08 enero, 2009

Linux para usuarios

CONSUMER EROSKI, el diario del consumidor

Varias versiones del sistema operativo libre han avanzado en facilidad de uso y en sencillez de instalación

Hace unos años Linux era sinónimo de problemas y dificultad para el usuario común, acostumbrado a la simplicidad de manejo de Windows. Hoy en día, las empresas y organizaciones que promueven este sistema operativo libre se han esforzado por mejorar su entorno gráfico hasta lograr que el cambio desde Windows sea una tarea fácil. Ubuntu es el nombre más popular entre las distribuciones (versiones) que han atraído a los usuarios de Windows, pero existen otras similares en cuanto a prestaciones y sencillez.

  • Autor: Por BENYI ARREGOCÉS CARRERE
  • Fecha de publicación: 7 de enero de 2009

Los ultraportátiles, insignias del Linux sencillo


- Imagen: Zoltan Sasvari -

Desde finales de 2007 y principios de 2008, los ultraportátiles de bajo coste, fabricados con componentes no punteros y vendidos con Linux como sistema operativo, han conquistado el gusto de los usuarios, primero en Estados Unidos y últimamente en Europa. El sistema operativo que montan estos equipos se ha simplificado tanto que se trata de productos con los que se puede comenzar a funcionar sin necesidad de leer el libro de instrucciones.

Así, se trata de escritorios con iconos grandes, divididos en pestañas que clasifican las aplicaciones por su utilidad. Por ejemplo, en "Internet" se agrupa al navegador, el programa de correo electrónico, el cliente de mensajería e incluso enlaces a diferentes aplicaciones web que abren inmediatamente la URL correspondiente.

A la facilidad de uso de estos equipos se añade la comodidad de que los programas más comunes se incluyan por defecto, sin que sea necesario instalar manualmente nada. De esta manera, el usuario dispone del procesador de textos, de la hoja de cálculo, del software de presentaciones, de los reproductores de imágenes y multimedia o de los citados programas relacionados con Internet.

Cada ultraportátil, su distribución

Los ultraportátiles de bajo coste, fabricados con componentes no punteros y vendidos con Linux como sistema operativo, han conquistado el gusto de los usuarios

Los fabricantes han optado por diferentes distribuciones de Linux para sus ultraligeros. Asus, la marca que comenzó esta tendencia, ha adaptado Xandros, cuyo origen se encuentra de Debian y utiliza IceWM como gestor del entorno de escritorio X Window. Otros modelos, como el Acer Aspire One o el Airis Kira, emplean Linpus Lite, que se basa en Fedora.

Esta distribución, por defecto, opta por un aspecto de iconos grandes y división por pestañas, aunque permite elegir una estética más similar a la de los sistemas operativos de sobremesa. Por otro lado, Mandriva ha realizado una versión adaptada al Intel Classmate, un ultraportátil destinado a la educación de los niños de los países en vías de desarrollo, y ha creado otra versión Mini preparada para que los fabricantes de ultraportátiles la utilicen.

También ha surgido un proyecto para trasladar Ubuntu a los Asus Eee, denominado Ubuntu Eee. No tiene ninguna relación ni con Canonical ni con Asus, las empresas fabricantes del ordenador. De hecho Canonical se ha puesto en contacto con los desarrolladores para que no utilicen su marca y estos buscan un nuevo nombre para su distribución.

Ubuntu Eee se basa en un desarrollo oficial de Canonical denominado Ubuntu Network Remix, una versión de su sistema operativo optimizada para los ultraportátiles. Sin embargo, por su dificultad de instalación, de momento no lo recomiendan excepto que se trate de usuarios expertos en Linux o fabricantes de ordenadores.

Linux hasta en las consolas de videojuegos

Las consolas de videojuegos de última generación, como la PlayStation 3 (PS3) o la Xbox 360, también pueden beneficiarse de una de estas distribuciones de Linux sencillas. De este modo, estos sistemas operativos liberan y amplían las posibilidades de unas máquinas cuyo objetivo primordial consiste en jugar, aunque realmente son ordenadores "capados". Sitios web como PsUbuntu enseñan al usuario a instalar Ubuntu en la PS3 de Sony, y se encuentran distribuciones más específicas para esta máquina como Yellow Dog Linux.

Otros proyectos como Xbox Linux han logrado instalar en la consola de Microsoft una modificación de Debian, que han denominado Xebian, sin tener que insertar ningún chip ni abrir el equipo. Por otra parte, existen distribuciones que sí exigen modificaciones en el hardware, algo desaconsejado por Microsoft pero que el usuario puede realizar bajo su responsabilidad, como Gentoox, que adapta la distrubución Gentoo a las características de la consola.

Una aproximación diferente la protagoniza GeexBox, que se puede usar en la Nintendo Wii y en los ordenadores convencionales. Se trata de una especie de Media Center que ocupa menos de 9 megabytes y que se utiliza a través de un Live CD que se debe insertar en la consola cada vez que el usuario quiera disfrutar de algún contenido audiovisual. Incorpora el reproductor MPlayer y los "códec" necesarios para abrir la mayor parte de formatos de vídeo y audio.

Otras distribuciones fáciles de usar

Desde hace años, instalar programas en las distintas distribuciones de Linux resulta incluso más fácil que en Windows

A pesar de que Ubuntu se ha llevado los parabienes de usuarios y crítica en los últimos años por su facilidad de manejo, las demás empresas también han trabajado en este aspecto para proporcionar productos sencillos. De todas maneras, se debe resaltar que las diferencias entre las principales distribuciones de Linux no son sustanciales en la actualidad, sino que les separan matices como el grado de apertura a aplicaciones de código cerrado o la apuesta por programas estables o que se encuentren en fase de desarrollo.

Todas ellas contienen prácticamente los mismos programas y se basan en los mismos núcleos y entornos gráficos, y también han entendido que tienen que facilitar el uso a personas que se han acostumbrado a las rutinas de Windows y que no han visto una consola para introducir comandos ni de lejos.

Las diferencias entre las principales distribuciones de Linux no son sustanciales en la actualidad, sino que les separan matices

Cuando se comparaba Windows con Linux, se incidía en la facilidad de instalación de los programas. En el producto de Microsoft sólo se debe hacer clic en el ejecutable (el archivo con extensión .exe) y seguir una guía gráfica que en la mayor parte de los casos sólo exige pulsar en "Siguiente" dos o tres veces antes de concluir el proceso.

En cambio, en Linux esto no sucedía así y los programas se instalaban mediante líneas de comandos. Sin embargo, desde hace años, instalar programas en el sistema operativo libre resulta incluso más fácil que en Windows y sólo se debe marcar una casilla dentro de una guía gráfica explicativa. Por debajo, se instalan todos los paquetes y se solucionan las dependencias automáticamente.

Como la mayor parte de las distribuciones de Linux son gratuitas, los usuarios tienen la oportunidad de probar sin coste varias de ellas hasta que encuentren una con la que se sientan a gusto. Para ello se puede recurrir a los Live CD, discos ópticos que sirven para que el ordenador funcione con una distribución en concreto sin necesidad de instalarla permanentemente. Otra opción consistiría en virtualizar sistemas operativos dentro del que se utilice. De esta manera, se podría probar cada software durante un tiempo para formarse una mejor opinión.

Fedora

Fedora, una distribución realizada por la empresa Red Hat, presenta una instalación muy sencilla. El pasado 25 de noviembre se publicó la versión 10, que cuenta con KDE y Gnome como posibles entornos gráficos, a elección del usuario. Incorpora algunas novedades, entre ellas, el cliente de mensajería instantánea para Gnome Empathy, que pretende reemplazar al habitual Pidgin. Su baza se encuentra en que permite charlar telefónicamente y realizar videoconferencias. Además, accede a las redes XMMP (la de GTalk), a la del Windows Live Messenger y al protocolo de chat IRC.

Por otro lado, se ha simplificado la instalación de aplicaciones. Ahora, el sistema detecta los programas que se necesitan para abrir determinados archivos y los instala automáticamente siempre que haya versión libre. Además, incorpora la última versión del gestor de redes NetworkManager y mejoras en el servidor de sonido PulseAudio, en una versión denominada "Glitch-Free", y en la impresión de documentos.

Otra opción popular es OpenSUSE, patrocinada por Novell. El pasado mes de junio lanzaron la última versión, la 11. Su instalación resulta muy sencilla y facilita al usuario elegir el entorno gráfico entre KDE -en el que se ha ganado un prestigio por la forma en que lo implanta-, Gnome y Xfce. Cuenta con un instalador de aplicaciones denominado YaST y con programas de virtualización incluidos.

Mandriva

Mandriva es otra de las veteranas en este campo. Anteriormente conocida como Mandrake, comenzó como una derivación de Red Hat con el énfasis puesto en mejorar la usabilidad. Su última versión es la One 2009. Al igual que las demás distribuciones, su sistema de paquetes, denominado "urpmi", una mejora del RPM, consigue que la instalación de aplicaciones se convierta en un proceso muy sencillo para el usuario.

También destaca por su sencillez gOs, basada en Ubuntu y con un aspecto similar a Mac Os X. Se enfoca claramente hacia las aplicaciones web y, además de enlazar con las más populares, ha incluido Gears, el software de Google que permite trabajar con ellas aunque se pierda la conexión a Internet, y Wine, un emulador de Windows que deja instalar bastantes aplicaciones diseñadas para el software de Microsoft.

Distribuciones españolas

Además de las distribuciones comerciales de Linux, las administraciones españolas han creado las suyas propias tras el ejemplo pionero y exitoso de gnuLinEx, realizada por Extremadura a partir de Debian. Como su misión consiste en extender el uso de la informática y el acceso a Internet de la población, se caracterizan por su sencillez y por estar bien adaptadas a los usuarios españoles.

De esta manera han surgido Guadalinex en Andalucía, Molinux en Castilla-La Mancha, Max en Madrid y Lliurex en Valencia, todas ellas basadas en Ubuntu. LinKat se creó en Cataluña, derivada de openSUSE y en catalán. Por otro lado, hay una distribución de Linux realizada en Galicia, denominada Trisquel, cuyo idioma por defecto es el gallego pero que también ofrece traducciones al español y al inglés, junto al catalán y el euskera. La idea de este proyecto nació en la Universidade de Vigo.

Software libre contra la comodidad de los usuarios

Las distribuciones de Linux se encuentran con un problema práctico por mantenerse fieles a la licencia libre GNU GPL, que deja fuera de sus entornos a formatos tan populares como Flash o MP3

Las distribuciones de Linux se encuentran con un problema práctico por mantenerse fieles a la licencia libre GNU GPL. Casi ninguna incluye de inicio ningún tipo de software o tecnología de código cerrado, lo que deja fuera de sus entornos a formatos tan populares como Flash (vídeos) o MP3 (audio).

Ante esta coyuntura, y para contentar al usuario que no va a prescindir de estas aplicaciones, cada una intenta facilitar a su modo la escucha o la visualización de estos formatos, ya sea mediante la activación de repositorios externos o vía programas que instalan los "códec" más frecuentes al mismo tiempo.

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