Associated Press
SANTIAGO DE CHILE - La presidenta Michelle Bachelet dijo el martes que hay que ser valiente y tener "convicción democrática" para mirar el pasado, en alusión a la oposición derechista, que se niega a aceptar que tuvo algún papel durante la dictadura del general Augusto Pinochet.
La mandataria aludió al tema durante un foro sobre la reconstrucción de la historia de Chile, en el que participan historiadores, filósofos, sociólogos y antropólogos de Argentina, Bolivia, Chile, Francia y Perú.
Bachelet, además de aludir al tema de la dictadura, anunció, emocionada, que el sábado 14 visitará Villa Grimaldi, recordada como uno de los peores centros de detención clandestinos de la policía secreta del régimen militar, desde donde desaparecieron decenas de opositores.
Cuando Bachelet era una joven estudiante de medicina, el 10 de enero de 1975, fue arrestada junto a su madre, la antropóloga Angela Jeria, y conducida hasta Villa Grimaldi, donde fueron encerradas en celdas separadas, interrogadas y torturadas, según los relatos de ambas. Después de algunos días fueron conducidas a otro centro de reclusión, Cuatro Alamos, y liberadas a fines del mismo mes.
En medio de su discurso el martes Bachelet afirmó que "se equivocan quienes piensan que el rescate de la memoria y la reconstrucción de la historia nos pueden dividir y apartar de las tareas del presente...".
"Por cierto, muchas veces hay que tener valentía y convicción democrática para mirar el pasado y saber asimilar las experiencias, rescatando lo positivo y evitando repetir errores", agregó Bachelet..
La oposición derechista criticó duramente a su ex candidato presidencial, Joaquín Lavín, que el fin de semana publicó un texto en el que reconoce que la dictadura militar "tuvo un lado B, que impuso dolores inexcusables a miles de chilenos", y que la derecha pinochetista tuvo una cuota de responsabilidad en los abusos del régimen de Pinochet.
"No basta decir que no supimos o que todos pudimos haber hecho por defender los derechos humanos. Eso es obvio", señala el texto al tiempo en que agrega que "como sector político, no vimos a tiempo lo que otros vieron. No supimos lo que deberíamos haber sabido. Otras veces subestimamos los datos de la realidad. Nosotros también fuimos responsables y hay que decirlo para poder mirar con la frente en alto", afirmó Lavín.
Sobre ésa realidad, Bachelet se preguntó "¿Cómo pudo suceder, pudimos evitarlo?, ¿Hemos hecho lo necesario para que nunca nos suceda?, ¿somos una comunidad constituida en el respeto mutuo?, no, no podemos dejar de interrogarnos".
Según cifras oficiales, durante el régimen de Pinochet, de 1973 a 1990, murieron 3.197 personas a causa de la violencia política, y un millar de ellas engrosan las listas de detenidos-desaparecidos. Varias decenas de opositores fueron vistos por última vez en Villa Grimaldi.
El propio Pinochet fue desaforado la semana pasada por la Corte Suprema para responder como responsable de cuatro desapariciones y 19 casos de torturas cometidos en Villa Grimaldi.
El padre de Bachelet, el general Alberto Bachelet, fue víctima de la dictadura por ser funcionario del derrocado presidente Salvador Allende. Sus camaradas de la fuerza aérea lo detuvieron, lo torturaron y condenaron por traición a la patria. Murió a causa de las torturas mientras estaba encarcelado, en abril de 1974.
Bachelet y su madre partieron al exilio a fines de enero de 1975, a Australia y Alemania Oriental, y regresaron a Chile en 1979.
Villa Grimaldi, al este de la capital, es hoy un Parque por la Paz, es "un lugar para la paz y esparcimiento, un lugar para recordar, para vencer el olvido, un lugar donde hoy puede entrar y salir un niño sonriendo en brazo de sus padres", concluyó la mandataria.
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