Mariana Martínez
Columnista, BBC Mundo
China es la segunda potencia importadora en México.
Con sus altas tasas de crecimiento, China e India, no sólo están contribuyendo a mantener el equilibrio económico mundial, sino también generando una creciente y abultada demanda por materia prima en los mercados mundiales.
Hoy, China crece a una tasa anual cercana al 10% y ocupa el cuarto lugar entre las economías más importantes del mundo, detrás de Estados Unidos, Japón y Alemania, mientras que India crece al 8% y ocupa el octavo puesto en el mismo ranking.
Se hace lógico pensar entonces que economías que crecen a un ritmo tan acelerado (las tasas son altísimas si se las compara con el entre 2% y 4% que mantienen en promedio los países desarrollados), deban recurrir al intercambio comercial para abastecerse de la materia prima necesaria hacer frente a tan explosivo crecimiento.
Sin embargo, pese a que los países de América Latina y el Caribe han sido tradicionalmente exportadores de materia prima como soja, uvas o carne, no les han sacado el jugo a esos dos potenciales socios comerciales.
Así lo dice el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina, CEPAL, titulado ¿Panorama de la inserción internacional de América Latina y el Caribe 2005-2006
Podría ser mayor
La fuerte necesidad por la materia prima ha convertido a China en la tercera mayor potencia importadora a nivel mundial, en 2005, y ubicado a India en el lugar 17.
Y, si bien los lazos comerciales entre América Latina y esas dos potencias se han incrementado en los últimos quince años, estos han sido, según la CEPAL, poco explotados.
Un 45% de las uvas de China provienen de Chile.
Un 45% de las uvas de China provienen de Chile.
Las exportaciones de los países de América Latina y el Caribe hacia China superaron los US$19 mil millones en 2005, pero la cifra equivale a apenas el 3,5% de las exportaciones totales de la región.
China importa materia prima principalmente de Brasil, Chile, Argentina, Perú y México.
El 60% de la soja que China consume proviene de Brasil y Argentina. Perú y Chile la proveen con el 80% de sus necesidades de harina de pescado, mientras que de Chile viene el 45% de las uvas que consume y el 69% del despojo de aves en trozos proviene de Argentina y Brasil.
China compra soja y acero de Brasil, así como también, porotos (frijoles) y aceite de soja a Argentina, entre otras materias primas.
Con India, el intercambio comercial en el mismo año fue mucho menor. Las exportaciones de la región alcanzaron los US$3 mil millones, es decir, apenas el 0,5% del total exportado por América Latina y el Caribe en 2005.
La materia prima que necesita India proviene principalmente de Brasil, Chile, Argentina y México.
Asimétrico y complementario
Hasta el momento, el intercambio comercial entre China y América del Sur, dice el informe, ha sido complementario. Es decir, la región exporta productos primarios e importa manufacturas.
Con México y América Central, el comercio es más asimétrico. Estos países importan más de China que los que exportan.
Por ejemplo, mientras las exportaciones totales de México hacia China representan apenas el 1% del total que el país exporta en el año; la super potencia representa el segundo mayor origen de las importaciones mexicanas.
¿Cómo mejorar el comercio?
La CEPAL afirma en su informe que el intercambio podría ser mayor si la región tomara ventaja de la creciente necesidad de materia prima de China e India y buscara la complementariedad productiva.
Se han firmado acuerdos comerciales entre los líderes. ¿Son suficientes?
Se han firmado acuerdos comerciales entre los líderes. ¿Son suficientes?
A grandes líneas, orientando su producción con el uso de la tecnología hacia las necesidades cada vez más crecientes de estas dos super potencias.
La CEPAL asegura que los acuerdos comerciales como el ya firmado entre Chile y China, y el negociado entre India y Mercosur, son un buen primer paso, pero que estos requieren de una mayor profundización y alcance.
La institución recomienda a México y América Central mantener un comercio intra-industrial más intenso con China e India, orientado a la incorporación de nuevas tecnologías.
¿Un arma de doble filo?
Es evidente que, por su materia prima, Latinoamérica es una manzana jugosa para China e India. Y que la región también se beneficia de esa creciente demanda.
Sin embargo, no hay que olvidar que China e India son dos superpotencias que tienen la capacidad de inundar los mercados con productos manufacturados elaborados a muy bajo costo (mano de obra barata).
Es por eso que el desafía para la región estará en lograr acuerdos inteligentes y que favorezcan a nuestras economías, sin dejar que las relaciones comerciales entre China, India y Latinoamérica se conviertan en el clásico ejemplo del gato y el ratón.
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