El Gobierno de Marruecos expreso su preocupación y su rechazo por el contenido del informe redactado por el Alto Comisionado de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos que pide la autodeterminación en el Sáhara Occidental sin más dilación.
AGENCIAS. Rabat/ Naciones Unidas
La delegación del Alto Comisionado de la ONU visitó las ciudades del Sáhara Occidental, sobre todo El Aaiun en mayo pasado, después de visitar también los campamentos de Tinduf en Argelia, y criticó la gestión de Marruecos. Tras conocer el contenido del informe, el ministro marroquí de Exteriores, Mohamed Ben Aissa, acusó a los redactores del documento de apoyar la tesis del Polisario y Argelia.
El jefe del diplomacia alauí envió el pasado sábado una carta enviada al máximo responsable del Alto Comisionado de la ONU, Luise Arbour, para señalar que “el gobierno marroquí no está de acuerdo con el contenido de este informe por inclinarse a favor de Argelia y el Polisario”. A su juicio, “el informe está desequilibrado porque dedica gran parte al Sáhara marroquí y pone el énfasis sobre la autodeterminación sin mencionar el progreso notable y total de los derechos políticos, económicos y culturales".
Además, "las violaciones de derechos humanos en el Sáhara Occidental son infundadas, en cambio no se hizo nada para averiguar las violaciones de derechos humanos en los campamentos de Tinduf”, lamentó Ben Aissa. En su opinión, “la situación en los campamentos de Tinduf fue abordada con una ligereza incomprensible, la misión regional del alto comisionado no acertó por su parcialidad”.
Por ello, Rabat instó a la ONU a reconsiderar el análisis y los resultados de este informe porque está muy politizado porque el Alto Comisionado de Derechos Humanos utiliza unos términos que inconvenientes como la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), denominación no utilizada en ningún documento de la ONU, y la autodeterminación. El informe fue redactado en junio pasado y enviado a las partes implicadas en el conflicto del Sáhara Occidental, aunque presentado públicamente.
"Jugando con fuego"
Por su parte, el Frente Polisario reclamó el pasado sábado de nuevo ante la ONU un referendo de autodeterminación "justo, libre y organizado por las Naciones Unidas" en el Sáhara Occidental. El representante del Polisario ante la ONU, Ahmed Bujari, se dirigió al Comité de Descolonización de la Asamblea General, que como cada año trata durante estos días la cuestión saharaui.
Bujari rechazó categóricamente el plan de autonomía diseñado por Marruecos y dijo que el pueblo saharaui es el "único depositario" de su soberanía. En este sentido, indicó que el pueblo saharaui es el único legitimado por la Carta de la ONU y de la Unión Africana a decidir su futuro, a través de un referéndum de autodeterminación "justo, libre y organizado por las Naciones Unidas".
"Si este pueblo decide ser parte de Marruecos, es su derecho y debe ser respetado. En el supuesto que Rabat otorgue o no un estatus administrativo autonómico se convertiría en un asunto interno marroquí, que no lo es", indicó. El representante del Polisario indicó que el reino marroquí debe darse cuenta que desechar el Plan de Arreglo y el Plan Baker -ambos contemplan la celebración de un referéndum- implica necesariamente poner fin al alto al fuego que las partes habían acordado.
"Marruecos está jugando nuevamente con fuego, abusando de sus relaciones bilaterales con ciertas capitales, y podría terminar empujando el pueblo saharaui y a la región a una situación de extrema tensión y riesgos que se ha querido evitar hasta ahora", advirtió. "Para el Frente Polisario, la vía del referéndum de autodeterminación es algo esencial, irrenunciable y no negociable", aseveró.
Por su parte, el embajador marroquí ante la ONU, El Mostafa Sahel, arremetió contra Argelia, país que apoya al Polisario, por su "oposición dinámica encaminada a negar a Marruecos su legítimo derecho de recobrar su integridad territorial". Remarcó que "el proceso de recuperación territorial marroquí ya se hubiera completado, si Argelia no hubiera interferido de una manera extraña, enigmática y hostil".
Tras expresar la voluntad de Marruecos de colaborar con la ONU, Sahel indicó que las soluciones para resolver la disputa territorial no han producido resultados. En este sentido, dijo que el Plan de Arreglo fue declarado inaplicable por la propia ONU, mientras que el Plan Baker no logró el consentimiento de las partes, una condición "sine qua non" para su implementación.
De este modo, manifestó que el Consejo de Seguridad ha puesto los fundamentos para una "nueva dinámica", en base a la búsqueda de una solución política en la disputa regional. "Desafortunadamente esta dinámica ha sido frustrada por Argelia", señaló el diplomático, quien acusó al gobierno argelino de falta de cooperación con los enviados especiales de la ONU sobre el Sahara.
Ante el actual estancamiento, señaló que el Reino alauí ha presentado numerosas iniciativas, entre ellas la propuesta para un estatus autonómico "viable, creíble y definitivo para los habitantes de la región". Este plan autonómico permite a los saharauis "gestionar sus asuntos en el marco de la soberanía, la unidad nacional y la integridad territorial de Marruecos".
El embajador marroquí resaltó que esta propuesta demuestra "la determinación de Marruecos de responder a las legítimas aspiraciones de los habitantes de esta parte de su territorio". "En lugar de combatirla, debería ser una inspiración para Argelia que afronta también particularidades y reclamos locales desatendidos", agregó.
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