Boletín NC&T Vol. 1, No. 580 27 de Febrero de 2008.
Un grupo de especialistas del Instituto de Investigación del Georgia Tech (GTRI, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un sistema de sensores que continuamente monitoriza el aire alrededor de las personas predispuestas a los ataques de asma. Llevado por el paciente en un bolsillo de un chaleco, el nuevo sistema podría ayudar a los investigadores a entender las causas de esos ataques de asma.
"Estamos investigando si es posible monitorizar un ataque de asma de un modo lo bastante detallado como para saber qué estaba sucediendo en el ambiente del paciente cuando comenzó", explica la investigadora Charlene Bayer.
Aunque nadie entiende del todo por qué ciertas personas padecen de asma, los médicos saben que una vez que lo tienen, los pulmones pueden reaccionar de manera extrema a ciertos estímulos ambientales, con el resultado de una opresión en el pecho o la dificultad para respirar, que son la principal manifestación del ataque de asma.
El nuevo sistema sensor mide la exposición a productos aerotransportados como el formaldehido, el dióxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno, y también mide la temperatura, la humedad relativa y el total de los compuestos orgánicos volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés). Los VOCs se emiten como gases por sustancias como pinturas, productos de limpieza, pesticidas, materiales de construcción, muebles, y equipamientos de oficina.
Además de monitorizar los siete parámetros básicos citados anteriormente, un filtro especial atrapa partículas. Una bomba fuerza el aire a través del filtro para que pueda medirse la cantidad de partículas al final del período de prueba. La composición de las partículas reunidas también puede analizarse en el laboratorio.
El dispositivo pesa menos de medio kilogramo incluyendo las baterías que le suministran energía. Efectúa una medición del aire cada dos minutos, almacena los datos en su memoria interna y entonces "hiberna" para ahorrar energía, hasta "despertar" cuando le toca hacer la nueva medición.
El sistema de sensores está diseñado para ser llevado cómodamente en un bolsillo de un chaleco durante todo el día y permanecer al lado de la cama mientras el usuario duerme en ella por la noche. En otro bolsillo del chaleco se puede llevar un dispositivo que mide periódicamente la función pulmonar.
Al experimentar un ataque de asma, el usuario del sistema anota a qué hora ocurrió, y Bayer puede luego analizar los niveles de los compuestos químicos en ese momento.
Un grupo de especialistas del Instituto de Investigación del Georgia Tech (GTRI, por sus siglas en inglés) ha desarrollado un sistema de sensores que continuamente monitoriza el aire alrededor de las personas predispuestas a los ataques de asma. Llevado por el paciente en un bolsillo de un chaleco, el nuevo sistema podría ayudar a los investigadores a entender las causas de esos ataques de asma.
"Estamos investigando si es posible monitorizar un ataque de asma de un modo lo bastante detallado como para saber qué estaba sucediendo en el ambiente del paciente cuando comenzó", explica la investigadora Charlene Bayer.
Aunque nadie entiende del todo por qué ciertas personas padecen de asma, los médicos saben que una vez que lo tienen, los pulmones pueden reaccionar de manera extrema a ciertos estímulos ambientales, con el resultado de una opresión en el pecho o la dificultad para respirar, que son la principal manifestación del ataque de asma.
El nuevo sistema sensor mide la exposición a productos aerotransportados como el formaldehido, el dióxido de carbono, el ozono, el dióxido de nitrógeno, y también mide la temperatura, la humedad relativa y el total de los compuestos orgánicos volátiles (VOCs, por sus siglas en inglés). Los VOCs se emiten como gases por sustancias como pinturas, productos de limpieza, pesticidas, materiales de construcción, muebles, y equipamientos de oficina.
Además de monitorizar los siete parámetros básicos citados anteriormente, un filtro especial atrapa partículas. Una bomba fuerza el aire a través del filtro para que pueda medirse la cantidad de partículas al final del período de prueba. La composición de las partículas reunidas también puede analizarse en el laboratorio.
El dispositivo pesa menos de medio kilogramo incluyendo las baterías que le suministran energía. Efectúa una medición del aire cada dos minutos, almacena los datos en su memoria interna y entonces "hiberna" para ahorrar energía, hasta "despertar" cuando le toca hacer la nueva medición.
El sistema de sensores está diseñado para ser llevado cómodamente en un bolsillo de un chaleco durante todo el día y permanecer al lado de la cama mientras el usuario duerme en ella por la noche. En otro bolsillo del chaleco se puede llevar un dispositivo que mide periódicamente la función pulmonar.
Al experimentar un ataque de asma, el usuario del sistema anota a qué hora ocurrió, y Bayer puede luego analizar los niveles de los compuestos químicos en ese momento.
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