Boletín NC&T Vol. 1, No. 625 16 de Junio de 2008.
Lograr diagnosticar con más antelación que ahora un inminente ataque al corazón será pronto posible gracias a la investigación de un equipo de científicos de varias instituciones dirigido por expertos de la Universidad de Texas en Austin. La nueva estrategia se vale tan sólo de unas gotas de saliva y un nuevo nanobiochip.
El análisis mediante el nanobiochip podría utilizarse para analizar la saliva del paciente en una ambulancia, en un consultorio dental o en una farmacia cercana, obteniéndose así un ahorro de tiempo en el diagnóstico de ataque inminente al corazón, que contribuiría a salvar vidas o a reducir efectos adversos en los pacientes que sobreviven. El dispositivo tiene el tamaño de una tarjeta de crédito, y presenta resultados en unos 15 minutos.
"Muchas víctimas de ataque cardiaco, especialmente mujeres, experimentan síntomas no específicos y reciben auxilio médico demasiado tarde, después de haber sufrido daños permanentes en el tejido cardiaco", explica John T. McDevitt, investigador principal y diseñador del nanobiochip. "Nuestros tests prometen mejorar notablemente la exactitud y velocidad del diagnóstico".
McDevitt, profesor de química y bioquímica en la Universidad de Texas en Austin, trabajó junto a científicos y profesionales de la salud de la Universidad de Kentucky, la Universidad de Louisville, y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio.
La enfermedad Cardiovascular es la principal causa de muerte en países desarrollados, incluyendo Estados Unidos. Por ejemplo, se estima que, en 2008, unos 770.000 estadounidenses tendrán un ataque al corazón, y aproximadamente 430.000 tendrán un ataque recurrente. Por tanto, hay una gran necesidad de contar con diagnósticos rápidos y precisos de la enfermedad cardiaca.
McDevitt y sus colaboradores basaron parte de su trabajo en el reciente descubrimiento de una serie de proteínas en el suero sanguíneo, que contribuyen significativamente a la enfermedad cardiaca, y que por tanto son indicadores fiables de ella.
Valiéndose de técnicas de microfabricación y componentes desarrollados inicialmente para el sector de la electrónica, los investigadores prepararon una serie de sensores compactos equipados con nanobiochips, bioquímicamente programados para detectar conjuntos de estas proteínas en la saliva. En concreto, dirigieron su atención a 32 de tales proteínas, actualmente utilizadas en el diagnóstico cardiaco.
Para llevar a cabo el examen, el paciente escupe en un tubo y la saliva es transferida a un receptáculo semejante a una tarjeta de crédito, que alberga el nanobiochip. La tarjeta cargada se inserta en el analizador como se hace con una de crédito en el cajero automático. El analizador procesa en minutos el estado cardiaco del paciente y comunica la información.
Lograr diagnosticar con más antelación que ahora un inminente ataque al corazón será pronto posible gracias a la investigación de un equipo de científicos de varias instituciones dirigido por expertos de la Universidad de Texas en Austin. La nueva estrategia se vale tan sólo de unas gotas de saliva y un nuevo nanobiochip.
El análisis mediante el nanobiochip podría utilizarse para analizar la saliva del paciente en una ambulancia, en un consultorio dental o en una farmacia cercana, obteniéndose así un ahorro de tiempo en el diagnóstico de ataque inminente al corazón, que contribuiría a salvar vidas o a reducir efectos adversos en los pacientes que sobreviven. El dispositivo tiene el tamaño de una tarjeta de crédito, y presenta resultados en unos 15 minutos.
"Muchas víctimas de ataque cardiaco, especialmente mujeres, experimentan síntomas no específicos y reciben auxilio médico demasiado tarde, después de haber sufrido daños permanentes en el tejido cardiaco", explica John T. McDevitt, investigador principal y diseñador del nanobiochip. "Nuestros tests prometen mejorar notablemente la exactitud y velocidad del diagnóstico".
McDevitt, profesor de química y bioquímica en la Universidad de Texas en Austin, trabajó junto a científicos y profesionales de la salud de la Universidad de Kentucky, la Universidad de Louisville, y el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio.
La enfermedad Cardiovascular es la principal causa de muerte en países desarrollados, incluyendo Estados Unidos. Por ejemplo, se estima que, en 2008, unos 770.000 estadounidenses tendrán un ataque al corazón, y aproximadamente 430.000 tendrán un ataque recurrente. Por tanto, hay una gran necesidad de contar con diagnósticos rápidos y precisos de la enfermedad cardiaca.
McDevitt y sus colaboradores basaron parte de su trabajo en el reciente descubrimiento de una serie de proteínas en el suero sanguíneo, que contribuyen significativamente a la enfermedad cardiaca, y que por tanto son indicadores fiables de ella.
Valiéndose de técnicas de microfabricación y componentes desarrollados inicialmente para el sector de la electrónica, los investigadores prepararon una serie de sensores compactos equipados con nanobiochips, bioquímicamente programados para detectar conjuntos de estas proteínas en la saliva. En concreto, dirigieron su atención a 32 de tales proteínas, actualmente utilizadas en el diagnóstico cardiaco.
Para llevar a cabo el examen, el paciente escupe en un tubo y la saliva es transferida a un receptáculo semejante a una tarjeta de crédito, que alberga el nanobiochip. La tarjeta cargada se inserta en el analizador como se hace con una de crédito en el cajero automático. El analizador procesa en minutos el estado cardiaco del paciente y comunica la información.
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