31 marzo, 2008

Ecología: Con el Calentamiento Global, Aumentará la Presión de los Insectos Sobre los Vegetales

Boletín NC&T Vol. 1, No. 592 31 de Marzo de 2008.
Foto: Amy MoreyHace más de 55 millones de años, la Tierra experimentó un salto abrupto en los niveles de dióxido de carbono globales que elevaron las temperaturas por todo el mundo. Ahora, unos investigadores que estudian las plantas de esa época han descubierto que las temperaturas crecientes pudieron haber potenciado la actividad de forrajeo de los insectos sobre los vegetales. Los investigadores creen que a medida que las temperaturas modernas continúen subiendo, la Tierra actual podría ver también un aumento en los daños perpetrados contra los cultivos y en la devastación sufrida por los bosques, como consecuencia de la acción de los insectos.
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Los autores del estudio son de la Universidad Estatal de Pensilvania, el Instituto Smithsoniano, la Universidad de Maryland, la Universidad de California en Santa Barbara, y la Universidad Wesleyana.

La autora principal, Ellen Currano, de la Universidad Estatal de Pensilvania y del Instituto Smithsoniano, recolectó los fósiles del estudio en los páramos de Wyoming, recogiendo más de 5.000 hojas fósiles de cinco sitios que representan zonas de tiempo antes, durante y después del período de aproximadamente 100.000 años de temperaturas elevadas conocido como el Máximo Termal del Paleoceno-Eoceno (PETM, por sus siglas en inglés).

Los investigadores encontraron que los vegetales del período PETM fueron dañados de un modo mucho más notable que las plantas fósiles de antes y después de ese período. Las plantas del PETM, mayormente legumbres (la familia que actualmente incluye alubias y guisantes, entre otras), muestran daños más frecuentes, más variados y de un carácter más destructivo que los exhibidos por las plantas de los períodos de tiempo geológicos inmediatamente anteriores y posteriores.

Para descartar las otras causas plausibles de ese nivel de daños tan elevado, los investigadores estudiaron si las plantas analizadas tenían rasgos importantes que las hicieran más sabrosas para el gusto de los insectos. Sin embargo, después de usar técnicas analíticas establecidas para medir las estructuras de varias hojas en todos los especímenes, los investigadores concluyeron que las plantas del PETM no parecen variar estructuralmente respecto a las plantas cuyos restos se hallan en las capas pétreas por encima y por debajo de la que corresponde al pico de temperatura.

Los investigadores también revisaron si las especies de insectos que se alimentaban de estas hojas cambiaron en ese período de tiempo. El análisis mostró que lo que cambió fue el número de especies de insectos altamente especializados en el tipo de vegetales que ellos consumían, y la variedad de maneras en que comían la materia vegetal; resultaron ser mucho más abundantes en el PETM.

Los investigadores quisieron ver si el aumento en el nivel de daños provocado por insectos durante el PETM se debía a que las hojas eran menos duras. No se encontró ninguna evidencia que respalde esto. Los científicos creen que la causa de esta mayor presión de los insectos sobre los vegetales está en el calentamiento, que permitió a las especies de insectos tropicales emigrar el norte, particularmente a aquellas que se alimentan de una manera muy específica.

Los biólogos ya son conscientes de que los insectos de los trópicos consumen más plantas y que el ascenso de las temperaturas está causando que los organismos amplíen sus zonas de distribución. Además, otras investigaciones han mostrado que las plantas que crecen bajo concentraciones más altas de dióxido de carbono (CO2) son menos nutritivas, por lo que los insectos deben comer más tejido vegetal para conseguir el mismo sustento. Estos estudios anteriores están en sintonía con los resultados recientes sobre el PETM.

Como las cadenas alimenticias que involucran insectos herbívoros afectan a unas tres cuartas partes de los organismos de la Tierra, los investigadores creen que el aumento actual de la temperatura podría tener un profundo impacto en los ecosistemas del presente, y potencialmente en las cosechas, si se cumple en los insectos actuales el mismo comportamiento que se dio en los antiguos.

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