Ha pasado medio siglo, desde que todo un pueblo se alzara victorioso sobre una dictadura criminal y antipatriótica, como suelen serlo todas, y como lo fue la de Pinochet y los militares golpistas chilenos, sanguinaria, cobarde y corrupta.
Cuando el calentamiento global, tiene efectos destructivos, equivalentes a bombas atómicas, donde el paso de tres huracanes desvastadores, han dejado a Cuba seriamente dañada en su ya pobre y mermada infraestructura, producto del criminal bloqueo económico, la elección del primer presidente negro de EEUU, deja pasar un tenue rayo de esperanza, que tiende a apagarse, ante la inédita crisis económica mundial, las nuevas agresiones israelíes sobre territorio palestino y la naturaleza brutal y egoísta de las potencias occidentales con yankilandia a la cabeza.
Nada parece detener la autodestrucción, la violencia de la guerra, y la muerte. Y sin embargo, aún en estas cataclísmicas condiciones, ¡Cuba resiste!, ¡El Pueblo de Cuba Resiste!.
Lo que ya no se resiste, es el silencio cómplice, la impunidad de los gobiernos de la mayoría de los países, grandes o pequeños, que son impasibles ante tanta desolación y abuso.
Las Naciones Unidas muestran una vez más, la inoperancia y la falta de unidad ante el desastre colectivo. La incapacidad de decir basta, y hacer lo que hay que hacer, para detener la locura, de este holocausto global.
¿Cómo podría Cuba abrirse al mundo, si el mundo no se respeta a si mismo?
Nuestra Presidenta prepara su viaje a Cuba, y esperamos que no sólo sea un viaje simbólico, sino que exprese la solidaridad que tanta falta hace reciprocar, en estos difíciles momentos, a la Cuba que dio todo, que siempre ha dado más de lo que tiene y más de lo que puede, sin esperar nada a cambio, en un gesto de humanidad y generosidad que no conoce límites, hacia todos los pueblos de la tierra, y en forma especial hacia Chile, el Chile de Allende, de los perseguidos, de los desaparecidos, de los deudos de la ignominia.
Cuando el calentamiento global, tiene efectos destructivos, equivalentes a bombas atómicas, donde el paso de tres huracanes desvastadores, han dejado a Cuba seriamente dañada en su ya pobre y mermada infraestructura, producto del criminal bloqueo económico, la elección del primer presidente negro de EEUU, deja pasar un tenue rayo de esperanza, que tiende a apagarse, ante la inédita crisis económica mundial, las nuevas agresiones israelíes sobre territorio palestino y la naturaleza brutal y egoísta de las potencias occidentales con yankilandia a la cabeza.
Nada parece detener la autodestrucción, la violencia de la guerra, y la muerte. Y sin embargo, aún en estas cataclísmicas condiciones, ¡Cuba resiste!, ¡El Pueblo de Cuba Resiste!.
Lo que ya no se resiste, es el silencio cómplice, la impunidad de los gobiernos de la mayoría de los países, grandes o pequeños, que son impasibles ante tanta desolación y abuso.
Las Naciones Unidas muestran una vez más, la inoperancia y la falta de unidad ante el desastre colectivo. La incapacidad de decir basta, y hacer lo que hay que hacer, para detener la locura, de este holocausto global.
¿Cómo podría Cuba abrirse al mundo, si el mundo no se respeta a si mismo?
Nuestra Presidenta prepara su viaje a Cuba, y esperamos que no sólo sea un viaje simbólico, sino que exprese la solidaridad que tanta falta hace reciprocar, en estos difíciles momentos, a la Cuba que dio todo, que siempre ha dado más de lo que tiene y más de lo que puede, sin esperar nada a cambio, en un gesto de humanidad y generosidad que no conoce límites, hacia todos los pueblos de la tierra, y en forma especial hacia Chile, el Chile de Allende, de los perseguidos, de los desaparecidos, de los deudos de la ignominia.
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