17 mayo, 2008

Ecología: Los Peligros de un Tesoro Energético Sepultado

Boletín NC&T Vol. 1, No. 608 7 de Mayo de 2008.

Foto: Lehigh U.Encerrado bajo el fondo oceánico, sellado por bajas temperaturas y altas presiones, reposa un inmenso depósito congelado de gas natural que un día podría ayudar a satisfacer la demanda de energía mundial siempre creciente. Los hidratos de metano podrían incrementar de manera espectacular las reservas mundiales de energía, pero deben extraerse con sumo cuidado.

Estos depósitos sin explotar, encapsulados en sedimentos de hielo, han llamado la atención de científicos en China, India, Corea del Sur, Rusia, Japón, Estados Unidos y otros países.

Su interés no es sorprendente.

Los hidratos de metano son tan abundantes que el Servicio Estadounidense de Prospección Geológica cree que contienen más carbono orgánico que las reservas mundiales de carbón, petróleo y gas natural de otra naturaleza juntos.

Es más, los hidratos son una fuente de energía repartida por el mundo de manera más equitativa que el carbón, el petróleo y el gas natural, ya que los hidratos de metano son omnipresentes y están distribuidos de modo uniforme en los sedimentos bajo el fondo de mares y océanos, y se encuentran incluso bajo la tundra ártica de Alaska y Siberia.

Pero deben superarse importantes desafíos medioambientales y económicos, antes de que los hidratos de metano puedan hacer realidad su potencial como nueva fuente de energía, advierte Tae Sup Yun, un ingeniero geotécnico que ha investigado en varios estudios y expediciones los sedimentos que contienen hidrato de metano. "Cuando se extraen hidratos de metano, el gas metano empieza a disociarse del sedimento en que se encuentra, atrapado en hielo y bajo gran presión. Esta disociación puede causar que el sedimento se colapse".

El sedimento al desplazarse puede dañar la vida marina, causar deslizamientos de tierra marinos e incluso provocar tsunamis. También puede minar los soportes en que se sostienen las plataformas petrolíferas.

Si no se hace cuidadosamente, la extracción de hidratos de metano también podría acentuar el calentamiento global.

La disociación puede provocar la liberación de metano, que es un gas de efecto invernadero, a la atmósfera. Éste es un problema potencialmente serio, ya que el metano en el gas de hidratos está muy concentrado.

El metano liberado al aire atrapa 20 veces más calor que el dióxido de carbono. Sin embargo, el metano que se quema libera un 25 por ciento menos CO2 que la misma masa de carbón. A diferencia del carbón, el metano no emite en la combustión los dañinos compuestos que son el óxido de nitrógeno (NOx) y el óxido de azufre.

Un conocimiento completo de las conductas del hidrato y las mezclas de sedimentos, bajo las condiciones que predominan en su ambiente natural, es imprescindible antes de que el metano pueda ser extraído con eficacia y con la debida seguridad a partir de los hidratos.

Como el hidrato sólo es estable sometido a altas presiones y a bajas temperaturas, apenas se retira el hidrato del sedimento comienza la disociación y el hielo empieza a fundirse. La tecnología actual permite extraer el material bajo presión hidrostática para conservar el ambiente original de los sedimentos portadores de hidratos.

La contribución de Yun a este esfuerzo es una cámara de comprobación de presión instrumentada que permite caracterizar el sedimento portador de hidratos bajo presión.

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