparatos. La luz roja pasará de consumir entre seis y diez vatios a la hora a 0,5.
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