Monseñor
Francisco Javier  Errázuriz
Arzobispo de  Santiago
 Estos condenados no  sólo cumplen sus penas en condiciones de gran confort, por añadidura recibieron  sentencias mínimas considerando la gravedad de los crímenes cometidos, haciendo  caso omiso a los convenios internacionales suscritos por Chile. Es conocido  también por la opinión pública, que además reciben ilícitos beneficios extra  carcelarios como salidas desde sus lugares de reclusión y visitas fuera del  reglamento de Gendarmería de Chile. 
Recordamos a usted que de  acuerdo a los convenios internacionales suscritos por nuestro país y plenamente  vigentes en el mundo civilizado, los crímenes de lesa humanidad no son  amnistiables ni prescriptibles por tanto no les corresponde ser incluidos en el  indulto en cuestión. Nos hemos enterado por la prensa igualmente, que la  solicitud de 
Señor Arzobispo, ante este  llamado, se debió preguntar a los familiares de las victimas. Hubiese sido lo  correcto, ya que fueron nuestros  familiares a los que asesinaron sumiendo  en el dolor y la tragedia a nuestra familias, pues hasta hoy padecemos las  secuelas de que nos arrebataran a nuestros padres y madres, cónyuges, hermanos o  hermanas, hijos e hijas, abuelos y abuelas, tíos y tías, nietas y  nietos, sólo por pensar diferente o por tratar de terminar con la cultura  de la muerte que sufría nuestra patria bajo la dictadura. Nuestra   agrupación  rechaza cualquier beneficio carcelario y el otorgar  indultos a los presos condenados por violaciones a los derechos humanos.  
Hoy más que nunca  queremos  traer a la memoria el trabajo de 
Nosotros somos los más  interesados en vivir un real estado democrático, y eso pasa por la verdad y la  justicia plenas respecto a las violaciones de los derechos humanos, ya que la  impunidad anima a los autores intelectuales y materiales, a sus cómplices y  encubridores, a repetir los crímenes denunciados cuando lo consideren necesario  y justificado según su concepción de orden social, que les llevó a consumar un  golpe de estado, derrocar al presidente constitucional, cerrar el parlamento,  disolver los partido políticos, censurar la prensa, abrir campos de  concentración, instaurar centros de clandestinos de tortura y exterminio,  ejecutar personas en forma sumaria y hacerlas desaparecer, desterrar y quitar la  nacionalidad a opositores, entre otras medidas. 
Con seguridad usted sabrá  que de las  5.000 victimas ocasionadas por la persecución y represión  ejercidas por la dictadura, sólo 344 causas se encontraban abiertas hasta fines  de febrero pasado, por desapariciones, torturas, inhumaciones ilegales y  ejecuciones. Por estos procesos han sido encausados 782 militares y civiles,  procesados y sentenciados por crímenes contra la humanidad y conocerá también,  que solo 62 de ellos se encuentran en "prisión" en cárceles especiales -lo que  constituye una discriminación que afecta la dignidad de los otros presos por los  cuales aboga la petición de indulto-, y que también hay 156 condenados que  duermen tranquilamente en sus casas, sin responder por sus crímenes con un solo  días de cárcel. Eso violenta a cualquier persona que solamente exige justicia y  recibe impunidad por respuesta. 
La mayoría de los autores  intelectuales y materiales de los crímenes, sus cómplices y encubridores siguen  aún libres sin responder por sus actos. Un indulto para algunos de los pocos  condenados sería una nefasta señal para la continuidad de los casos aún  pendientes, entre ellos, los  más de mil cien casos sin resolver que nos  afectan como agrupación. 
En nuestra opinión, la  reconciliación, a la que tanto se apela, requiere de reconocimiento de la  verdad, arrepentimiento del acto criminal cometido, aceptación de las sanciones  que corresponda y reparación del daño causado. A nuestro entender ninguna de  estas acciones ha sido realizada por quienes fueron integrantes de las Fuerzas  Armadas durante la dictadura militar. Tampoco por quienes colaboraron en las  tareas de gobierno o fueron sus partidarios reconocidos. Aún más, intentos  posteriores por generar espacios donde pudieran entregar la información que, sin  duda tienen  como la llamada Mesa de Diálogo , han terminado en nuevas  frustraciones para los familiares de las víctimas. Por ello  consideramos  que no se cumplen condiciones mínimas para indultar a quienes, sin importar el  rango, son considerados en los sectores reconocidamente apologistas del legado  de la dictadura militar, héroes injustamente tratados por la sociedad.  
Nuestra agrupación tiene  conocimiento de que otorgar indultos a los violadores de los derechos humanos  durante la dictadura militar, es parte de los compromisos que asumió el actual  gobierno durante su campaña electoral y nos hemos pronunciado oportunamente al  respecto. Sin embargo, consideramos altamente inapropiado que un compromiso  político adquirido durante la campaña electoral con sectores que intentan  mantener viva la herencia de la dictadura, se esconda detrás de una tan loable  intención, como es otorgar un amplio indulto, parte de un gesto rehabilitador, a  una gran cantidad de personas que viven en deplorables condiciones dentro de las  cárceles chilenas. Nos resulta deseable que 
Señor Arzobispo, aspiramos  que el objetivo del Cardenal Silva Henríquez siga presente en la actuación de  
Agrupación de Familiares de  Ejecutados Políticos 
Santiago, 20 de  mayo
|  | Equipo de        Prensa & Medios Amnistía Internacional  -        Chile Entérate,        indígnate, actúa | 
 
 
 

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