LA HABANA, jun (IPS) - El diálogo actual entre la Iglesia Católica y el Estado cubano presenta varios aspectos inéditos en el acontecer de este país de gobierno socialista y debe ser tenido muy en cuenta por la comunidad internacional, consideran expertos.
"Un precedente importante es que actores internos están logrando más que las presiones internacionales", dijo a IPS Arturo López-Levy, académico de origen cubano residente en Estados Unidos.
Para el experto en política latinoamericana y relaciones internacionales de la estadounidense Universidad de Denver, tanto Washington como la Unión Europea (UE) deberían seguir "las señales" y tener "oído abierto" a lo que pueda decir, por ejemplo, el cardenal Jaime Ortega, arzobispo católico de La Habana.
Ortega y el presidente de la Conferencia Episcopal, Dionisio García Ibáñez, sostuvieron el 19 de mayo una reunión de más de cuatro horas con el presidente de Cuba, Raúl Castro, en lo que fue el comienzo de un "proceso de diálogo" que la Iglesia ha dicho que desea mantener más allá de lo contingente.
En esa cita, los jerarcas católicos pidieron un alivio de la situación de los presos y sus familiares. Hasta el momento, un opositor fue excarcelado con licencia extrapenal (provisional) y otros 12 fueron trasladados de prisión para acercarlos a sus domicilios. Todos ellos integran el grupo de 75 disidentes condenados a severas penas en 2003.
En opinión del profesor Jorge Domínguez, de la estadounidense Universidad de Harvard, lo realmente novedoso del diálogo entre la Iglesia Católica y el Estado no radica en los obispos, sino en las autoridades del país.
Domínguez, otro de los intelectuales cubanos residentes en Estados Unidos, y su colega López-Levy viajaron a La Habana, invitados a participar en un foro social católico que se extendió del 16 al 19 de este mes.
Lo nuevo de este proceso es que el gobierno lo hizo público, lo que quiere decir que está dispuesto a seguir utilizando ese canal en un futuro posible, en el cual podría haber una coincidencia de intereses, comentó a IPS Domínguez, experto en política latinoamericana.
A su juicio, darlo a la publicidad es una señal primero que nada al gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC) y luego al mundo. Coincidió en que a partir de ahí comenzaron a disminuir las tensiones y presiones externas desatadas a raíz de la muerte del preso Orlando Zapata, tras una huelga de hambre de más de 80 días.
Entre otras señales favorables, la UE acordó el 14 de este mes posponer hasta septiembre próximo su decisión sobre la posición común, que desde 1996 enmarca su relación con Cuba.
El gobierno cubano considera esa política "injerencista" y un obstáculo para la normalización de los vínculos con el bloque.
Siempre he creído que Raúl Castro es un hombre "de gran sentido práctico".y a quien le "gusta resolver problemas", comentó Domínguez, al conjeturar que es en esa línea que el gobernante decidió aceptar las sugerencias de la jerarquía eclesiástica, a favor de medidas humanitarias y del cese de la hostilidad pública contra las Damas de Blanco, el grupo de hijas, esposas o madres de los 75 disidentes arrestados en 2003.
Al respecto, el politólogo y editor de la revista teórica cubana Temas, Rafael Hernández, aclaró a periodistas que la Iglesia está contribuyendo a un diálogo, pero no se trata una mediación entre el gobierno y la oposición. "No existe un propósito de comunicación entre las partes, que se quieran dirigir una a la otra", señaló.
"Creo que lo que está pasando es muy bueno, tiene resultados objetivos y concretos, que la Iglesia lo está haciendo de una manera muy eficaz, pero no está mediando en un conflicto político", subrayó Hernández durante un contacto con la prensa realizado el último día de la semana social católica.
En la misma ocasión, el obispo auxiliar de La Habana, Juan de Dios Hernández, advirtió que el proceso de diálogo "lleva tiempo" y hay que ver no sólo los resultados, sino los ingredientes y el proceso mismo, que no se va a detener. "En cosas como estas es bueno tener paciencia, de lo contrario se corre el riesgo del aborto", indicó.
El gobierno no reconoce a los grupos de la disidencia interna y los considera "peones a sueldo" de la política hostil de Estados Unidos hacia Cuba.
En el contexto de fluidos contactos entre el gobierno y la jerarquía católica, visitó Cuba el secretario del Vaticano para las Relaciones con los Estados, monseñor Dominique Mamberti, quien fue recibido por Raúl Castro este domingo, poco antes de emprender el regreso.
Este año se cumplieron 75 años de relaciones ininterrumpidas entre La Habana y el Vaticano. Según Mamberti, uno de los objetivos de la diplomacia del Papa es "favorecer el diálogo" entre las iglesias locales y las autoridades de distintos países.
Los vínculos de la Iglesia Católica en Cuba con el gobierno vivieron momentos de suma tensión en las primeras décadas del proceso revolucionario iniciado en 1959.
Pero las tensiones comenzaron a ceder hacia los años 80 y hoy se encuentran en un momento de mejoramiento general.
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