23 de Mayo de 2008.
Con frecuencia, una herida en la médula espinal deriva en parálisis permanente y pérdida de sensibilidad por debajo del lugar de la herida, porque las fibras nerviosas dañadas no pueden regenerarse. Las fibras nerviosas o axones tienen la capacidad de volver a crecer, pero no lo hacen porque quedan bloqueadas por el tejido de cicatrización que se desarrolla alrededor de la herida. Ahora, investigadores de la Universidad del Noroeste han demostrado que un gel producido mediante nanotecnología inhibe la formación de tejido de cicatrización en el sitio de la herida y permite que las fibras dañadas de la médula espinal puedan regenerarse y crecer.
El gel es inyectado como un líquido en la médula espinal y se autoensambla en un andamio que sostiene a las nuevas fibras nerviosas a medida que crecen hacia arriba y hacia abajo en la médula espinal, penetrando en el lugar de la lesión.
Cuando el gel fue inyectado en ratones con la médula espinal dañada, después de seis semanas los animales tenían una capacidad mucho mayor para usar sus extremidades posteriores y caminar.
El autor principal del estudio, John Kessler, profesor de Biología de las Células Madre en la Escuela Feinberg de Medicina, de la Universidad del Noroeste, recomienda, sin embargo, tener precaución a la hora de interpretar los resultados. "Es importante comprender que lo que funciona bien en ratones no necesariamente debe hacerlo en los seres humanos. No existe un modo milagroso capaz de solucionar una herida en la médula espinal, pero la investigación nos aporta una tecnología completamente nueva que nos facilitará el idear modos de tratar esta lesión. La nueva técnica puede ser empleada en combinación con otras tecnologías, incluyendo células madre, medicamentos u otras maneras de intervención".
El andamiaje del gel también sostiene el crecimiento de axones en dos direcciones críticas: hacia el cerebro (los axones sensoriales) y hacia las piernas (los axones motores).
Ahora, los investigadores de la Universidad del Noroeste están trabajando en un ulterior desarrollo del gel, para que sea aceptable como producto farmacológico por la FDA, la administración estadounidense que vela por la seguridad alimentaria y farmacológica. Si el gel es aprobado por la FDA para su empleo en humanos, podría comenzarse un ensayo clínico dentro de algunos años.
Con frecuencia, una herida en la médula espinal deriva en parálisis permanente y pérdida de sensibilidad por debajo del lugar de la herida, porque las fibras nerviosas dañadas no pueden regenerarse. Las fibras nerviosas o axones tienen la capacidad de volver a crecer, pero no lo hacen porque quedan bloqueadas por el tejido de cicatrización que se desarrolla alrededor de la herida. Ahora, investigadores de la Universidad del Noroeste han demostrado que un gel producido mediante nanotecnología inhibe la formación de tejido de cicatrización en el sitio de la herida y permite que las fibras dañadas de la médula espinal puedan regenerarse y crecer.
El gel es inyectado como un líquido en la médula espinal y se autoensambla en un andamio que sostiene a las nuevas fibras nerviosas a medida que crecen hacia arriba y hacia abajo en la médula espinal, penetrando en el lugar de la lesión.
Cuando el gel fue inyectado en ratones con la médula espinal dañada, después de seis semanas los animales tenían una capacidad mucho mayor para usar sus extremidades posteriores y caminar.
El autor principal del estudio, John Kessler, profesor de Biología de las Células Madre en la Escuela Feinberg de Medicina, de la Universidad del Noroeste, recomienda, sin embargo, tener precaución a la hora de interpretar los resultados. "Es importante comprender que lo que funciona bien en ratones no necesariamente debe hacerlo en los seres humanos. No existe un modo milagroso capaz de solucionar una herida en la médula espinal, pero la investigación nos aporta una tecnología completamente nueva que nos facilitará el idear modos de tratar esta lesión. La nueva técnica puede ser empleada en combinación con otras tecnologías, incluyendo células madre, medicamentos u otras maneras de intervención".
El andamiaje del gel también sostiene el crecimiento de axones en dos direcciones críticas: hacia el cerebro (los axones sensoriales) y hacia las piernas (los axones motores).
Ahora, los investigadores de la Universidad del Noroeste están trabajando en un ulterior desarrollo del gel, para que sea aceptable como producto farmacológico por la FDA, la administración estadounidense que vela por la seguridad alimentaria y farmacológica. Si el gel es aprobado por la FDA para su empleo en humanos, podría comenzarse un ensayo clínico dentro de algunos años.
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