05 noviembre, 2006

Cumbre Iberoamericana: "migrar no es un delito"

OSCAR J. SERRAT
Associated Press

La Comunidad Iberoamericana cerró el domingo su decimosexta cumbre dedicada al tema de las migraciones y anunció que volverá a reunirse en Santiago de Chile el año próximo para abordar la cuestión de la cohesión social, relevante en América latina, considerada la región más inequitativa del mundo.

Al término de sus tres días de deliberaciones, en los que se registró una ausencia sin antecedentes de ocho de sus 22 jefes de estado, la Cumbre aprobó una "Declaración de Montevideo", un "Compromiso sobre Migraciones y Desarrollo" y una docena de comunicados, entre ellos una dura crítica al muro que proyecta construir Estados Unidos en su frontera con México, el reclamo por el bloqueo comercial estadounidense contra Cuba y un apoyo a la ampliación del canal de Panamá.

El sábado, el presidente mexicano Vicente Fox calificó de "torpe, poco inteligente y acción netamente electorera" la decisión de Estados Unidos de construir un muro de 1.100 kilómetros en la frontera con su país para frenar la migración ilegal.

Los delegados tributaron un sostenido aplauso al presidente Fox, que próximamente dejará su cargo. Fox aseguró que su país tiene el propósito de volcar cada vez más su comercio hacia el área iberoamericana.

El "compromiso sobre Migraciones y Desarrollo" establece, en uno de sus puntos, que "el racismo, la xenofobia y toda forma de discriminación contra los migrantes y sus familias son incompatibles con los derechos humanos, la democracia y el Estado de Derecho. Por ello debemos crear condiciones que favorezcan una mayor armonía, tolerancia y respeto entre los migrantes y el resto de la sociedad del país en que se encuentran, a fin de eliminar tales manifestaciones contra aquellos".

"Migrar no es un delito, por lo que los Estados no desarrollarán políticas orientadas a criminalizar al migrante. Ante la gravedad del tráfico ilícito de migrantes y de la trata de personas, del tráfico de menores y otras formas de delitos transnacionales conexos, la comunidad internacional tiene la obligación de asumir un mayor compromiso en la prevención, penalización y combate de éstos", expresa el "Compromiso".

También establece que la entrada y permanencia de los trabajadores extranjeros, de acuerdo con las vías establecidas en las respectivas legislaciones constituye la mayor garantía para el respeto de los derechos humanos y laborales de los migrantes y para la plena integración social".

"La migración indocumentada y la existencia de mercados laborales informales, generan condiciones favorables a la explotación de los migrantes. El tráfico lícito de migrantes debe ser combatido", agrega.

Fuera de la agenda oficial, se abrió una halagüeña instancia en el conflicto diplomático entre la Argentina y Uruguay, por la construcción de plantas de celulosa sobre un río fronterizo, cuando el Rey Juan Carlos de España aceptó realizar una tarea de "facilitación", para acercar posiciones entre los dos países sudamericanos.

"Los espero en Santiago", dijo la presidenta Michelle Bachelet, una de las tres oradoras en la ceremonia de cierre, luego de manifestar que "estoy convencida de que no hay incompatibilidad alguna entre desarrollo económico y equidad social".

El anfitrión, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, después de recordar un cuento del mexicano Juan Rulfo sobre la inmortalidad de la "Tía Miseria" como flagelo mundial, dijo que esperaba el año próximo volver a recorrer las "anchas alamedas" de Santiago, al evocar al presidente Salvador Allende, quien utilizó esa frase en su dramático mensaje de despedida el 11 de septiembre de 1973 durante el bombardeo que terminó con su gobierno.

El secretario general iberoamericano, el uruguayo Enrique Iglesias, dijo que el grupo se está proyectando con una creciente gravitación internacional y que ha comprobado su utilidad como herramienta regional para facilitar la cooperación entre sus países.

En una breve intervención, el presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, sentado junto al Rey Juan Carlos, expresó que "los españoles somos a la vez europeos y americanos" y recomendó a la Comunidad Iberoamericana estrechar vínculos con la Unión Europea, a la que pertenecen tanto su país como Portugal.

Integran el grupo iberoamericano España, Portugal, Andorra y 19 naciones latinoamericanas.

La "Declaración de Montevideo" expresa "la total adhesión" de la Cumbre a los principios de la carta de las Naciones Unidas, "a la vigencia plena de la democracia, al respeto a la soberanía y a la no injerencia en los asuntos internos de los Estados, al respeto y promoción de los derechos humanos, al fortalecimiento del multilateralismo y el respeto a los principios del Derecho Internacional".

También se pronuncia "por la solución pacífica de las controversias y el rechazo del uso de la fuerza o de la amenaza del uso de la fuerza en el ámbito internacional y al rechazo de la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contrarias al derecho internacional".

El secretario Iglesias resumió, entre otros resultados de la XVI Cumbre, los siguientes::

-Haber abierto al debate internacional el tema de las migraciones.

-El haber avanzado en la concreción de un convenio iberoamericano de seguridad social.

-La aprobación de un plan de alfabetización y haber proclamado a 2007 como el año en que debería erradicarse el analfabetismo en América latina. Ello permitirá que 76 millones de niños finalicen el ciclo de educación primaria.

-La propuesta para constituir un "Fondo Iberoamericano del Agua", incorporando al debate el tema del agua potable y su alarmante escasez futura.

-La iniciativa de crear un espacio iberoamericano para el intercambio de jóvenes estudiantes y docentes.

-La creación de la "Carta Cultural Iberoamericana", que "no es vinculante, pero fija principios y compromisos a los países miembros.

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