Boletín NC&T Vol. 1, No. 646 4 de Agosto de 2008.
Los chimpancés pueden hacer planes en función de sus necesidades futuras, del mismo modo que los hacemos los seres humanos: empleando el autocontrol e imaginando eventos futuros. La investigación de Mathias y Helena Osvath, de la Universidad de Lund en Suecia, es la primera en aportar evidencias concluyentes de las capacidades de planificación para el futuro en especies no humanas.
La compleja habilidad de hacer planes para el futuro es considerada generalmente como exclusiva de los humanos, y hasta ahora no se había demostrado de modo convincente en ninguna especie primate viviente aparte de nosotros mismos. En los humanos, la planificación en función de las necesidades futuras depende mucho de dos habilidades mentales: el autocontrol o la supresión del impulso de satisfacer a corto plazo unos deseos a cambio de obtener recompensas futuras más convenientes; y un viaje mental en el tiempo (rememorar un evento pasado o imaginarse uno futuro).
En una serie de cuatro experimentos, Mathias y Helena Osvath investigaron si los chimpancés y los orangutanes eran capaces de sobreponerse a los deseos de satisfacción inmediata a cambio de poder satisfacer necesidades futuras, y demostrar así tanto el autocontrol como la capacidad de planificar actos por adelantado, en vez de limitarse a satisfacer sus necesidades inmediatas a través de un comportamiento impulsivo.
A dos chimpancés hembra y a un orangután macho, del Centro de Investigación de Primates de la Universidad de Lund, ubicado en el Parque Zoológico de Furuvik, se les mostró una manguera y cómo usarla para extraer una sabrosa sopa de frutas. Luego fueron tentados con escoger entre su fruta favorita o la manguera, para probar su habilidad de suprimir el deseo de una recompensa inmediata (la fruta favorita), a favor de una herramienta (la manguera) que les conduciría 70 minutos después a una recompensa más grande (la sopa de frutas). Los monos escogieron la manguera más frecuentemente que su fruta favorita, sugiriendo esto que eran capaces de tomar decisiones en favor de necesidades futuras, aún cuando éstas competían directamente con una recompensa inmediata.
Después se introdujeron objetos nuevos que los monos nunca antes habían visto: una nueva herramienta funcional que tenía una función similar a la de la manguera, y dos objetos sin utilidad práctica. Los monos escogieron la nueva herramienta funcional más frecuentemente, y la llevaron después a la habitación en la cual obtendrían la recompensa (la sopa de frutas), donde la usaron apropiadamente, demostrando que habían escogido la herramienta por sus propiedades funcionales. Según los autores, esto indica que los monos estaban recreando un evento futuro, en este caso imaginándose a ellos mismos usando la nueva herramienta para extraer la sopa de frutas.
Los resultados de este estudio sugieren con firmeza que los monos antropomorfos practican la planificación en función del futuro, y que esta capacidad, de vital importancia para los seres humanos, evolucionó mucho antes de lo que se había creído anteriormente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario