Boletín NC&T Vol. 1, No. 636 11 de Julio de 2008.
Un equipo de científicos de la Universidad Estatal de Pensilvania ha descubierto una especie muy pequeña de bacteria que ha sobrevivido durante más de 120.000 años en el hielo de un glaciar de Groenlandia a una profundidad de alrededor de 3 kilómetros.
La capacidad del microorganismo de persistir en este hábitat de tan baja temperatura, pobre nivel de oxígeno, escasos nutrientes, y alta presión, la hacen particularmente útil para estudiar cómo la vida, en general, puede sobrevivir en una amplia variedad de ambientes extremos tanto en la Tierra como, posiblemente, en otros lugares del sistema solar.
Esta nueva especie pertenece a la categoría de las ubicuas, aún misteriosas, bacterias ultrapequeñas, tan diminutas que pueden pasar a través de filtros microbiológicos. De hecho, se han encontrado algunas especies viviendo en el agua extremadamente purificada que se usa en la diálisis. "Las células ultrapequeñas podrían ser contaminantes desconocidos en medios de cultivo y soluciones médicas supuestamente esterilizadas con el uso de filtros", advierte Jennifer Loveland-Curtze, investigadora del laboratorio dirigido por Jean Brenchley, profesor de bioquímica y biología molecular de la Universidad Estatal de Pensilvania.
El tamaño tan minúsculo de la nueva especie podría constituir una explicación de por qué pudo sobrevivir durante tanto tiempo en el glaciar de Groenlandia. Llamada Chryseobacterium greenlandensis, está genéticamente relacionada con cierta bacteria encontrada en peces, lodo marino, y las raíces de algunas plantas. El organismo es uno de sólo una decena de nuevas especies científicamente descritas procedentes de hielos polares y glaciares.
El equipo espera que su estudio sobre esta especie, así como los que se realicen sobre otras de los hielos de Groenlandia, revelen más detalles sobre cómo sobreviven las células y cómo se pueden alterar su bioquímica y su fisiología con el transcurso del tiempo.
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