Boletín NC&T Vol. 1, No. 639 18 de Julio de 2008.
En el primer experimento diseñado para registrar la electrofisiología del sueño en un animal en su hábitat natural, varios perezosos a los que se les colocó grabadoras miniaturizadas electroencefalográficas, durmieron 9,63 horas por día, seis horas menos de lo que duermen en cautividad.
El estudio ha sido realizado por un equipo internacional de investigadores trabajando en el Instituto Smithsoniano de Investigación Tropical en la Isla de Barro Colorado, en Panamá.
Niels Rattenborg y Martin Wikelski, del Instituto Max Planck para la Ornitología en Alemania, y sus colegas de investigación, desarrollaron una nueva técnica para el registro de los electroencefalogramas.
"Estamos fascinados por cómo algunas especies duermen mucho más que otras. Si podemos determinar las razones para las variaciones en los patrones del sueño, podremos ahondar más en los detalles de la función del sueño en los mamíferos, incluyéndonos a los humanos", argumenta Rattenborg. "Si los animales se comportan de manera diferente en cautividad (situación en la que se han realizado todos los estudios comparativos anteriores) con respecto a cómo lo hacen en el medio natural, el medir su actividad cerebral en condiciones de cautividad podría conducir a conclusiones erróneas".
El equipo de investigación abordó el problema empleando una técnica desarrollada para monitorizar la actividad cerebral en humanos, junto con una grabadora en miniatura para datos neurofisiológicos recientemente desarrollada con el propósito de monitorizar el sueño de animales en libertad.
Además de dos sensores de actividad cerebral, llevados a la manera de una capucha sobre sus cabezas, tres perezosos adultos, de la especie Bradypus variegatus, también fueron equipados con collares de radiotelemetría y acelerómetros, de manera que su ubicación exacta y sus movimientos pudieran ser monitorizados durante un periodo de entre tres y cinco días. La actividad de otros dos perezosos fue monitorizada a través sólo de un collar radiotelemétrico durante aproximadamente siete meses, empleando un Sistema de Radiotelemetría Automatizado instalado en la isla. La gran ventaja de este sistema telemétrico automatizado es que hace posible una amplia gama de estudios que no resultarían factibles de otro modo.
La colocación de sensores en los perezosos que viven en la cima de los árboles demuestra la viabilidad de indagar sobre un comportamiento complejo, como es el sueño, en el intrincado entorno forestal tropical.
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