Boletín NC&T Vol. 1, No. 512 11 de Septiembre de 2007.
"Es bien sabido que usamos los gestos para agregar información, incluso en una conversación, cuando no queda del todo claro cómo esa información se relaciona con lo que estamos diciendo", explica Susan Wagner Cook, autora principal del estudio. "La pregunta que nos hicimos fue si lo inverso podía ser cierto, es decir, si emplear activamente los gestos cuando se aprende podía ayudar a retener la nueva información".
La estrategia resultó tener un efecto más acusado de lo esperado por Cook. En su estudio, el 90 por ciento de los estudiantes que habían aprendido conceptos algebraicos utilizando gestos, los recordaron tres semanas después. Sólo el 33 por ciento de quienes habían aprendido los conceptos utilizando exclusivamente el discurso oral durante la instrucción, retuvieron después la lección. Y quizás lo más asombroso de todo, el 90 por ciento de los estudiantes que habían aprendido utilizando sólo los gestos, sin emplear el lenguaje oral, recordaban lo que habían aprendido.
"Mi intuición me dice que los gestos mejoran el aprendizaje porque aprovechan nuestra experiencia de actuación en el mundo", explica Cook. "Tenemos una gran experiencia aprendiendo a través de la interacción con nuestro entorno a medida que vamos creciendo, y mi suposición es que gesticular satisface esa necesidad de experimentar".
Cook planea investigar cómo podría ser implementada con eficacia la gesticulación en las aulas para lograr una mejora notable en el aprendizaje de los niños.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario