Chile vive un clima de efervescencia. Con el objeto de evitar una guerra civil, O'Higgins abdicó el 28 de enero de 1823. Asumió el poder el general Freire. O'Higgins, parte al exilio llegando al Callao el 28 de julio de 1823, coincidentemente con el segundo aniversario de la proclamación de Independencia del Perú, en compañía de su madre, su hermana y su hijo Demetrio, sin bienes ni fortuna, excepto su gloria y grandeza.
El Gobierno del Perú le obsequió las haciendas Montalbán y Cuiba. En 1842, el Presidente Bulnes Prieto, le autorizó retornar a Chile. Falleció en Lima, el 24 de octubre de 1842. Su féretro regresó envuelto en la bandera del Perú, que hoy conserva el Museo del Carmen en Santiago. San Martín partió a Mendoza en 1823. Al poco tiempo sufrirá la muerte de su esposa Remedios de Escalada. Se marchó a Europa para morir en Boulogne-Sur-Mer, Francia.
El Ejército Libertador del Perú fue decisivo para obtener la independencia del vecino país, pero el éxito de la causa de la Independencia tuvo otro factor clave: la participación de patriotas peruanos por la emancipación del Perú y América, que será una constante desde Tupac Amaru, el cacique Pumacagua, la rebelión de Tacna, hasta la victoria de Ayacucho.
Sean estas palabras un homenaje a todos los héroes y heroínas hermanados en la revolución americana, que nos señalaron la gloria de la causa de la libertad y la emancipación en Argentina, Chile y Perú. Su espíritu libertario y americanista, empapado en la nobleza y grandeza de San Martín y O'Higgins, son un ejemplo para las actuales generaciones, que deberán asumir los nuevos desafíos de paz, libertad, democracia e integración regional, que nos depara el siglo XXI.
Hermann Mondaca Raiteri
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