EL CAIRO, 28 ene (IPS) - Funcionarios israelíes y estadounidenses remarcaron en los últimos meses el carácter único de Israel en su condición de Estado judío, lo que ha encendido luces de alarma entre observadores árabes.
"La idea de un 'Estado para los judíos' neutraliza el derecho de cinco millones de refugiados palestinos de retornar a lo que hoy es Israel", dijo a IPS Abdel-Halim Kandil, ex jefe de redacción del semanario de oposición Al-Karama, de Egipto.
"Asimismo, los ciudadanos árabes que viven en Israel podrían ser expulsados en cualquier momento", agregó.
Poco antes de la cumbre de noviembre en Annapolis, Estados Unidos, para reanudar las negociaciones de paz en Medio Oriente, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, señaló que el reconocimiento de su país "como el estado de todo el pueblo judío" sería un buen punto de partida.
"Nadie que no acepte esto puede negociar conmigo. Esto ha sido dejado en claro tanto con los estadounidenses como con los palestinos", agregó.
Días después, la ministra israelí de Relaciones Exteriores, Tzipi Livni, formuló comentarios similares. "Debe quedar claro para todos que el estado de Israel es el hogar nacional del pueblo judío", afirmó.
Livni agregó que un futuro estado palestino independiente ofrecería una patria para los palestinos de todo el mundo, incluso aquéllos radicados hoy en Israel.
Personalidades árabes israelíes advirtieron que estos comentarios preanunciaban la eventual expulsión de los ciudadanos de ese origen, que representan alrededor de un cuarto de la población israelí, de alrededor de seis millones de personas.
"La residencia y ciudadanía (de la población de origen árabe) no está abierta a discusión", dijo el legislador árabe israelí Ghaleb Majadleh. "La idea de transferir a la población árabe es antidemocrática."
Pero la idea de que Israel es una nación sólo para el pueblo judío no se limita a las declaraciones oficiales del gobierno de Olmert.
En la cumbre de Annapolis, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, remarcó en varias oportunidades el carácter específicamente "judío" de Israel.
No fue la primera vez. En abril de 2004, en una reunión con el entonces primer ministro israelí, Ariel Sharon, Bush enfatizó el compromiso de su gobierno con Israel en su carácter de "estado judío".
Asimismo, ofreció a Sharon "garantías", luego ratificadas por el Congreso legislativo estadounidense, reafirmando unilateralmente el derecho de Israel a retener los asentamientos judíos en Cisjordania. Bush también señaló que los refugiados palestinos deberían retornar a un futuro estado palestino antes que a Israel.
Según Ahmed Thabet, profesor de ciencias políticas en la Universidad de El Cairo, esa posición no debe sorprender, considerando la ideología de Bush.
"El gobierno estadounidense representa al movimiento neoconservador que, junto con la derecha israelí, adhiere a la noción racista de que Israel debe ser exclusivamente para los judíos", señaló a IPS.
"Pero esto choca con las ideas liberales, como la igualdad de razas y entre las religiones, principios fundacionales de Estados Unidos. También contradice la percepción común de Israel como un país democrático", agregó.
Los críticos de origen árabe indican que estas ideas también han sido adoptadas por representantes del opositor Partido Demócrata estadounidense.
"Los palestinos tendrán que reinterpretar la noción del derecho a retornar, de forma tal que preserve a Israel como estado judío", dijo el senador Barak Obama, aspirante demócrata a la presidencia de Estados Unidos.
"Cuando se trata de apoyar las posiciones israelíes, no parece haber diferencias entre demócratas y republicanos", señaló Thabet.
Según Kandil, el actual énfasis en el carácter judío del estado de Israel responde a los cambios demográficos que se registran en el país.
"Israel depende de un gran flujo de inmigrantes para compensar el crecimiento de la población palestina, pero esa fuente se está agotando. Los judíos de América y Europa, que tienen influencia política y económica, pueden dar apoyo financiero, pero no quieren ir a vivir allí", agregó.
Según estadísticas oficiales, sólo 20.000 judíos emigraron a Israel en 2007. "Si se mantiene esta tendencia, los palestinos que viven en Israel, Cisjordania y Gaza superarán a los judíos dentro de 20 años", dijo Kandil.
Funcionarios egipcios, sin embargo, relativizaron la importancia de las referencias al carácter judío de Israel.
"Bush y Olmert pueden usar las frases que prefieran. Nosotros rechazamos esos términos porque niegan el derecho de los palestinos a retornar y sugieren la posibilidad de expulsión de los ciudadanos israelíes de ascendencia árabe", declaró a IPS Mohamed Basyouni, ex embajador egipcio en Israel y presidente de la Comisión de Asuntos Árabes del Senado.
Algunos observadores creen que el bloqueo israelí a Gaza se enmarca en una estrategia que apunta a reasentar a los refugiados palestinos en la península del Sinaí, que pertenece a Egipto.
"Egipto jamás permitirá que el Sinaí sea parte de esa deshonesta solución al problema de los refugiados", escribió Mohamed Ali Ibrahim, jefe de redacción del diario oficialista Al-Gomhouriya.
En ultima instancia, un reconocimiento oficial de Israel como "estado judío", advirtió Thabet, "sólo puede fomentar ideas de exclusividad religiosa e intolerancia, generando mayores conflictos en Medio Oriente".
"Si se convierte en una nación sólo para los judíos, habrá inevitablemente intentos de establecer estados exclusivos para los seguidores de otras creencias", concluyó.
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