Extracción del veneno del escorpión azul. Crédito: Randy Rodríguez | |
LA HABANA, nov (IPS/IFEJ) - Científicos que realizarán pruebas clínicas sobre la acción anticancerígena del veneno de un escorpión cubano, han suministrado la toxina a más de 8.000 pacientes desde 2000.
Con discreción y esperanza, investigadores cubanos avanzan en estudios para dar validez científica a indagaciones y pruebas empíricas sobre las propiedades anticancerígenas de la toxina del escorpión azul (Rhopalurus junceus), una especie endémica de Cuba.
"Estamos culminando los estudios de investigaciones preclínicas a fin de obtener un expediente de registro y obtener el aval de las entidades reguladoras de Cuba para comenzar ensayos clínicos en seres humanos", dijo el microbiólogo Alexis Díaz, jefe del grupo investigador en Labiofam (Laboratorio Biológico Farmacéutico).
Esa empresa encabeza los estudios, en colaboración con el Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kourí" y el Hospital Oncológico de La Habana. Ante sus puertas llegan cada día pacientes nacionales y extranjeros en busca de este producto que se obtiene del veneno del alacrán.
"Llegué aquí en abril de 2007, operado de una lesión maligna en las amígdalas. Comencé a beber dos veces al día una dosis de esa toxina diluida en 250 mililitros de agua, y antes de dos meses comencé a notar mejoría. Ya me alimento por mí mismo, subí de peso y soy una persona activa nuevamente", afirmó Pedro Gutiérrez, abogado de 45 años.
Muchos pacientes relatan experiencias parecidas de un añejo uso tradicional, estudiado inicialmente por investigadores de Guantánamo, en el extremo sudoriental de Cuba. Desde mediados de los años 90, el producto tiene marca registrada como Escozul, nombre que podría cambiar en el futuro.
Reacio a fijar plazos, Díaz alertó que resta un largo camino. "Tenemos una historia de tratamiento de pacientes tanto cubanos como extranjeros en que se ha ido recogiendo datos, verificando el efecto farmacológico del producto. Pero no son estudios que permitan avalar científicamente su propiedad en pacientes con tumor", explicó.
Las investigaciones preclínicas se iniciaron en 2000 para validar la acción antitumoral de la toxina, que posee además cualidades analgésicas y antiinflamatorias. "Todo ello debe ser sometido a examen en ensayos clínicos que encierran pruebas y experimentos muy regulados y controlados", recalcó.
Neysa Verges, jefa del grupo médico de Labiofam, acotó que desde entonces se han tratado más de 8.000 pacientes con todo tipo de lesiones tumorales. "En sentido general, si no llegan en un estadio final de su enfermedad, obtenemos buenos resultados. En casos muy graves, al menos ayudamos a mejorarles la calidad de vida", señaló.
Los pacientes acuden a Labiofam con copias de sus historias clínicas y reciben gratuitamente el producto. Siempre se les explica que se trata de un fármaco natural en fase de investigación, que no presenta interacciones negativas con otros tratamientos ni efectos secundarios adversos.
La reacción del enfermo depende de muchos factores. "Personas con una misma patología pueden responder de modo diferente, influye la edad, el grado de la lesión, las localizaciones de metástasis e inclusive el estado emocional, porque si un paciente está psicológicamente deprimido su sistema inmunológico no funcionará", comentó Verges.
Para responder a las necesidades de la investigación y de los pacientes, la estrategia de Labiofam incluye incrementar la producción mediante la cría de la especie en cautiverio. Ya existen criaderos en casi todas las provincias del país.
A cada escorpión se le extraen una vez por mes alrededor de tres gotas de veneno mediante golpes eléctricos. "Aun cuando está en nuestro ánimo ayudar, por ahora no tenemos posibilidad de darle la toxina a todas las personas que la necesiten", advirtió Judith Rodríguez, especialista en investigación de la empresa.
Y Verges aclaró que Labiofam no ha establecido vínculos con aerolíneas ni tiene oficinas o representaciones en otros países que puedan adjudicarse el derecho de coordinar viajes a Cuba en busca de la fórmula.
* Este artículo es parte de una serie sobre desarrollo sustentable producida en conjunto por IPS (Inter Press Service) e IFEJ (siglas en inglés de Federación Internacional de Periodistas Ambientales). ). Publicado originalmente el 24 de noviembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.
Foto de Randy Rodríguez.(FIN/2007)
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