25 junio, 2007

LOS PLANES DE ASESINATO ANTES DE PLAYA GIRÓN

Actualizado 2:00 A.M. (hora local)

  La Habana, lunes 25 de junio de 2007. Año 11 / Número 176

Periódico Granma

(Tomado del libro "Girón, preludio de la invasión, el rostro oculto de la CIA" de Manuel Hevia Frasquieri y Andrés Zaldivar Diéguez, Director e Investigador, respectivamente, del Centro de Historia de la Seguridad del Estado))

Una autorización explícita era innecesaria

El informe del inspector general de la CIA Lyman Kirkpatrick y el memorando del coronel Jack Hawkins —jefe de la Sección de Personal Paramilitar del Centro de Operaciones de la Fuerza de Tarea de la División del Hemisferio Occidental de la CIA— que había fungido como el principal planificador militar de la operación encubierta que culminaría en Playa Girón, escritos en el segundo semestre de 1961, no hacen mención a lo que en realidad constituyó para la CIA en aquellos momentos su principal y más secreta aspiración: la eliminación física de Fidel Castro. Aquellos dos informes ultrasecretos, desclasificados muchos años después, que pretendían evaluar causas y condiciones que explican la valoración norteamericana sobre el fracaso de la operación, aportaban valoraciones y juicios sobre los errores tácticos y estratégicos cometidos por la CIA, omiten toda mención al tema del asesinato político.

Un artículo periodístico de Drew Pearson, publicado en la primavera de 1967, que aludía a la participación de Estados Unidos en complots para asesinar al dirigente cubano, obligó a la administración de Lyndon Johnson a solicitar una investigación al entonces director de la Agencia Richard Helms. El asunto no era nuevo. Des de 1964 la CIA había recibido informes que involucraban a la mafia y a grupos contrarrevolucionarios de origen cubano en planes de asesinato contra Fidel y otros dirigentes cubanos, pero la Agencia negó entonces cualquier implicación con el tema, en el que realmente se encontraba ampliamente comprometida.

El inspector general de la CIA, J. S. Earman, inició el 23 de marzo de 1967 lo que él mismo denominó en su informe final como: "[...] la reconstrucción del involucramiento de la CIA en planes de atentados a Fidel Castro [...]" —el que calificó— "[...] cuando menos, una historia imperfecta [...]". Pero aquella historia fragmentada e incompleta, protegida desde entonces en las bóvedas secretas de la Agencia, puso al descubierto años más tarde, durante las sesiones del Comité Selecto del Senado en 1975, uno de los episodios más tenebrosos de la política norteamericana, cuyo impacto brutal ha llegado hasta nuestros días. Sin embargo, aquello era solo la punta del iceberg, que ocultaba bajo su asiento el programa de intentos de asesinato más colosal a que haya sido sometido un jefe de Estado en la historia contemporánea.

Tanto el informe de Earman como los documentos del Comité Selecto del Senado —conocidos también como Comisión Church—, a pesar de sus ligerezas1 y justificaciones,2 reconocieron la participación de algunos funcionarios del gobierno y de la CIA en un reducido número de complots de asesinato contra Fidel y evidenciaron el fundamentalismo creciente entre figuras prominentes de la Agencia y de la propia administración, así como la política terrorista seguida contra Cuba desde aquella temprana época hasta 1965.

Durante la etapa previa a la invasión mercenaria de Playa Girón, que abarcó 1959 y 1960, tomó fuerza en algunos círculos de la administración norteamericana y sus agencias de espionaje, la creencia de que la desaparición de Fidel por medio del asesinato contribuiría a una rápida solución del "problema cubano" en la medida en que crecía su frustración e intensificaban sus esfuerzos para derrocar la Revolución. Aquel ambiente era perceptible en las conversaciones entre funcionarios de la casa oval y las oficinas de la CIA en Washington, y de estos con los mercenarios de los grupos y organizaciones terroristas que estaban bajo su control y que pululaban por toda la Florida.

1 "[...] El Comité aprecia cabalmente la importancia de evaluar los complots de asesinato en el momento histórico en el cual ocurrieron [...] nuestro país se enfrentaba a un enemigo monolítico en el comunismo. Esa actitud ayuda a explicar los complots de asesinato que hemos revisado aunque no los justifica; sin embargo, aquellos que participaron pensaban que estaban llevando hacia adelante los mejores intereses del país [...]". Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia, 20 de noviembre de 1975, pp. Q15, tomo II.

2 "[...] Las evidencias eran insuficientes para que el Comité pudiera llegar a la conclusión de que los presidentes Eisenhower, Kennedy o Johnson, o sus consejeros cercanos, o el Grupo Especial, hayan autorizado los asesinatos de Castro [...]". Ibídem.

En su informe conclusivo, Earman intentó justificar o al menos entender o explicar el sentido de lo que leía en los documentos o escuchaba en las deposiciones de los investigados: "[...] De esta forma encontramos referencias repetidas a frases tales como "disponer de Castro" lo cual puede leerse en el estrecho sentido literal del asesinato, cuando la intención es que se lea en el más amplio sentido figurado de desalojar el régimen de Castro. Dándole la vuelta a la moneda encontramos gente hablando vagamente de "hacer algo con respecto a Castro" cuando está claro que lo que ellos tenían en mente era, específicamente, matarlo [...].3

Aunque los políticos declararon que no había intención de asesinato en palabras como "eliminen a Castro", algunos de sus subordinados en la agencia expresaron que comprendieron que se deseaba el asesinato y ellos deberían proceder sin perjudicar a sus superiores. Según John McCone —ex director de la CIA— "[...] Era casi común para una persona u otra decir: 'Nosotros debiéramos deshacernos de Castro' [...]". Sin embargo, en su memorando del 14 de abril de 1967 se apresuró a declarar que "[...] durante los años en que el problema cubano se discutía en términos tales como 'librarse de Castro', 'derrocar a Castro', 'eliminar a Castro', etc., esto significa el derrocamiento del gobierno comunista en Cuba y su sustitución por un régimen democrático. Términos como los antes mencionados aparecen en muchos documentos de trabajo, memorandums para los archivos, etc., y, como ya se dijo, todos se refieren a un cambio en el gobierno cubano [...]".4

Los funcionarios de la CIA interrogados por el Comité Selecto, involucrados en los atentados consideraban que asesinar era un modo de actuar permisible, por lo que declararon que creían que sus actividades habían sido completamente autorizadas.5

3 CIA Assassination plots: A report from the inspector general on plots to assassinate Fidel Castro. Memorando. Peter Dale Scott English Dept. University of California Berkeley, p. r8.

4 Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia. Ob. cit.

5 Ibídem.

"[...] En el caso de los esfuerzos efectuados para asesinar a Castro, Bissell y Sheffield Edwards6 declararon que creían que la operación que incluía figuras del bajo mundo, había sido autorizada por Dulles [...] William Harvey testificó que él creía que los atentados estaban completamente autorizados en todos los niveles apropiados dentro y fuera de la agencia, aunque él no tenía conocimiento personal alguno de la identidad de los individuos [...] Harvey declaró que Richard Bissell7 le había dicho que la actividad contra Castro había sido autorizada desde el más alto nivel, y que había discutido los complots con Richard Helms, su superior inmediato [...]".8

Richard Helms9 declaró en repetidas ocasiones a ese Comité del Senado "que él creía que una autorización explícita era innecesaria para el asesinato de Castro a principios de los años 1960". "[...] Las acciones que estábamos tomando contra Cuba y contra el gobierno de Fidel Castro en Cuba, eran lo que se nos había pedido que hiciéramos [...] En otras palabras: nos habían pedido eliminar a Castro y [...] no había limitaciones en cuanto a los medios; y consideramos que estábamos actuando bien dentro de la pauta que nosotros en tendíamos que estaba en juego en ese momento específico [...]".10

6 Sheffield Edwards: Coronel jefe de la oficina de Seguridad durante el gobier no de D.Eisenhower. Fue el funcionario que le sugirió a Richard Bissell que miembros del Sindicato del crimen, que habían operado los casinos en La Habana, podrían ser capaces de llevar a cabo el asesinato de Fidel Castro. En: Documentos, CIHSE, 2005.

7 En sus memorias, Bissell dice: "Sin duda, mientras avanzaba con mis planes para la brigada, tenía la esperanza de que la mafia alcanzaría el éxito. Mi filosofía durante los últimos dos o tres años en la agencia era muy definida de que el fin justifica los medios y yo no iba a ser derrotado". Richard M. Bissell Jr., Reflections of a Cold Warrior: From Yalta to the Bay of Pigs (New Haven: Yale University Press, 1996), p. 157. Tomado de James G. Blight: Política de ilusiones, Documentos del CIHSE.

8 Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia. Ob. cit.

9 Richard Helms: Subdirector de la CIA desde 1962 hasta su renuncia en

1973.

10 Helms afirmó también durante las sesiones que "[...] con todas las cosas que se desarrollaban en ese entonces [...] parecían estar dentro de la parte permisible de este esfuerzo [...] Dentro de las percepciones del tiempo y de las cosas que estábamos tratando de hacer, era una vida contra muchas otras que se estaban perdiendo. Declaración de 13 de junio de 1975. Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia. Ob. cit.

Los documentos de la comisión señalan que la interpretación de algunos oficiales de la agencia de que el asesinato se encontraba dentro de la gama de actividades permitidas, "se vio reforzada por la continua aprobación de violentas acciones secretas contra Cuba que eran sancionadas a nivel presidencial y por el fallo de las sucesivas administraciones en aclarar que el asesinato no estaba permitido". No se trataba solo de un "fallo"; aquello se correspondía con una actitud consciente ante el tema del asesinato político y con la política de "negación plausible", expresión de la doble moral de aquellas administraciones, lo que hoy subsiste.

No existe argumento alguno para justificar la responsabilidad de la CIA ni de esos gobiernos ante tales planes magnicidas. El Comité se vio obligado a reconocer que "[...] el fallo en la comunicación no tiene excusa si se tiene en cuenta la gravedad del asesinato [...] los funcionarios de la administración no fueron lo suficientemente exactos en sus comunicados a la agencia y que su actitud ante la posibilidad del asesinato era ambiguo en el contexto de la violencia de otras actividades que ellos habían autorizado [...]".

La convicción de que matar al jefe de un Estado se correspondía con la ética imperante dentro de la CIA se reflejó con fuerza en la propaganda subversiva que se enviaba a la isla por diferentes me dios, en la que se instaba no solo al sabotaje y a la rebelión. Esta influencia penetró también en el seno de las organizaciones terroristas, lo cual se convirtió desde el mismo año 1960 en un poderoso estímulo e incitación al asesinato de los dirigentes de la Revolución. Estos planes criminales han formado parte del accionar de los grupos terroristas de origen cubano asentados en Miami desde aquella primera década, cuyos principales cabecillas surgieron entonces, reclutados y entrenados en las bases de la CIA en la Florida y Centroamérica. No conocemos ningún ciudadano residente en Estados Unidos que haya sido juzgado desde entonces en ese país por haber planeado el asesinato de un dirigente revolucionario cubano.

Las acciones ejecutivas

La creación en enero de 1961 de la Unidad de Acciones Ejecutivas, bajo la dirección de la CIA, que fue denominada como "una capacidad en stand-by para cometer asesinatos cuando se requiera" fue expresión de la voluntad política de la administración norteamericana de turno.

Para dirigirla fue nombrado como jefe William Harvey,11 que era en ese entonces jefe de personal de inteligencia exterior de la CIA, quien caracterizó este término como "[...] un eufemismo de la CIA definido como un proyecto para investigar los medios para derrocar a los líderes políticos extranjeros e incluía la capacidad para llevar a cabo asesinatos [...]".

El propio Richard Bissell, subdirector de Planes de la Agencia en ese año 1961 expresaba que la acción ejecutiva cubría un "amplio espectro de acciones" para "eliminar la efectividad" de los líderes extranjeros, con el asesinato como la acción "más extrema" dentro de ese espectro.12

Esto dio lugar al programa de la CIA denominado ZR/Rifle, que comprendía la eliminación física de dirigentes políticos extranjeros considerados hostiles o enemigos del interés nacional de Estados Unidos.13

11 William Harvey (EE.UU.). Fue oficial del FBI y de la CIA. Colaboró con la mafia contrarrevolucionaria de Miami en los planes de atentado contra el Coman dante en Jefe en la década de 1960. Durante la Operación Mangosta fue jefe de la Fuerza de Tarea Cuba para llevar a cabo las operaciones encubiertas contra la Revolución. Desde la sede central de la CIA controló las operaciones de la estación JM WAVE en la Florida. Multimedia Cuba ACUSA, CIHSE, 2003. La frase utilizada fue tomada del informe del Comité Selecto del Senado de EE.UU. que examinó los planes de asesinato contra gobernantes extranjeros.

12 Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia. Ob. cit.

13 Ibídem. Según el informe del Comité Selecto ZR/Rifle era un nombre clave relacionado con dos áreas. Una era la capacidad ejecutiva de asesinato. El segundo programa estaba destinado a proporcionar una fachada para cual quier operación de acción ejecutiva. William Harvey, según el informe, había estado a cargo de la sección de la CIA con responsabilidad general para tales programas.

Richard Bissell declaró que "[...] en general el proyecto ZR/Rifle incluía evaluar los problemas y necesidades para asesinar y desarrollar una capacidad permanente para asesinar; de una manera más específica esto incluía detectar agentes potenciales e investigar las técnicas de asesinato que podrían utilizarse [...]".14 Sin embargo, la cuestión sobre si aquella capacidad ejecutiva fue utilizada o no finalmente en algún momento por la CIA o si había sido o no autorizada por la Casa Blanca fue aparentemente motivo de un intenso debate dentro de las sesiones y comparecencias del Comité Selecto. Las declaraciones contradictorias o ambiguas de Bissell, Harvey o McGeorge Bundy no lograron restar gravedad al tema.

La realidad cubana de aquel entonces nos demuestra que aun antes de crearse aquel proyecto criminal, la CIA ya había desarrollado estos procedimientos macabros para tratar de asesinar a Fidel. El inspector Earman confirma en su informe "[...] que mucho antes del primer contacto de la CIA con John Rosselli, la maquinaria para la preparación de los medios de asesinato fue puesta en marcha [...]". Los documentos del Comité Selecto reconocen también que el complot para asesinar a Patricio Lumumba fue concebido en la segunda mitad de 1960 por funcionarios del gobierno de Estados Unidos, y desarrollado con rapidez hasta el punto de enviar venenos al Congo para que fueran utilizados en el crimen. El proyecto ZR/Rifle solo oficializó una política firmemente establecida por Estados Unidos desde tiempo antes.

El memorando desclasificado firmado por el alto funcionario de la CIA J. C. King, del 11 de diciembre de 1959, dirigido a Allen Dulles, proponía "una profunda consideración a la eliminación de Fidel Castro". El propio Director de la Agencia cínicamente declaró que si bien aprobó aquella mención del memorando "él le dijo al Grupo Especial en una reunión celebrada al mes siguiente", y cito sus palabras: "[...] no tenemos en mente la eliminación inmediata de Castro, sino más bien acciones destinadas a permitir a líderes responsables de la oposición que tengan una posición establecida".15

14 Ibídem, p. M2, t. II.

15 Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia. Ob. cit., R11 y R12.

Algunos juicios y consideraciones de altos representantes de la CIA y el gobierno de Estados Unidos en aquellos años, desclasificados tiempo después, definen con claridad sus concepciones neofascistas sobre este tema:

"Se debe considerar profundamente la eliminación de Fidel Castro [...]". 11de diciembre de 1959, J. C. King, jefe de la División del Hemisferio Occidental de la CIA.

"Cualquier plan de eliminar a dirigentes cubanos, debe hacerse general [...]". Almirante Arleigh Burke, consejero de Seguridad Nacional.

"Los elementos gansteriles quizás constituyan el mayor potencial de reclutamiento para acciones contra dirigentes cubanos [...]". General Edward Landsdale, jefe de Operaciones de la Operación Mangosta.

"La mafia contribuirá a la seguridad nacional [...]". Robert Maheu, involucrado con la mafia en planes de asesinato contra Fidel por encargo de la CIA desde 1960.

Este monstruoso plan constituyó parte esencial del Programa Cuba de Eisenhower de marzo de 1960, que debía culminar con la invasión mercenaria, y a ello dedicaron amplios esfuerzos desde ese año. Ninguna administración norteamericana ni la propia CIA han reconocido oficialmente esto. Un gobierno que había mantenido como política oficial la negación ante cualquier evidencia de actos ilegales y encubiertos cometidos contra otra nación, por medio de la mentira y la desinformación, sería incapaz de aceptar que sus esperanzas de liquidar la Revolución Cubana en aquellos momentos se basaban no solo en la promoción de un proceso de desestabilización interna y una invasión mercenaria armada, sino en la liquidación física de su principal dirigente.

El alto oficial de la CIA Jacob Esterline16 expresó en 1967 "[...] que ningún plan de este tipo podía haber progresado hasta después que se decidió la política sobre Cuba alrededor de marzo de 1960 [...]17, en clara referencia al programa de Eisenhower. Sobre este aspecto el destacado investigador norteamericano Peter Kornbluh, analista principal del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad de Washington, durante un seminario en Estados Unidos en 1996, expresó:

"[...] de alguna forma, la forma menos cara desde el punto de vista paramilitar, para derrocar al gobierno cubano en 1961, hubiera sido eliminar a su carismático líder, Fidel Castro. Sin él, de acuerdo con muchos estimados de la CIA en aquel tiempo,

16 Jacob D. Esterline: "F.I.S. Fecha de ingreso en el servicio febrero de 1951. Jefe Grupo Operativo Cubano. Alto oficial del proyecto antiArbenz en Guate mala y [mutilado]. El señor Esterline habla el español con fluidez. Fue nombrado jefe de Operaciones de la División WH durante la Segunda Guerra Mundial, estuvo 20 meses en la OSS (Oficina de Servicios Estratégicos), y tuvo dos períodos de servicios detrás de la línea de batalla en Birmania. Tenía el grado de capitán y estuvo al mando de dos unidades de guerrilla hasta la acción en batalla (1952), instructor jefe de la Escuela de Guerra de Guerrilla en la Fortaleza Benning (1953), Instructor Jefe [mutilado] en Guerra de Guerrilla". En: Programa de análisis histórico de la CIA "publíquese como quedó censurado" (1997). Estudio del inspector general sobre la operación cubana y documentos afines, p. 82.

En el evento sobre Playa Girón en 1996 en Musgrove Plantation, EE.UU. los organizadores ofrecieron una biografía de Esterline más precisa que la brin dada por la CIA: "Veterano de la OSS, antecesora de la CIA, dirigió las guerrillas malayas detrás de las líneas japonesas durante la Segunda Guerra Mundial. Después de la guerra, fue el director de Operaciones de Pbsuccess en Washington, el cual terminó como un golpe de éxito en 1954 contra el presidente guatemalteco Jacobo Arbenz, y más tarde se convirtió en el jefe de la estación de la CIA en Guatemala y en Venezuela, de donde fue llamado a Washington a principios de 1960 para dirigir el proyecto que finalmente terminaría en la invasión de Bahía de Cochinos. Especialista en guerra de guerrillas, diseñó el proyecto de la intervención inicial de exiliados cubanos —un desembarco aéreo clandestino que tendría lugar en las montañas del Escambray, cerca de Trinidad, en la costa sur, un plan que fue rechazado por el presidente Kennedy. Durante el período anterior a la invasión por Bahía de Cochinos, trató de varias formas de lograr cancelar la operación, previendo el fracaso que finalmente ocurrió. Más tarde se convirtió en jefe de la estación de la CIA en Miami a fines de la década del 60, antes de retirarse y mudarse primero para el Caribe, después para Carolina del Norte y vivir 'bajo cubierta' utilizando el nombre de Jake Engler". James Blight and Meter Kornbluh: Política de ilusiones, Estados Unidos, 1998. Archivo, CIHSE, 2005.

         17 Peter Dale Scott: Ob. cit., pp. 12 y 13.

la revolución hubiera colapsado y la brigada y las fuerzas de la resistencia hubieran tomado el poder [...] La pregunta que me gustaría ver contestada es si había una ruta separada de asesinato que estaba coordinada o se suponía que estuviera coordinada con la invasión por Bahía de Cochinos. Para ser específico: ¿Es posible que Bissell tuviera algo de esto en el fondo de su mente; que la mafia mataría a Fidel justo antes de la invasión misma? Por tanto, incluso si estaba forzado a reducir la cobertura aérea y de otras formas reducir el alcance de la operación en el sitio de desembarco, posiblemente el plan de Bissell pudiera todavía triunfar [...]".18

Kornbluh continuó reflexionando sobre su propia pregunta, mientras Jake Esterline lo escuchaba con atención "[...] En el informe, descubrimos que la CIA —que Jake— recibió cables desde Cuba dos semanas antes de la invasión, discutiendo un esfuerzo de asesinato específico contra Fidel, quien iba a hacer un discurso en el Palacio de los Deportes el 9 de abril. Ustedes tenían un agente —cuyo nombre código era NOTLOX19 — en Cuba, quien estaba enviando mensajes a ti, a través de un

18 Organizado bajo el patrocinio del Instituto de Estudios Internacionales Thomas J. Watson de la Universidad de Brown y el Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington. Se realizó en el centro de convenciones de la Fundación ARCA en Musgrove Plantation, St. Simon Island, Georgia, del 31 de mayo al 2 de junio de 1966. Participaron académi cos, funcionarios allegados al presidente Kennedy, altos oficiales de la CIA retirados del servicio que habían ocupado cargos de importancia en la acti vidad contra Cuba, ex integrantes de la Brigada 2506, miembros de organi zaciones contrarrevolucionarias en la isla en los momentos de la invasión y un funcionario de la antigua URSS con responsabilidad en las relaciones con Cuba. Causas relacionadas con la política de confrontación hacia la Revolución por parte del gobierno norteamericano —recuérdese que 1996 fue el año de aprobación de la Ley HelmsBurton— impidieron la participa ción de una adecuada representación cubana.

19 El material NOTLOX citado por Peter Kornbluh surge de un memorando de R. Mason Cargil, fechado el 21 de mayo de 1975 sobre "Documentos de los archivos DPD relacionados a las operaciones cubanas durante el período 19591961". Además de las diferentes comunicaciones y desde La Habana respecto a intentos de matar a Castro, hay una mención a un proyecto para destruir la principal planta eléctrica de La Habana, fechado el 1ro de abril de 1961. Vea también "Informe sobre complots para asesinar a Fidel Castro", 23 de mayo de 1967 (El informe interior de la CIA sobre la historia de sus intentos de matar a Fidel Castro, incluye recuerdos de su gente clave sobre los diferentes contactos que se hicieron con la mafia). De forma interesante, Esterline es reportado por lo menos dos veces por haber tratado de eliminar el programa de asesinato, una vez que la operación de Bahía de Cochinos arrancó. Pero el informe concluye: "Cualquiera que fuera la intención a este respecto, si la decisión de terminar se hiciera realmente, la decisión no fue comunicada de manera efectiva. Está claro que este plan para asesinar a Castro continuó hasta algún momento después de Bahía de Cochinos", pp. 3334. Tomado de James G. Blight and Peter Kornbluh: Ob. cit.

agente presumiblemente en Florida, nombrado Bell. Esos mensajes eran principalmente solicitudes de ametralladoras, rifles Springfield con miras telescópicas y cosas de esa naturaleza [...] Pienso, Jake, si tienes alguna información acerca de la secuencia de cables y, en general, acerca de cualquier pensamiento que pudiera habérsele dado a la coordinación de intentos de asesinato, sabotajes de las plantas eléctricas alrededor de La Habana y la invasión en Bahía de Cochinos [...]".

Esterline respondió de forma evasiva: "No tengo ningún recuerdo claro. Pero nosotros estábamos recibiendo mensajes de un agente en Cuba. Mi recuerdo es que nosotros pensábamos que el tipo debe haber sido capturado y doblado y estaba funcionando para hacer algo que pondría algo como armas en sus manos [...]".20

Otro participante, el ex asesor del presidente John F. Kennedy, Arthur Schlesinger21 consideró que el proyecto de asesinato era inicialmente una parte integral del plan de invasión, aclarando que el oficial de la CIA Howard Hunt,22

20 Actuar como agente doble al servicio también de otra nación o servicio de inteligencia.

21 Arthur Schlesinger Jr., asistente especial del presidente John F. Kennedy, quien vigilaba (entre otras cosas) todas las iniciativas para América Latina, incluyendo la Alianza para el Progreso y durante la crisis de la Bahía de Cochinos, el enlace con la dirigencia cubana del exilio. Solo entre los íntimos consejeros de Kennedy, Schlesinger se opuso a la invasión durante los primeros meses de la administración. Escribió varios memorandos alertando al presidente no avanzar con la invasión, aunque no argumentó su caso en las reuniones de alto nivel, para su arrepentimiento posterior. Arthur Schlesinger Jr. es también uno de los historiadores más eminentes de la era posterior a la Segunda Guerra Mundial, habiendo ganado el premio Pulitzer dos veces y escrito biografías best sellers tanto de John F. Kennedy (Los mil días, 1965) y de Robert Kennedy (Robert Kennedy y su tiempo, 1978). tomado de James Blight and Peter Kornbluh: Ob. cit.

coordinador político en aquellos momentos iniciales de la operación, recomendó a Bissell23 en mayo de 1960, lo siguiente: "[...] primero, asesinar a Castro antes o coincidiendo con la invasión [...] Sin Castro para inspirar, el ejército rebelde y la milicia colapsaría por la falta de liderazgo". 24 Y Bissell mismo le dijo a Michael Beschloss que el asesinato se intentaba para reforzar el plan.

En 1975 el Senado norteamericano se vio obligado a admitir, según sus propias declaraciones, que los intentos de asesinato contra

22 E. Howard Hunt [...]. PP/PM/ Grupo Operativo Cubano. Los antecedentes del señor Hunt antes de prestar servicios en la Agencia son sus trabajos como escritor y corresponsal de Time, Inc. Se le asignó al OPC y trabajó en [mutila do] [...] durante tres años, posteriormente se le asignó nuevamente al Cuerpo de Oficiales de SE/P&PW. Más tarde fue asignado Oficial PP en [mutilado] [...] antes de que lo seleccionaran como [mutilado] [...] Antes de su asignación a la Fuerza Operativa Cubana, se le reconoció su gran habilidad en la esfera de la acción secreta. Tiene un talento excepcional y gran imaginación en la esfera del PP. En [mutilado] [...] se le hicieron destacados informes. Su español es fluido. Programa de análisis histórico de la CIA publíquese cómo quedó censurado, 1997". Estudio del inspector general sobre la operación cubana y documentos afines, p. 84.

23 Richard Bissell: Nació en el estado de New England. Durante la Segunda Guerra Mundial fue a Washington y llegó a ser director ejecutivo de una empresa de buques, supervisando las operaciones de abastecimiento de los norteamericanos y las fuerzas aliadas alrededor del mundo. En 1948 trabajó en el Plan Marshall y durante cuatro años fue el principal ejecutivo de la administración para la Cooperación Económica y de su sucesora la Mutual Security Agency. Está considerado el padre de los aviones espías U2 y de su sucesor el avión supersónico SR71. Estuvo involucrado en el desarrollo de los sistemas de satélites espías y cámaras sofisticadas a finales de los años 50 y principios de los 60. Sirvió primero como asistente especial y después como subdirector de Planes de la CIA bajo el mandato de Allen Dulles y desempeñó un papel clave en la invasión de la Brigada 2506 por Playa Girón como uno de los estrategas de la operación. Como jefe de las operaciones clandestinas de la CIA fue el responsable de un proyecto secreto para asesinar a Fidel Castro llamado ZR/ Rifle. Al cumplirse el primer aniversario de la derrota de la invasión fue condecorado por Kennedy con la Medalla de la Seguridad Nacional. Falleció el 7 de febrero de 1996 a los 84 años de edad. Documentos CIHSE, 2005.

24 Arthur Schlesinger Jr.: "Robert Kennedy and His Times" (New York: Ballantine, 1978), pp. 488489. Tomado de James G. Blight and Peter Kornbluh: Política de ilusiones, Ob. cit., pp. 6569.

Fidel comenzaron desde 1960 y se prolongaron hasta 1965 y consistieron en ocho proyectos que iban desde tratar de desacreditar su figura hasta el intento de asesinato por diferentes medios, en contubernio de la CIA con la mafia norteamericana25 y otros criminales a su servicio.26 El propio Comité Selecto reconoció que esos intentos fueron claramente autorizados por lo menos hasta el nivel de la Dirección de Planes de la CIA e incluso consideran la posibilidad que Dulles supo y autorizó los complots que ocurrieron durante su permanencia en el cargo.27

Otros dirigentes revolucionarios fueron objeto también de aquella persecución. Pocos casos han sido reconocidos hasta hoy por Estados Unidos. Por sus particularidades y la etapa temprana en que se desarrolló merece atención el complot urdido contra un prestigioso revolucionario nombrado Carlos Rafael Rodríguez28

25 "[...] Oficiales de la CIA hicieron uso de personas asociadas con los bajos fondos con el fin de lograr el asesinato de Fidel Castro [...]" (Un informe provisional del Comité Selecto del Senado de EE.UU. para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia, t. II. Imprenta del gobierno de EE.UU. 20 de noviembre (Día legislativo 19 de noviembre) de 1975, p. Q16.

26 Ibídem, p. Q16. "[...] El esfuerzo por asesinar a Castro comenzó en 1960 y continuó hasta 1965. Los planes para asesinarlo utilizando tabacos envenenados, conchas marinas explosivas y un traje de buceo contaminado no pasó de la fase de laboratorio. El complot que involucraba figuras del hampa alcanzó la etapa de elaborar píldoras envenenadas, establecer los con tactos necesarios para mandarlas a Cuba, conseguir los asesinos potenciales dentro de Cuba, y aparentemente entregar las píldoras en la propia isla".

27 Ibídem, p. R5. "Bissell y Edwards testificaron que le habían informado a Dulles (y Cabell) sobre el complot que incluía indirectamente a figuras del bajo mundo, pero que ellos estaban seguros de que él había comprendido que el complot incluía el asesinato. Su testimonio se apoya en el hecho de que Dulles conocía el complot para asesinar a Lumumba, que se estaba fraguando al mismo tiempo, y en el cual estaba también comprometido Bissell [...] La única sugerencia de autorización presidencial explícita para los complots contra Castro fue la opinión de Richard Bissell de que Dulles le habría informado a los presidentes Eisenhower y Kennedy con algunos rodeos después de que el asesinato estuviera planificado y en vías de ejecución". Un informe provisional del Comité Selecto del Senado de EE.UU. para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia, t. II. Imprenta del gobierno de EE.UU. 20 de noviembre (Día legislativo 19 de noviembre) de 1975, p. R5.)

28 Carlos Rafael Rodríguez (1913): Dirigente del Partido Socialista Popular. Al triunfo de la Revolución dirigió el periódico Hoy y el Instituto de Reforma Agraria. Formó parte del Secretariado y del Buró Político del Partido Comunista, fue vicepresidente del Consejo de Ministros y del Consejo de Estado. Ocupó la presidencia del Banco Nacional de Cuba y del Comité Estatal de Cooperación Económica. En 1983 presidió el Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME). Falleció el 8 de diciembre de 1997 en La Habana.

ya fallecido, fuertemente hostigado desde la embajada norte americana por su pensamiento marxista leninista.29

El objetivo no era solo lograr el descrédito político

J. S. Earman afirmó que había quedado bastante claro en su investigación30 que los planes de asesinato diseñados a finales de1960 y principios de 1961 fueron llevados a cabo agresivamente y eran vistos por algunos de sus participantes como uno de los esfuerzos globales para derrocar al régimen que culminaron con Bahía de Cochinos.31 Según el Inspector General la vitalidad de los distintos esquemas de asesinatos aplicados por la CIA contra Fidel variaron en la medida en que el gobierno intensificaba sus esfuerzos para derrocarlo. En su opinión, los complots que él logró identificar hasta agosto de 1960, estaban dirigidos solo a desacreditar a Fidel políticamente, influyendo en su conducta o alterando su

29 "[...] La actividad estaba dirigida, por el coronel Wilson, funcionario militar de la embajada de Estados Unidos y jefe del punto cuatro que atendía Geodesia y Cartografía en el país. Se trataba de un grupo contrarrevolucionario que era entrenado por este funcionario norteamericano en el manejo de armas de fuego en una habitación del hotel Nacional [...] En este lugar se proyectaba hacer un atentado a Carlos Rafael Rodríguez, aprovechando sus frecuentes visitas para encontrarse con dirigentes de Partidos Comunistas y de otras fuerzas progresistas de América Latina [...]". Continuó rememorando que con el propósito de comprobar y registrar aquella acción criminal, se colocó una cámara de filmación en la habitación contigua, a través del espejo de la cómoda situada en la pared divisoria. "[...] En el camino me explicó las características de esos espejos muy conocidos y utilizados por algunas personas de la época, pero totalmente nuevos para mí y para otros muchos compañeros: eran los espejos, a través de los cuales, se puede ver. Sustituimos el espejo de la habitación donde se realizaban los entrenamientos por otro espejo comprado en la calle Galiano, entre ellos no existían diferencias. Esto nos permitió filmar algo insólito: el entrenamiento por un funcionario diplomático norteamericano de un grupo contrarrevolucionario en Cuba en la habitación de un hotel para atentar contra la vida de un dirigente de la Revolución. Este plan se frustra y se opera contra el grupo, ocupándose un alijo relativamente importante de armas destinadas al atentado [...]". Testimonio brindado por el coronel (r) Ramón Oroza Naverán, Demetrio. Entrevistador: teniente coronel José Lorences González, CIHSE, 2003.

30 Peter Dale Scott: Ob. cit., p. 2. Memorando para los récords. Informe sobre planes de atentado a Fidel Castro, 23 de mayo de 1967. Este informe fue preparado a solicitud del Director de la CIA, asignándose esta tarea al inspector general J. S. Earman el 23 de marzo de 1967. Según instrucciones expresas todas las copias fueron destruidas el 23 de mayo de 1967, conservándose solo el original clasificado que fue leído por Richard Helms, director CIA, J. S. Earman (IG), J. E. Creer, Inspector (uno de los autores) S.D. Breckinridge, Inspector (uno de los autores). Todos los borradores y la mecanografía fueron hechos por los autores. Archivo CIHSE. Traducción al español.

31 Ibídem. CIA Assassination Plots. A report from the Inspector General on plots to assassinate Fidel Castro. Memorandum. Peter Dale Scott. English Dept. University of California, Berkeley, p. 2.

apariencia. El Comité Selecto del Senado secundó esta consideración años más tarde, al señalar "que los esfuerzos dirigidos contra Castro no comenzaron con intentos de asesinato". La evaluación de Earman en este punto resulta inexacta, ya que dichos "proyectos", inocentes o ridículos en apariencia, eran verdaderos instrumentos letales en potencia.

Estos proyectos estaban relacionados con el uso de tabacos envenados y otras sustancias como la sal de talium y un compuesto químico que supuestamente producía reacciones similares a la droga conocida como LSD (lisergic acid). El Comité Selecto del Sena do calificó con insólita irresponsabilidad estos peligrosos proyectos magnicidas ocurridos entre marzo-agosto de 1960 como "[...] planes con vistas a socavar la simpatía carismática de Castro por me dio del sabotaje contra sus discursos [...]"

Jacob Esterline se contradice en su primera declaración ante Earman en 1967 al expresar que el compuesto químico en los tabacos estaba dirigido a provocar "desorientación" en Fidel. Según sus palabras: "la idea era que Castro se fumara uno antes de decir un discurso y entonces que hiciera el ridículo".

En una segunda entrevista finalmente dijo que aunque era evidente que él ya no recordaba el efecto que se intentaba con los tabacos, estaba seguro de que no era letal. Recuerda haber tenido los tabacos en su caja de seguridad y que definitivamente estaban destinados a Castro. Agregó que no se utilizaron porque W4 (grupo especial de la CIA creado para el caso cubano) no pudo diseñar cómo enviarlos sin peligro o daño para la agencia y que los destruyó antes de dejar W4 en junio de 1961. Con sus palabras, Esterline intentó restar importancia a aquel proyecto altamente mortífero.

El oficial de la CIA Sydney Gottlieb contradijo a Esterline al expresar que él recordaba de forma distinta "[...] un plan que involucraba tabacos, de este plan, del que se habló frecuentemente en el medio de la CIA, que estaba relacionado con el asesinato y no meramente con influencia en la conducta [...]", Earman no pudo determinar si Esterline y Gottlieb se referían al mismo caso o de dos planes no relacionados. Finalmente, el propio especialista de la CIA encargado de preparar el peligroso veneno no dejaría dudas acerca del propósito de aquel criminal proyecto.

"[...] El Dr. Edward Gunn, jefe de División de Operaciones, Oficina de Servicios Médicos, de la CIA, declaró ante Earman lo siguiente:

[...] que el 16 de agosto de 1960 recibió una caja de tabacos cubanos para ser tratados con material letal. Él entendió que era la marca favorita de Fidel [...] que estaba seguro de que contaminó una caja completa con 50 tabacos con toxina de botulina, un veneno virulento que produce una enfermedad fatal unas horas después de su ingestión [...] recuerda claramente el trabajo de tapas y sellos que tuvo que hacer sobre la caja y sobre cada uno de los tabacos envueltos, tanto para llegar a los tabacos como para borrar la evidencia de que fue forzada [...] los tabacos fueron contaminados tan fuertemente que simplemente poniendo uno en la boca haría el trabajo, la víctima escogida no tendría que fumarlo realmente [...]".32

Según Esterline, el otro plan consistente en utilizar la sal de talio estaba dirigido supuestamente a "[...] destruir la imagen de Castro como barbudo, causándole la caída de la barba [...]". El propio documento de la CIA reconocía que una dosis adecuada causaba depilación en la piel, pero en demasía producía una parálisis, lo que constituía también un peligroso proyecto. Estudios médicos recientes realizados por Estados Unidos reconocen que esta sustancia puede producir la muerte u otras graves afecciones.33 ¿Por qué entonces tratar de minimizar el efecto homicida de estos actos? La res puesta es obvia.

Una leyenda imperfecta

El Comité Selecto del Senado consideró en su informe que "[...] la primera acción auspiciada por la CIA contra la vida de un dirigente cubano de que tenga noticias el Comité, ocurrió en 1960 [...] Un cubano que se había ofrecido voluntariamente a ayudar a la CIA en la obtención de información de inteligencia le informó a su oficial de caso en La Habana que él probablemente estaría en contacto con Raúl Castro [...]".

Según el Comité, el centro principal de la CIA recibió un cable de la estación local de su embajada en La Habana en horas de la noche del 20 de julio, en la que proponían que el cubano podría cubrir cualquier necesidad de información que resultara necesaria. La jefatura de la CIA envió un cable "a primera hora" del 21 de julio de 1960 a su estación en La Habana donde

32 Ibídem, p. 13. CIA Assassination Plots. A report from the Inspector General on plots to assassinate Fidel Castro. Memorandum. Peter Dale Scott. English Dept. University of California, Berkeley. Versión en español.

33 Los estudios de gente que ingirió grandes cantidades de talio durante un período breve han descrito vómitos, diarrea, caída temporal del cabello y efectos en el sistema nervioso, los pulmones, el corazón, el hígado y los riñones. El talio también ha causado la muerte. ATSDR. Dpto. de Servicios Humanos de EE.UU. Agencia para sustancias tóxicas y registro de enfermedades. Portal de Internet, 2005.

indicaba: "Posible eliminación tres jefes principales siendo considerada seriamente por oficina central[...]" indagando si el cubano se sentía lo suficientemente motivado para arriesgarse a preparar un accidente que involucrara a Raúl Castro y aconsejaba a la estación en La Habana a contactar a discreción con la fuente para determinar su disposición de cooperar y sus sugerencias sobre los detalles de la operación. Según el informe del Senado se autorizó el pago de 10 mil dólares después de "la conclusión exitosa", pero no se permitió el pago por adelantado debido a que existía la posibilidad de que el cubano fuese un agente doble.

No era la primera vez que la CIA se refería a la posible eliminación de tres altos dirigentes cubanos. Pero esto se conoció muchos años después al desclasificarse el documento secreto norteamericano que mencionaba al alto funcionario de la CIA J.C.King declarando en diciembre de 1959 que "[...] a menos que se eliminase a Fidel, Raúl Castro y Che Guevara, todos juntos, lo cual es poco probable, esta operación podría ser un asunto largo y trabajoso [...]"

Al siguiente día 22 de julio la CIA indicó abandonar el caso, en momentos en que la fuente ya había sido orientada. Esta última, según el Comité Selecto, le dijo después al oficial del caso en La Habana que no había tenido oportunidad de preparar el "accidente". Este oficial declaró ante el Comité que él y el cubano habían contemplado solo la obtención de información de inteligencia y que ellos no habían propuesto aquel asesinato. Según este oficial, el cable recibido representaba "[...] un alejamiento considerable de las actividades convencionales que se nos había pedido que realizásemos[...]"

Pura hipocresía. La promoción de alzamientos, atentados y sabotajes en la que participaban activamente los oficiales de esa estación de la CIA con grupos terroristas internos a mediados de 1960 no eran precisamente actividades convencionales.

Por razones aún no explicadas, la CIA se vio obligada a reconocer ante el inspector Earman la existencia del cable cifrado del 21 de julio en el que reconoce estar evaluando la posible eliminación de tres dirigentes cubanos y orienta claramente a su estación en La Habana a proceder al asesinato del ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Raúl Castro Ruz. Sin embargo, la historia tejida alrededor de este hecho resulta incomprensible en muchos aspectos. Para cualquier lector podría resultar poco creíble que la jefatura de la CIA, tan solo en unas pocas horas (madrugada del día 21 de julio), estuviera en condiciones de autorizar o dejar a discreción de su estación en una acción como aquella a manos de una supuesta fuente voluntaria, que de acuerdo a unos pocos datos recibidos horas antes, no mantenía una relación permanente con Raúl y sobre la que existía la posibilidad de ser un doble agente. Utilizando el propio argot de la Agencia, aquello resultaba una leyenda imperfecta.

Quizás le resultaba más comprometedor explicar que aquello no se trataba de un simple contacto operativo con una fuente "eventual y voluntaria", sino una relación estable con un agente entrenado y pagado por su embajada, realizando una posible labor de penetración en un ambiente cercano al jefe militar de un país extranjero, al que entonces orientan asesinar, simulando un accidente. ¿Había sido esta la verdad? ¿Formaba aquel suceso parte de otra operación siniestra en curso, ya premeditada, de las muchas que ejecutaba diariamente su desmedida estación local en Cuba? ¿Qué trató de ocultar la CIA? Los planes de la CIA para asesinar a Fidel y a Raúl Castro Ruz de un solo golpe se repetirían meses después de Girón. Sin embargo, Earman no mencionó, ni mucho menos reconoció, otros casos semejantes en su informe en 1967 ni el Comité Selecto los recogió en sus actas en 1975.34

34 Un año después de aquel suceso, en vísperas de la celebración del 26 de julio, pero de 1961, no por coincidencia, la CIA desarrolló la operación Patty para intentar asesinar a Raúl en Santiago de Cuba y a Fidel en La Habana, aprovechando los actos masivos en ambas ciudades. Aquella operación de

"exterminio general" sería controlada directamente por la CIA. Los oficiales Harold Bishop, Frank Bender y Carl Hitch estaban al tanto de aquella opera ción, que sería ejecutada por miembros de las organizaciones terroristas MRR, MRP y el Movimiento 30 de Noviembre, con el apoyo en armas y explosivos del servicio de inteligencia militar de la Base Naval de Guantánamo. El monstruoso plan fue abortado por la seguridad cubana unos días antes del 26 de julio. Informes desclasificados cubanos de aquellos momentos reseñan estos hechos: "[...] Perucho Monterrey levantó un plano del stadium Maceo y de las casas que lo rodean [...] señalando con cruces rojas a tres de las casas seleccionadas para elegir en definitiva la que iba a ser utilizada para situar la ametralladora calibre 30 atendida por dos hombres, la que haría fuego sobre la tribuna en el acto conmemorativo del 26 de julio, cuando el comandante Raúl Castro estuviera haciendo uso de la palabra [...] acto seguido otros cuatro hombres se abrirían paso con granadas de mano lanzadas contra la referida tribuna a fin de lograr la confusión [...] Legón tenía la encomienda de apostarse con seis hombres más y un automóvil en el entronque de la carretera del aeropuerto y Ciudamar, para el caso que falla ra el atentado al comandante Raúl Castro [...] agredirlo en dicho lugar cuando este fuera por dicha carretera hacia el aeropuerto para tomar un avión hacia la capital [...] En La Habana, el plan de atentado a Fidel se produciría simultáneamente [...] a todo este plan lo bautizaron con el nombre de operación Patty, que consistía en un atentado al comandante Dr. Fidel Castro Ruz en la concentración que se llevaría a cabo en la Plaza de la Revolución; esto lo harían emplazando un mortero en un lugar en la calle Amézaga [...]". Documento cubano Acta de la Oficina Jurídica del Departamento de Seguridad del Estado. 8162. (15 folios) desclasificado durante la conferencia internacional La crisis de octubre, 40 años después, La Habana, octubre, 2002.

Nuestra investigación identificó algunos de estos planes a finales de aquel año 1960. En octubre dos grupos terroristas dentro del país, uno de ellos perteneciente al denominado Movimiento 30 de Noviembre, declararon su intención de realizar atentados a dirigentes revolucionarios los que fueron previamente detenidos y juzgados por los tribunales. En noviembre, otros dos terroristas de origen cubano nombrados Armando Cubría Ramos y Mario Tauler Sagué, los que habían marchado a Estados Unidos pocos meses antes, arribaron clandestinamente por Punta Hicacos, Varadero, introduciendo armas y explosivos para realizar actos terroristas e intentar asesinar a Fidel Castro y otros dirigentes, siendo detenidos y juzgados en la causa 334/60.35

La verdadera historia de las pastillas envenenadas

Earman consideró en su informe que a partir de agosto de 1960 se inició el primer plan serio de asesinato con la participación de figuras del hampa norteamericano y personas dentro de Cuba.36

Si bien la CIA se vio obligada a reconocer aquella operación de guerra sucia que implicaba directamente a algunos altos funcionarios en vínculos criminales con la mafia en asuntos de tal gravedad, ocultó hechos que la incriminaban directamente o intentó minimizar su responsabilidad en otros, trató de presentarse como una posible víctima del chantaje por parte de la mafia, inventó subterfugios para confundir a la opinión pública y al propio Comité o para disimular determinados cabos sueltos que pudieran conducir a un escenario más comprometedor para la agencia y el propio gobierno.

35 Cronología de actos terroristas. Oct-nov de 1960. Documentos del CIHSE.

2005.

36 En agosto de 1960 la CIA dio pasos para enrolar a miembros de la mafia para asesinar a Fidel "[...] Bissell confirmó que pidió a Edwards que se encontrase con alguien para asesinar a Castro, y creía que fue de Edwards la idea de establecer contacto con miembros de un sindicato del juego que operaba en Cuba [...]". (Bissell 9675). Declaración ante el Comité Selecto del Senado. Ob. cit.

La información desclasificada indica que en un primer momento surgieron puntos de vista discordantes entre la CIA y la mafia37 en cuanto al posible método a utilizar en el magnicidio. A finales de 1960, según señala Earman: "[...] aparentemente la agencia había pensado primero en términos de un asesinato político al estilo de las pandillas en el cual Castro sería derribado a balazos [...]". Pero Giancana38 razonó que no se podría reclutar a nadie porque la posibilidad de sobrevivir y escapar sería insignificante, decidiendo proponer a sus jefes en Nueva York tratar de introducir un veneno letal, lento y efectivo. Según el Comité "[...] existen algunas pruebas de que a Giancana o Rosselli39 se les ocurrió la idea de depositar una cápsula en una bebida de Castro para darle al agente la posibilidad de escapar [...]".40

37 Robert Maheu, un antiguo agente del FBI, en aquel tiempo un operativo que trabajaba para un Fiscal de EE.UU en la CIA, fue un vínculo clave con Sam Giancana y Johnny Rosselli, las dos figuras de la mafia más íntimamente mezclados con los intentos de matar a Castro. Vea a Evan Thomas: The Very Best Men: Four Who Dared (New York: Simon &Schuster, 1955), pp.226

228. (Tomado de James G. Blight y Peter Kornbluh: pp. 6569.)

38 Sam Giancana: Seudónimo: Sam Gold, Momo Salvatore: Supuesto autor de tres homicidios. Nunca compareció ante los tribunales; pertenecía a la ban da local de Al Capone; obtuvo millones de dólares con el contrabando de drogas, los garitos y los prostíbulos. Junto a John Rosselli, recibieron de la CIA el encargo de asesinar por 150 mil dólares a Fidel, Raúl y al Che. Cuando el Comité Selecto del Senado de EE.UU. se hallaba en plena investigación de los complots de la CIA para eliminar a líderes políticos extranjeros, recibió una citación de Washington, para que declarara, a lo que suplicó se le asegurase una constante protección. El 19.06.75, fue muerto a tiros en el sótano de su casa. Se desconoce si el autor fue identificado. Documentos del CIHSE.

39 John Rosselli: Ex cacique de la mafia, socio de Sam Giancana, mercenario al servicio de la CIA, para lo cual sirvió de enlace con los planes de atentado al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. En junio del 75 compareció ante el Comité Selecto que investigó los complots de la CIA para asesinatos de líderes extranjeros. Apareció asesinado el 28 de julio de 1976 dentro de un barril de aceite flotando en la bahía de Key Biscaine, Fla. poco después de su testimonio en el Senado norteamericano. En aquel entonces, regenteaba desde Miami los negocios de la mafia en Chicago, Las Vegas y Florida.

40 Según el informe del Comité Selecto "el efecto corrosivo de tener que tratar con personajes del bajo mundo está gráficamente demostrado por el hecho de que el fiscal general Robert Kennedy, el cual ha dedicado gran parte de su vida profesional a luchar contra el crimen organizado, no emitió una orden en contra de la cooperación con tales personas cuando él supo en mayo de 1962 que la CIA había utilizado a Sam Giancana en una delicada operación contra Cuba […], el Fiscal General supo que la operación —la cual le fue descrita como terminada— había involucrado el asesinato. De acuerdo con testigos de la CIA, el Fiscal General estaba furioso por el informe y cursó órdenes diciendo que él debía ser consultado antes de que fuesen utilizados de nuevo personajes del bajo mundo. Él no dijo, sin embargo, que no se debía utilizar más a personajes del bajo mundo".

Según el informe del Inspector General de la CIA, el mafioso Santos Trafficante41 tenía contactos con un "funcionario insatisfecho" que tenía acceso a Castro de una forma que presumiblemente lo capacitaba para envenenarlo. Siguió diciendo que los gangsters identificaron como "su hombre" a Juan Orta, director de las oficinas del Primer Ministro Fidel Castro, el que —según ellos— estuvo una vez en posición de recibir pagos de los intereses del juego y como había perdido esa fuente de ingresos necesitaba dinero.

Más tarde, entre finales de febrero y principios de marzo de 1961 —según Earman— la mafia informó a la CIA que las píldoras habían sido enviadas a Cuba y entregadas a Orta, el que las mantuvo en su poder un par de semanas y las devolvió, lo cual no parece cierto.42

Juan Orta se asiló en la embajada de Venezuela en La Habana entre el 11 y el 13 de abril de ese año.43 El gangster Rosselli y el jefe de apoyo de la CIA declararon más tarde ante el Comité Selecto el 30 de mayo y el 24 de junio de 1975 que "el funcionario cubano descrito por el Inspector General como aquel que realizó el primer intento estaba de hecho implicado en el proyecto de asesinato e imputaron su fracaso a haberse rajado por cobardía [...]". Esto puede tener relación con una

41 Santos Trafficante (1915). Jugador profesional. Arrestado en EE.UU. en varias ocasiones por violar las leyes federales. Dueño del Cabaret Sans Souci en Cuba; al triunfo de la Revolución fue considerado elemento indeseable; detenido en junio de 1959 y enviado hacia EE.UU. En 1960 comenzó a trabajar para la CIA en un plan de atentado contra Fidel Castro en estrecha relación con Antonio Tony Varona y la organización contrarrevolucionaria que este dirigía, denominada RESCATE.

42 Hasta el momento, los norteamericanos no han ofrecido ninguna evidencia de que aquel potente veneno haya sido devuelto. Las evidencias obtenidas en esta investigación señalan lo contrario. En una fecha no precisa, antes de la invasión de Playa Girón, Alberto Cruz Caso, uno de los principales cabecillas de la organización Rescate en Cuba, miembro después de 1962 de una importante red de espionaje de la CIA, declaró que las cápsulas fueron introducidas en Cuba por el contrarrevolucionario Rodolfo León. Las cápsulas, según Cruz Caso, fueron guardadas en un laboratorio farmacéutico. De inmediato se dieron a la tarea de ubicar posibles ejecutores para realizar el asesinato. Documentos del MININT. Expediente de Alberto Cruz Caso, CIHSE, 2005.

43 Juan A. Orta Córdova fue miembro del Partido Ortodoxo y posteriormente colaborador del Movimiento 26 de Julio. Al triunfo de la Revolución laboró en las oficinas del Primer Ministro, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. Du rante su asilo fue autor de numerosos incidentes y provocaciones contra los custodios cubanos y empleados de las sedes de Venezuela, y posterior mente México. Participó en campañas propagandísticas contra Cuba desde su asilo. El 22 de octubre de 1964 se le concedió el salvoconducto y abandonó el país rumbo a México. Según el informe de Jack Earman, arribó a Miami a principios de febrero de 1965.Documentos del CIHSE, 2005.

supuesta fuente de la estación de la CIA en Miami que informó el 21 de marzo de 1961 que Juan Orta deseaba desertar y solicitaba ayuda.44

Earman comentó que Orta perdió su posición en las oficinas del Primer Ministro cubano el 26 de enero de 1961, lo que al parecer ya sabía la mafia cuando le envían el veneno. Sin embargo —razona Earman— los altos funcionarios de la CIA Edwards y O'Conell "no conocieron del momento en que Orta perdió su posición" —y termina diciendo— "parece probable que mientras la agencia pensaba que los gangsters tenían un hombre con fácil acceso a Castro, lo que tenían era un hombre disgustado por haber perdido este acceso [...]" Al parecer, el inspector Earman se equivocaba en este razonamiento. ¿Por qué el interés de la CIA en presentar a Juan Orta, considerado por el Comité Selecto del Senado el primero en intentar ejecutar el asesinato de Fidel, como un funcionario cubano insatisfecho, comprometido, reclutado y sobornado por la mafia y además cobarde?

Quizás la respuesta pudo haberla dado el propio Orta si el inspector general Earman lo hubiera entrevistado en Miami, adonde había arribado en 1965. Quizás hubiera declarado que desde 1953 cumplía misiones como agente del Departamento de Estado en Santo Domingo o que era directamente atendido desde 1959 en la más completa clandestinidad por la estación local de la CIA en La Habana como agente indicador45 en los momentos en que trabajaba en las oficinas del Primer Ministro cubano. De ser esto cierto, como aseguró la fuente citada, la CIA tendría que revelar algún día por qué ocultó ante Earman y el Comité Selecto esos vínculos secretos con Orta, o si estaba tratando de "protegerlo" para comprar su silencio sobre sus viejos vínculos con la CIA, como hace hoy con el terrorista Luis Posada Carriles. O si le convenía más presentarlo ante la opinión pública norteamericana como un corrupto empleado de la mafia que como un agente a su servicio. Esto último podría explicar el porqué la CIA no orientó directamente a su agente a ejecutar el magnicidio sino prefirió utilizar como pantalla a la mafia en tan repugnante acto.

44 CIA Assassination Plots. A report from the Inspector General on plots to assassinate Fidel Castro. Memorandum. Peter Dale Scott. English Dept. University of California, Berkeley, p. 61.

45 Entrevista con el ex oficial de la CIA John Mac Meckples Spiritto. El detenido señaló que había conocido a Juan Orta en Santo Domingo en 1953, cuando este era agente del Departamento de Estado de EE.UU. Según su declaración, con posterioridad al triunfo revolucionario, Juan Orta trabajó como agente encubierto para la CIA, atendido desde la estación local en la sede diplomática de Estados Unidos en La Habana. Archivos del MININT,1972.

En aquellos primeros contactos con la mafia —según declaró el Inspector General— la CIA negó siempre "conocer" a los ejecutores directos. Esto le permitiría, en el momento oportuno, negar su participación, de acuerdo al concepto de la "negación plausible".

Después de aquel fracaso, cuando faltaban pocas semanas para la invasión mercenaria, en medio de la frustración y anticipando ya el futuro revés, según Earman, la CIA aprobó la utilización del terrorista Manuel Antonio de Varona Loredo, cabecilla del Frente Revolucionario Democrático y del grupo terrorista Rescate,46 para un nuevo proyecto criminal contra Fidel. Rosselli entregó el dinero acordado y nuevas pastillas letales fueron entregadas a Varona en una reunión en el Hotel Fointainebleau de Miami entre los meses de marzo y abril de 1961 para que las hiciera llegar a Cuba. Rosselli declaró ante el Comité Selecto en 1975 que Maheu "[...] abrió su portafolio y colocó un montón de dinero sobre sus rodillas [...] y también sacó las cápsulas y explicó cómo iban a ser utilizadas [...] Según recuerdo, no podían ser usadas en sopas hirvientes y en cosas como esas, pero sí podían usarse en agua o algo parecido, con un efecto de duración limitada [...] todo tenía que hacerse lo más rápidamente posible [...]". Según comentó Earman: "[...] poco es conocido de los canales utilizados más allá de Varona [...] se cree que tenía una persona dentro de Cuba en posición de utilizar la pastilla contra Castro [...] Edwards47 recuerda algo sobre un contacto que trabajaba en un restaurante frecuentado por Castro [...] Edwards cree que el plan fracasó por que Castro dejó de asistir a ese restaurante [...]".48

La CIA mentía al afirmar que desconocía los "canales utilizados más allá de Varona [...]" Tony Varona dirigía desde Miami uno de los principales grupos terroristas que actuaban en Cuba en esos momentos, la organización contrarrevolucionaria Rescate Revolucionario Democrático,49

46 Según información del FBI de enero de 1961, se asociaba a Varona con la mafia, la que supuestamente le brindaba dinero para sus operaciones subversivas en la isla, a cambio de un "tratamiento privilegiado" en la Cuba del futuro. Documentos del CIHSE.

         47 Edwards Sheffield, director de seguridad, CIA.

48 CIA Assassination Plots. A report from the Inspector General on plots to assassinate Fidel Castro. Memorandum. Peter Dale Scott: English Dept. University of California, Berkeley. Versión en español, p. 25.

49 Rescate Revolucionario Democrático. En mayo de 1960, los seguidores del politiquero Antonio de Varona —ex ministro del gobierno de Prío y vinculado a la mafia— deciden crear una nueva organización dada las contradicciones y ambiciones de poder que existían entre estos, fundamentalmente por di vergencias entre Varona y Carlos Prío, surgiendo así Rescate Revolucionario Democrático. Dirigido desde el exterior por el propio Varona, se convirtió en uno de los principales grupos contrarrevolucionarios. En EE.UU. contaba con capital y vínculos con la CIA para el suministro de materiales para ejecutar sus planes subversivos y de terrorismo en Cuba. Uno de sus cabecillas fue Alberto Cruz Caso, Leopoldina Grau Alsina ocupaba el frente femenino, ambos pertenecieron después a una red de espionaje dirigida por la CIA. Este movimiento planeó y organizó varios atentados al Comandante en Jefe. Documentos del CIHSE.

abastecida con armas y explosivos por la agencia. La propia CIA había situado a Varona al mando del Frente Revolucionario Cubano (FRC) en 1960. Según rememora Earman, el alto oficial de la CIA Jacob Esterline, preocupado al conocer la participación del cabecilla en aquel complot, intentó cancelar, sin éxito, aquella operación, al considerarlo una de las cinco figuras claves del FRD, fuertemente involucrado en el apoyo a la cercana invasión de Playa Girón.

La CIA trató de negar o al menos minimizar su responsabilidad en este nuevo complot al declarar ante el Comité la posibilidad de que Varona ya estuviera involucrado en operaciones independientes con la mafia para eliminar a Fidel, antes de que fuera contactado por primera vez en marzo de 1961. El propio Comité argüía que de ser cierto lo anterior, Estados Unidos había aprobado oficialmente, sin saberlo, una operación de asesinato independiente ya existente, lo que supuestamente los convertía en víctimas de una mentira y en rehenes de la mafia. Sus argumentos resultaban sorprendentes: "[...] Más bien parece que el crimen organizado ya tenía en progreso su plan de envenenamiento [...] cuando la CIA entró en escena fortuitamente [...] entonces el crimen organizado ocupaba una posición perfecta: si sus planes privados tenían éxito, entonces tendrían un potencial de chantaje de más alcance contra la CIA que podrían ejercer en el momento oportuno. Sin embargo, si fallaba podían asumir la posición de que solo ejecutaban las directivas del gobierno y posiblemente podían utilizar su participación como posible chantaje [...]". El ex subdirector de la CIA Richard Bissell, durante una entrevista con el Comité se refirió al "chantaje", diciendo que "él había llegado a sentir que la amenaza de chantaje por parte de las personalidades del hampa comprometidas habían constituido el peligro mayor de los planes [...]".50 [Se refiere a los planes de asesinato.]

Más asombrosa aún resultó la declaración del entonces director de la CIA Richard Helms ante el Comité en 1975, en la que ponía en duda que las píldoras hubieran salido de Estados Unidos, negando incluso que este proyecto se tratara de un verdadero plan de asesinato.51 La actitud del señor Helms resultaba, por demás, cínica y ridícula.

50 Anexo a la investigación sobre el asesinato de Kennedy. Actividades y organizaciones anti castristas. Washington. 1979. Traducción al español, p. 88. Documentos del CIHSE.

51 "[...] También entiendo que existía la cuestión de las píldoras envenenadas que se suponían que se trasladaran a La Habana. Nunca hubo pruebas de que se transportaran o salieran de Estados Unidos. Nunca hubo pruebas de que el plan saliera del territorio de la Florida y si de hecho era un plan de asesinato, se me informó mal, porque yo tenía entendido que era un esfuerzo para ver si se podía establecer conexión entre la mafia en la Florida y la mafia en La Habana. Hasta donde yo sé, nunca se hizo la conexión". Anexo a la investigación sobre el asesinato de Kennedy. Actividades y organizaciones anti castristas. Washington. 1979. Traducción al español, p. 79. Documentos del CIHSE.

Documentos cubanos establecen que Alberto Ceferino Cruz Caso,52 recibió de manos de un miembro de su organización, enviadas por Tony Varona, una pequeña caja de cápsulas blancas transparentes similares a las de creosotas o de aceite de hígado de bacalao a principios de 1961,53 algunas de las cuales fueron entregadas a Leopoldina Grau Alsina (Polita),54 la que reconoció este hecho. El terrorista Jesús Companioni Souza55 relató que en los primeros meses de 1961 se reunió con Polita en su domicilio de 5ta Avenida y calle 14, en Miramar, la que conociendo sus actividades contrarrevolucionarias en el sector gastronómico, solicitó su colaboración para atentar contra Fidel en algunos centros donde este concurría a comer, para lo cual le entregó dos tabletas envueltas en papel de celofán, las que no daban sabor al paladar y tenían efecto a las 24 horas, después de ingeridas. El terrorista Santos de la Caridad Pérez Núñez56 confesó haberse reunido a principios de 1961 con su amigo

52 Alberto Ceferino Cruz Caso. Ex ministro y representante a la Cámara duran te el gobierno de Grau San Martín, conocido por el seudónimo de Esteban. Cabecilla de la organización terrorista Rescate y posteriormente reclutado por la CIA. En unión de Leopoldina Grau se dio a la tarea de ubicar posibles cómplices que trabajaran en restaurantes, los que presumiblemente visitaba Fidel. Se valoraron entonces por los asesinos lugares como el restaurante Pekín, en la calle 23 entre 12 y 14, Vedado, El Recodo, la cafetería del hotel Habana Libre, entre otros. Solo tenemos evidencia de un posible intento fallido de envenenamiento en este último lugar, según declaraciones de su autor. Expediente personal. Documentos del MININT, 1965.

53 Se desconoce la vía por la que fue introducida al país, aunque el propio Cruz Caso menciona, sin poderlo afirmar, la posibilidad de una vía secreta utilizada por pilotos o empleados de la línea aérea Pan American. Se poseen evidencias en otros casos de la utilización de este canal con fines subversivos en aquellos momentos. Existen indicios que señalan al ejecutivo de la Pan American en Cuba Warren Payne, como agente de la CIA.

54 Leopoldina Grau Alsina. Coordinadora nacional femenina de Rescate. Participante en varios planes de atentado contra Fidel. Sobrina del ex presidente Ramón Grau. Reclutada por la CIA en 1962. Detenida en 1965 y puesta en libertad a finales de los años 70. Expediente personal. Documentos del MININT, 1965.

55 Jesús Companioni Souza. Vinculado a casas de juego como dealer. Participó desde 1960 en actividades terroristas. Vinculado estrechamente al grupo Rescate. Reclutado para la CIA por Ramón Grau Alsina en 1963; llegó a dirigir su propia red de espionaje en contacto directo con la CIA; participante en planes de envenenamiento contra Fidel a partir de 1961, con sus múltiples contactos en el sector de la gastronomía. Detenido y juzgado en 1965. Expediente personal. Documentos del MININT, 1965.

56 Santos de la Caridad Pérez Núñez. Comenzó sus actividades contrarrevolucionarias en 1960. Era trabajador del hotel Habana Libre y confesó sus vínculos con otros terroristas en la preparación de un atentado en dicho hotel con motivo de la celebración de un evento al cual asistirían dirigentes de la Revolución. Fue reclutado por Companioni para atentar contra Fidel utilizando el veneno que le fue entregado en 1961. Según Santos este veneno le fue sustituido cerca de un año después por otro, al que describe como bolsitas tipo cápsulas envueltas en un nailon. El intento resultó frustrado, al romperse la cápsula venenosa en la nevera donde la guardaba. Fue detenido y juzgado en 1965. Expediente personal. Documentos del MININT, 1965.

Jesús Companioni en el parqueo existente en la calle 25 y M, Vedado, a un costado del hotel Habana Libre donde laboraba, recibiendo una pequeña cajita con dos tabletas envueltas en papel celofán, las que guardó en su taquilla, en espera de una oportunidad propicia para el atentado.

En aquellos momentos arreciaban también los planes de asesinato dentro del país en vísperas de Playa Girón, a manos de grupos terroristas internos, estimulados por Estados Unidos. Los casos estudiados revelaban el interés de algunos grupos terroristas en hacer uso de armas y explosivos plásticos de alto poder en grandes avenidas y en otros lugares públicos, introducidos ilegalmente por vía marítima al país por grupos de misiones especiales dirigidos directamente por la CIA. La agencia conocía todos aquellos planes o los manipulaba indirectamente. La estación local o sus mercenarios conocían bien los lugares más asequibles para disparar, pues las habían estudiado con detenimiento como las áreas cercanas al antiguo Palacio Presidencial, la céntrica calle Paseo, la Plaza de la Revolución o los accesos a un aeropuerto cercano a La Habana que era utilizado para viajes ejecutivos.

La obsesión de la CIA por tratar de asesinar a Fidel no se detuvo un instante después de su derrota en las arenas de Playa Girón. La CIA declaró en 1967 que la operación de las pastillas envenenadas había sido cancelada después de Girón, pero se vio obligada a reconocer que cuando se reavivó en abril de 1962, era una operación que aún estaba en marcha.57

Richard Helms atestiguó que la intensa presión ejercida por la administración Kennedy para derrocar a Castro lo había llevado a percatarse de que la CIA estaba actuando dentro del marco de su autoridad al tratar de asesinar a Castro: "[...] esta presión se intensificó durante el período de la operación Mongoose [...]".58

57 La CIA no podía negar lo contrario ya que conocía que en 1965 la seguridad cubana había puesto al descubierto el complot de las pastillas envenenadas y sus principales autores dentro del país fueron llevados ante los tribunales; por otra parte, algunos de aquellos complotados colaboraban directamente con la agencia desde 1962.

58 La operación Mangosta se desarrolló con fuerza desde finales de 1961 hasta principios de 1963 y tenía como objetivos crear condiciones mediante un proceso de desestabilización a través del sabotaje y la subversión que condujera a una sublevación interna y la consiguiente intervención de las fuerzas armadas norteamericanas. La operación incluía el desarrollo de planes de asesinato contra Fidel Castro Ruz.

La CIA había decidido entonces, según sus documentos, declarar"indignos de confianza" y "excedentes"59 a Giancana y a Maheu, lo que indicaba su propósito de guardar distancia con estos personajes, a los cuales ya no necesitaban y mantener eventualmente sus contactos con Tony Varona, mientras a espaldas de este, iba reclutando a los cabecillas de su propia red de Rescate Revolucionario Democrático en Cuba.60

Según el Comité Selecto, el alto oficial de la CIA William Harvey entregó las píldoras a Rosselli, quien había llegado a Miami el 21 de abril de 1962, diciéndole; "[...] estas funcionan en cualquier parte y en cualquier momento con cualquier cosa [...]" Rosselli le comunicó que los "cubanos" tenían la intención de utilizar las píldoras para asesinar a Che Guevara al igual que Fidel y Raúl Castro. Según Rosselli, Harvey estuvo de acuerdo con los "blancos", declarando que "[...] todo está bien, lo que ellos deseen hacer [...]".61

Aunque puedan parecer inusuales estas afirmaciones realizadas ante un comité parlamentario de un país, la CIA actuaba con plena conciencia de la gravedad de su actuación pero intentaba aparecer públicamente como una simple "abastecedora" y hacer recaer en sus mercenarios la responsabilidad de la ejecución de una operación que no tenía paralelo en la historia del terrorismo. La CIA no hizo mención en 1967 ni en 1975 que el frasco enviado a Cuba poseía unas 500 pastillas venenosas para ser repartidas entre los grupos contrarrevolucionarios relacionados con Rescate Revolucionario Democrático, según confesiones de los terroristas detenidos.

59 Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia (20 de noviembre de 1975) F15, tomo I) Documentos del CIHSE.

60 Los documentos cubanos corroboran que desde febrero de 1962 la CIA había comenzado a sostener contactos directos con cabecillas de Rescate involucrados en los planes de envenenamiento contra Fidel y orientó a sus nuevos agentes no enviar más información a Tony Varona, sino mantener el contacto directo con la CIA. En su declaración, Leopoldina Grau Alsina expone: "[...] un día Norberto García llega clandestino a Cuba con armamentos y un grupo [...] se escondió en su casa y le habla a Mongo (Ramón Grau Alsina) trabajar para la CIA [...] y entonces me pide a mí que deje de estar mandando noticias para Rescate, que ya Rescate prácticamente no funciona y que trabaje directamente con él allá [...] Norberto lo preparó a él en la cosa técnica (se refiere a medios de enlace con escritura secreta) [...] mi trabajo era informar a Mongo lo que yo recibía a través de la red que yo tenía de Rescate, de mujeres [...]" Archivos del MININT. Expediente de Leopoldina Grau Alsina, 1965. (Norberto García era agente de la CIA. Se infiltró en Cuba y logró escapar por La Coloma, Pinar del Río, a finales de 1962.)

61 Informe Provisional del Comité Selecto del Senado de Estados Unidos para estudiar operaciones gubernamentales relacionadas con las actividades de inteligencia. Doc. citado.

Documentos cubanos revelan que el frasco de pastillas con el rótulo de aspirinas Bayer llegó a La Habana a través de un funcionario de una embajada europea acreditada en la capital, días después de su entrega por la CIA en Miami. El veneno lo recibió esta vez Leopoldina Grau, quien continuaba fungiendo como cabecilla de la sección femenina de Rescate. Polita guardó aquel frasco de pastillas blancas y consultó con sus jefes el destino de aquel potente veneno.62 El cabecilla Alberto Cruz Caso, coordinador de Rescate Revolucionario Democrático, declaró al ser detenido en 1965 que: "[...] desde el exterior, Tony Varona, le envió en los primeros meses de 1962 a través de una representación diplomática, un frasco conteniendo 500 pastillas venenosas, semejantes a las cafiaspirinas, las cuales fueron recibidas por Leopoldina Grau Alsina, conjuntamente con una nota donde les orientaba que las distribuyesen a todas las organizaciones con las que mantenían relaciones [...]". En otra declaración precisaba: "[...] llegaron las pastillas a casa de Herminia63 [...] Polita las había llevado allí [...]. El frasco tenía un papel adosado que explicaba se manejara con cuidado [...]. Al día siguiente yo vi a Polita que me entregó una carta de Varona en la que decía que las pastillas se disolvían rápidamente en líquido frío o caliente, que debían manipularse con cuidado, que eran insaboras, incoloras e inodoras, que las mismas debían ser usadas entre las principales figuras del régimen, que se distribuyese entre las organizaciones pero manteniendo control de las mismas, que se le avisara a él enseguida que se usaran, le dije a Polita que no dijera nada de aquello a nadie [...]".64

Polita declaró entonces "[...] se quedó Herminia a cargo de las'aspirinas', el coronel Álvarez Margolles me entregó tres para que yo las repartiera en la forma que yo estimara [...] le entregué dos a Manolo Companioni [...] las colocó creo que en el Hilton [...] yo me quedé con una pensando en colocarla en la rotonda [...] la de la Ciudad Deportiva, [se refería al restaurante

62 "Me llega por una embajada [...] me llega un pomo de esos corrientes de aspirinas [...] para Rescate, sin ninguna instrucción ni nada [...] Alberto Cruz vino con el coronel Álvarez Margolles (coordinador y jefe militar de Rescate, respectivamente) [...] entonces Álvarez Margolles se fascina con aquello y dice: Bueno, Pola, déjame explicarte, este es un plan mío, hay que envene nar a algún dirigente, un peje gordo como se suele decir, para que Fidel vaya al entierro, entonces ya yo tengo preparada a la gente para hacerle el aten tado a Fidel en el entierro, pero hay que repartir estas aspirinas [...] El pomo quedó guardado en mi casa de contacto, que era la casa de Herminia Suárez

[...] blancas, eran perfectamente unas aspirinas Bayer [...]" Declaración de la detenida Leopoldina Grau Alsina (Polita). Expediente personal. Archivos MININT, 1965, p. 220. Álvarez Margolles era un ex militar del gobierno de Grau. A mediados de 1962 fue detenido cuando participaba en un plan de insurrección armada organizado por la CIA al calor de la operación Mangosta y que debía producirse en el mes de agosto, según documentos desclasificados por Estados Unidos muchos años después.

63 Herminia Suárez. Mantenía relaciones conspirativas con Polita, quien utilizaba su vivienda como punto de contacto con miembros de su grupo contrarrevolucionario y para esconder materiales comprometedores.

64 Declaración del detenido Alberto Cruz Caso. Expediente personal. Archivos MININT, p. 89.

El Recodo] pero cuando fui a buscar al muchacho que trabajaba allí nunca lo encontré [...] yo reintegré mi pastilla al pomo [...] entonces sucedió la detención de Margolles [...] todo aquello vino abajo. Se quedaron las aspirinas durmiendo el sueño eterno en casa de Herminia".65

Polita continuó describiendo la ruta seguida por el pomo de pastillas envenenadas: "[...] así que no pensó más en aquello hasta que Carlos Guerrero Costales66 me vino a ver para pedirme las pastillas, que tenía un plan para desarrollarlo en Palacio [...] entonces yo le entregué a Costales el pomo de aspirinas [...] parece que después no pudo hacer su plan o cayó preso un poco después que yo le diera el pomo [...] Según documentos cubanos, en 1963 el agente de la CIA Guerrero Costales escondió el veneno en la casa de su cuñada María Antonia Nieckse Viera67 y tiempo después le ordenó deshacerse del mismo. Las tabletas venenosas fueron arrojadas a la basura. Aquella siniestra operación iniciada en Miami terminó entre ratas y estiércol en un basurero habanero, como se había iniciado.

65 Polita declaró también que "[...] un día Margolles se me apareció con unas capsulitas verdes y me dijo le retirara las dos aspirinas a Companioni y que las sustituyera por estas cápsulas, que eran más eficaces [...] Las capsulitas se las di a Companioni [...]" Companioni relata después que le sustituyó a Santos Armando el veneno y le entregó la otra cápsula a José Antonio Estévez quien se la hizo llegar a Bartolomé Pérez García, maître de banquetes, quien confesó después que debía emplearla en un buffet en la clausura de un congreso médico donde suponían que asistiría Fidel, lo que no se produjo. Según documentos cubanos Jose Antonio Estévez conspiró desde 1960 contra la Revolución en la organización terrorista FAL. Comenzó a trabajar en el hotel Habana Libre en 1960 hasta 1964, como "mochila" del cabaret Caribe. Colaboró en los planes de asesinato organizados por Companioni en dicho lugar. Fue detenido y juzgado en 1965. Bartolomé Pérez García, fue miembro desde 1960 del grupo terrorista FAL. Desde muy joven trabajo como gastronómico en bares y cantinas así como en el hotel Havana Hilton desde su inauguración. Era accionista del bar restaurante El Gato Tuerto, en calle O entre Línea y 19, Vedado, el cual fue expropiado. Colaboró también en la preparación de otro plan de atentado que se fraguaba realizar en el Habana Libre utilizando armas de fuego, el cual fue desestimado por los complotados. Fue detenido y juzgado en 1965.

66 El médico cubano Carlos Guerrero Costales era un cirujano con más de 20 años de servicio. Fue segundo jefe de Rescate. En 1961 es reclutado por la CIA quedando al frente de una red de espionaje que mantuvo por varios años contactos directos con la agencia. En 1963 solicitó el pomo de pastillas a Polita y lo ocultó en la casa de su cuñada, orientándole posteriormente que fuera destruido. Detenido y juzgado en 1965. Expediente personal. Documentos del MININT, 1965.

67 La ciudadana Maria Antonia Nieckse Viera era cuñada y colaboradora del agente de la CIA Carlos Guerrero. Guardaba en su casa materiales de espionaje entregados por la CIA. Detenida y juzgada en 1965. Expediente personal. Documentos del MININT, 1965.

Pero aquel nuevo intento de envenenamiento a partir de abril de1962 reveló también algo sorprendente, no reconocido por la agencia ante el Inspector General ni ante el comité selecto. En los momentos en que la CIA entregó el frasco de pastillas en Miami a Rosselli para que lo hiciese llegar a Cuba a través de Tony Varona, ya se encontraba en el país su agente reclutador Norberto Martínez Díaz, miembro del grupo de Operaciones Especiales de la estación de Miami, con la misión de reclutar a los miembros o vincularlos al grupo Rescate "fortuitamente" complotados en el plan de envenenamiento. Sin duda, la CIA no deseaba dejar ningún cabo suelto y decidió monitorear directamente en el terreno aquella operación criminal. Veamos en síntesis una reconstrucción histórica realizada sobre la infiltración de este agente:68

"[...] En febrero Norberto Martínez Díaz se infiltró por la zona de Santa Lucía, en Pinar del Río. Pedro Fernández Díaz,69 un carbonero que trabajaba para la CIA lo recibió y le dio su apoyo. Poco después se trasladó hacia La Habana [...]. En la capital se puso en con tacto con Ramón y Leopoldina Grau Alsina, con quienes desde mucho antes mantenía comunicación por el correo ordinario desde Esta dos Unidos.

"A través de los hermanos Grau Alsina contactó con varias personas, como el ex coronel Francisco Álvarez Margolles, español nacionalizado que había prestado sus servicios militares en la época del presidente Carlos Prío, con Rodolfo León Curbelo, el hombre que había traído las primeras pastillas con veneno antes de Playa Girón, con Manuel Companioni Souza, ex dealer del cabaret Sans Souci y Havana Hilton a las órdenes de Santos Trafficante, con Alberto Cruz Caso y el doctor Carlos Guerrero Costales, que había sido médico personal de Carlos Prío, estos dos últimos jefe y segundo jefe de la organización contrarrevolucionaria Rescate, y con otras personas relacionadas con la familia Grau [...] También

68 Norberto Martínez Díaz: De profesión médico. Había sido director del hospital siquiátrico de Mazorra, en el gobierno de Ramón Grau San Martín. Fue miembro de la organización Movimiento de Integración Democrática Americana (MIDA) en época de la tiranía y ex candidato a representante en la farsa electoral de 1958. Norberto Martínez había sido expulsado del Directorio Revolucionario por traición. Después ingresó en la organización Triple A. Era agente reclutador al servicio de la CIA. Abandonó Cuba en 1961 por vía legal. Testimonio del general de división Manuel Fernández Crespo. Estudio de casos de espionaje. Documentos del MININT, 1965, CIHSE.

69 Pedro Fernández Díaz fue detenido en 1964.

contactó con Bartolomé Pérez García, capitán del restaurante de banquetes en ese hotel, Santos de la Caridad Pérez Núñez, gastronómico de la cafetería, José A. Estévez Romero, mochila del cabaret Caribe y Danilo Muñiz McBeath, cantinero, todos miembros de la citada organización, y conformó una red de espionaje que un año después participaría en un peligroso plan de atentado contra nuestro Comandan te en Jefe Fidel Castro Ruz [...] Durante la estancia de Norberto Martínez Díaz en Cuba, Ramón Grau lo escondió varios días en su casa contigua [...]"

Otros complots de asesinato, como el proyecto AM/LASH,70 el de las "conchas marinas explosivas"71 y el "traje de buzo contamina do",72 planeados por la CIA después de Playa Girón, fueron reconocidos también por el Senado norteamericano en 1975. Pero este reconocimiento resulta pueril si tenemos en cuenta la enorme variedad de planes y complots de asesinatos organizados, promovidos, instigados o inspirados por los servicios especiales norteamericanos en aquellos tiempos.

La insurrección como preludio a la invasión

Aunque la estación local norteamericana junto a su embajada se había retirado de Cuba pocos meses antes, en enero de 1961, la CIA se había preparado para aquella contingencia. Desde finales de 1960 sus oficiales habían extendido los contactos con sus grupos terroristas para in tentar lograr una unidad de acción que contribuyera a una insurrección interna y a la eliminación física de Fidel. En su afán de destruir la Revolución, el tema de la unidad entre sus grupos mercenarios había sido uno de los aspectos de mayor complejidad. Ayer como hoy, por razones ya conocidas como el vacío ideológico, la falta de liderazgo y representatividad social, sus ambiciones personales, afán de poder, las pugnas entre los cabecillas de estos grupúsculos por el acceso al dinero hacían imposible lograr la unidad entre ellos, lo que se acentuaba aún más en aquellos momentos por la existencia de unos 300 grupos y organizaciones contrarrevolucionarias dentro y fuera de Cuba.

70 Según la CIA declaró, los contactos con el traidor Rolando Cubela (agente AM/LASH) se inician a principios de 1961. La CIA facilitó armamentos y otros medios para intentar asesinar al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz. El agente AM/LASH fue detenido en 1966.

71 Este complot tenía como propósito colocar un explosivo en una concha marina que al ser arrebatada del fondo hiciera explosión. Pretendían situar la en un área donde Fidel supuestamente acostumbraba a bucear.

72 El proyecto se desarrolló en 1963 y consistía en impregnar un traje de buceo con un hongo que produciría una enfermedad incurable en la piel así como contaminar la boquilla de la careta de goma con un bacilo de la tuberculosis, con el propósito de regalarla a Fidel.

Según documentos cubanos, la CIA decidió crear en aquellos días con la mayor rapidez posible un denominado Frente Insurreccional Nacional, para agrupar las organizaciones terroristas más activas del momento y desencadenar una ola de sabotajes y actos terroristas capaz de desatar un "levantamiento"como preludio a la invasión mercenaria. Allen Dulles negó aquello ante la prensa pocos días después de la invasión, considerándolo "un error común", pero mentía deliberadamente. Por su interés histórico reproducimos un fragmento de aquella entrevista:

Dulles hizo su primera aparición pública en el programa de televisión de la NBC Meet the Press. El moderador preguntó a Dulles: "[...] cuando Ud. lanzó la invasión de la Bahía de Cochinos, evidentemente esperaba un levantamiento popular que la apoyara. Sin embargo, no se produjo ninguno. ¿Cómo es posible que estuvieran tan equivocados? [...]".

"¿Un levantamiento popular?" —preguntó Dulles con una expresión perpleja mientras aspiraba una bocanada de su pipa—. "Ese es un error común. Pero no, yo no diría que esperábamos un levanta miento popular. Era otra cosa lo que esperábamos que sucediera en Cuba [...] algo que no se materializó".73 ¿Qué suceso esperaba el señor Dulles? Por razones desconocidas, el inspector general de la CIA Jack Earman no entrevistó al señor Allen Dulles, a pesar de que vivía aún en el momento de realizar su investigación.

Otros autores74 consideran que la oposición contrarrevolucionaria no contaba aun en aquellos momentos con la potencialidad re querida para llevar a cabo una revuelta de tal magnitud. Pero como veremos más adelante, la CIA no apostaba solo a una carta.

El 27 de febrero de 1961, procedentes de Miami, se infiltraron por la zona de Santa Cruz del Norte en la provincia de La Habana los agentes de la CIA William Patten Tabares75

73 Warren Hinckle y William Turner: Ob. cit., p. 95.

74 "[...] ¿Habría una revuelta al iniciarse una invasión? [...] Pero habiendo dicho todo esto, yo considero que a pesar del tamaño y el poder de la resistencia, era improbable que la oposición armada en Cuba tuviera la capacidad de organización y militar en abril de 1961 para lanzar una revuelta del tipo imaginada por los planificadores en Washington y en Miami. Era simplemente demasiado pronto y consecuentemente, mi juicio sería —sujeto a revisión— que el plan de invasión estaba equivocado en su concepción. Simplemente no era posible". Jorge Domínguez. (Tomado del libro de James G. Blight: Políticas de ilusiones.)

75 Lawrence William Patten Tabares Agente de la CIA que organizaba en Camagüey el apoyo a la invasión mercenaria de abril de 1961. General de división Manuel Fernández Crespo Documentos del MININT. CIHSE, 2005.

y Julio Luis Orias Finalés76 para coordinar las acciones de un grupo de organizaciones contrarrevolucionarias internas y preparar un "levantamiento militar" en la zona central de la isla. Entre estos grupos terroristas más activos se encontraban, no por casualidad, el Movimiento Demócrata Cristiano, el M-30-11, el MRR, el MRP, la Triple A, el FRD, el grupo Rescate Revolucionario Democrático y la Unión Nacional Anticomunista, entre otros. Pero aquellos agentes y los principales cabecillas complotados fueron detenidos por la seguridad cubana el 8 de abril en Camagüey.

Desde el mes de marzo de 1961, el norteamericano agente de la CIA Rafael Díaz Hanscon77 y el traidor Humberto Sorí Marín,78 trabajaban secretamente por mandato de la Agencia en el occidente para reorganizar otros grupos terroristas en un llamado Frente de Unidad Revolucionaria e intensificar el terrorismo urbano. Díaz Hanscon, había ingresado legalmente semanas antes proveniente de Miami y estudiaba la posibilidad de colocar un artefacto explosivo para hacerlo estallar el día 27 de ese mes en el salón de reuniones del Instituto Nacional de Ahorro y Vivienda, en ocasión de la posible visita de Fidel. Con anterioridad, había elaborado un proyecto en el que proponía la construcción de viviendas de bajo costo, con lo cual pretendía atraer el interés y la presencia de Fidel en dicho lugar.

76 Julio Luis Orias Finalé: Agente CIA en la antigua provincia de Camagüey; se hacía llamar Rafael Álvarez Fernández. Contactó con el también agente CIA Lawrence William Patten Tabares, este último infiltrado el 27 de febrero de

1961 por Santa Cruz del Norte, provincia La Habana. En los momentos en que se encontraban reunidos trazando los planes conspirativos y al ser detectados por los órganos de la seguridad, se produjo un enfrentamiento en el que resultó muerto. Documentos del CIHSE.

77 Rafael Díaz Hanscon (1931): Entrenado por la CIA en Estados Unidos. Fue enviado posteriormente a Cuba a sustituir al coordinador general del Frente Revolucionario Democrático. Detenido cuando participaba en una reunión conspirativa dirigida por Humberto Sorí Marín donde fraguaban los planes a desarrollar; su misión era atentar contra la vida de Fidel en el Instituto Nacio nal de Ahorro y Vivienda (INAV), lugar donde trabajaba. Fue juzgado por la Causa No.15/61. Documentos del CIHSE.

78 Humberto Sorí Marín (1915): Ex comandante del Ejército Rebelde. Al triunfo de la Revolución, el 5 de enero de 1959 fue designado Ministro de Agricultura, renunciando el 11 de junio del propio año. Detenido en diciembre de1960 por actividades conspirativas. Recluido en prisión domiciliaria, logra fugarse y se marcha clandestinamente rumbo a Estados Unidos, donde refiere haber tenido contacto en solo una semana de estancia en Miami con seis oficiales de la CIA de diferentes departamentos y algunos cubanos, entre ellos el ex capitán Tato Alomá, elemento cercano a Nino Díaz. Se infiltra en Cuba el 13 de marzo de 1961, acompañando un importante cargamento de armas, en el que figuraban 11 sacos de yute y 13 mochilas conteniendo nitro almidón de alto poder explosivo, 160 granadas incendiarias, 25 grana das de fragmentación, 120 petacas incendiarias, armas largas M1 y M3, pistolas, 27 cajas de espoletas de granadas, entre otros medios de guerra, para ser utilizados en la campaña de terrorismo que debía desatarse en el país antes de la invasión. Sorí Marín fue detenido el 18 de marzo de 1961 cuando se encontraba reunido con un grupo de contrarrevolucionarios. Juzgado en la Causa 152/61. Documentos del MININT, 1961.

El plan fracasó al ser detenido junto con Sorí Marín y otros terroristas. Unos días antes de ser detenido, Hanscon visitó la provincia de Oriente para ultimar los detalles de un posible simulacro de agresión a la base de Guantánamo. La idea consistía en preparar a un grupo de contrarrevolucionarios que dispararían contra la base desde territorio cubano lo que provocaría un incidente capaz de originar una agresión militar de Estados Unidos.

Humberto Sorí Marín había ingresado ilegalmente por vía marítima junto a otros terroristas, apoyado por un comando de la CIA, en el área costera de Santa Cruz del Norte, en La Habana, el 13 de marzo de 1961, con indicaciones también de ultimar detalles para una operación de autoagresión en la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo, promover alzamientos en diferentes lugares del país y realizar atentados personales. Pocos días antes, había sostenido estrechos contactos en Miami con enviados de Higinio Díaz.

El agente de la CIA Rogelio González Corso, coordinador nacional del MRR organizaba en esos momentos otro plan de asesinato contra Fidel en un acto de recordación que se realizaría frente al antiguo Palacio Presidencial, con motivo del aniversario de la huelga del 9 de abril, el que no llegó a efectuarse. Este grupo planeaba realizar un sabotaje a la planta eléctrica de Tallapiedra en la capital y un amplio plan de sabotajes a lo largo de todo el país. González Corso había regresado desde la provincia de Oriente, donde fraguaba también un acto provocativo de autoagresión a la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo.

En la provincia más oriental, coincidente con el desembarco de Playa Girón, se infiltró clandestinamente otro grupo de la CIA el 17 de abril de 1961, dirigido por el principal cabecilla del Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE), Alberto Müller Quintana,79 quien por instrucciones de la agencia planeaba realizar un alzamiento en la Sierra Maestra como parte de un acto de distracción del golpe principal que constituía la propia invasión. Müller fue apresado dos días después. Estando en prisión, acusó a la CIA y al cabecilla Manuel Artime de haberlo

79 Alberto Müller Quintana. Seudónimo: La Joya. Nacido en Cuba en 1939. Al triunfo de la Revolución milita en organizaciones terroristas. El 15 de julio de1960 se asila en la embajada de Brasil y marcha a EE.UU. donde organiza el Directorio Revolucionario Estudiantil (DRE). Por instrucciones de la CIA y en apoyo a la invasión por Girón, se infiltra en Cuba con un grupo el 17 de abril de 1961, siendo apresado dos días después. Cumplió prisión. Abandonó el país en 1976. Realizó intervenciones por Radio Mambí, en Miami, a favor del terrorista Orlando Bosch Ávila. Documentos del CIHSE.

traicionado, por considerar que habían sido sacrificados inútilmente. Aquello podría indicar que la infiltración de Müller estaba relacionada con los planes diversionistas del enemigo en la provincia de Oriente, para tratar de distraer la atención en momentos que se producía el desembarco mercenario en la península de Zapata.

Las acciones de los agentes de la CIA Patten Tabares, Orias Finalés, Sorí Marín, Díaz Hanscon, González Corso y Alberto Müller guardaban cierta relación y coherencia, dado el corto período anterior a la invasión en que se produjeron y la semejanza de sus objetivos, en especial la pretendida "revuelta general", el asesinato de Fidel y la autoagresión a la Base Naval de Estados Unidos en Guantánamo.

El extraño periplo de Higinio Díaz

La CIA movía sus últimas fichas antes de la invasión y cifraba quizás aún algunas esperanzas en poder arrastrar al gobierno de Kennedy a una intervención militar directa. Algunos funcionarios dentro de la CIA compartían este criterio. Un ex oficial de la agencia declaró años después: "[...] Entonces se cambiaron los planes originales de la invasión para incluir la creación de un incidente que exigiera un ataque completo por parte del ejército de Estados Unidos. Kennedy no debía saber este cambio [...] Uno de aquellos planes era tratar de alguna forma que Castro atacara Guantánamo haciéndole creer que rebeldes estaban atacando desde allí [...]".80

80 James Wilcott. Declaraciones de ex agente CIA ante el Comité Selecto sobre asesinatos. (22378). Documentos CIHSE. La CIA intentó en julio de ese mismo año otra provocación similar en las cercanías de la Base Naval en Guantánamo. El plan consistía en disparar con un mortero desde una finca cercana a la cerca perimetral para provocar que los norteamericanos se sintieran agredidos y respondieran a la supuesta agresión de tropas cubanas y de esta forma iniciar un conflicto que culminaría en la invasión militar directa. El plan se combinaría con atentados contra Fidel y Raúl en La Habana y Santiago de Cuba, respectivamente, como parte de la operación de la CIA que respondía al criptónimo Patty. Esta operación fue frustrada por los órganos de seguridad cubanos días antes de los actos por el 26 de julio de 1961. Documentos desclasificados cubanos durante el evento La Crisis de Octubre, 40 años después, celebrado en La Habana en 2002.

La CIA había mantenido determinado mutismo sobre una operación marítima por la zona de Guantánamo que el terrorista Higinio Díaz, Nino,81 llevó a cabo en los momentos en que tenía lugar la invasión de Playa Girón. Algunos autores se han referido a este suceso como un simulacro de desembarco con fines de "distracción". El propio coronel Jack Hawkins lo calificó en esos términos.82 Documentos cubanos de la época arrojan luz sobre este suceso y permiten establecer nuevas hipótesis. Por su incuestionable valor histórico seleccionamos algunos fragmentos del testimonio ofrecido por Enrique Fernández Ruiz, un ex agente de la inteligencia militar norteamericana, de origen cubano, capturado en 1963 después de haberse infiltrado, quien formó parte del contingente de Nino Díaz en los sucesos de playa Mocambo en Guantánamo. Al respecto Fernández Ruiz expresó:83

81 Higinio Díaz Ané, Nino (1925): Ex comandante del Ejército Rebelde, degradado por grandes violaciones en 1958. Involucrado en la conspiración de Huber Matos Benítez, logra evadir la justicia y se asila en la Base Naval de Guantánamo, saliendo de Cuba el 13 de mayo de 1960; en octubre de este año se infiltró al país con otros elementos terroristas por Oriente, perseguidos se refugian en la Base Naval de Guantánamo, donde posteriormente se desempeña como jefe militar de los exiliados impartiendo entrenamiento militar. Encabezó un grupo diversionista que se preparó para penetrar a Cuba por la región oriental, acción que posteriormente no materializó. Se discute aun por algunos autores si el intento de desembarco de Díaz por la zona de Guantánamo constituyó o no una maniobra de distracción. Cursó estudios militares en Fort Benning, Georgia, en 1963. Participó en la organización de varios planes de atentados contra el Comandante en Jefe Fidel Castro. Tuvo contactos con la dictadura fascista chilena y actuó desde Puerto Rico en acciones contra Cuba. Detenido en Miami en 1991 por tenencia ilegal de armas, sancionado a tres años. En octubre de 2000 se encontraba organizando un plan de acciones terroristas contra Cuba. Documentos del CIHSE.

82 Memorando para antecedente, 5 de mayo de 1961. "Acción paramilitar contra el gobierno de Castro en Cuba", capítulo 5: "Resultados del programa de resistencia interna de septiembre de 1960 a abril de 1961". Documentos del CIHSE.

83 Enrique Fernández Ruiz de la Torre conocido por Pedrito. Agente de la Inteligencia Militar de EE.UU. (DIA) se infiltró en Cuba por la bahía de Cárdenas, Matanzas, a finales de agosto de 1963 y fue detenido en Pinar del Río a las 11 horas del 6 de diciembre de ese año, al tratar de marcharse clandestinamente. Durante los interrogatorios relató sus contactos en Miami con Nino Díaz y su participación con el grupo de mercenarios en los hechos de playa Mocambo, Guantánamo, en los momentos en que tenía lugar la invasión por Playa Girón. Fernández Ruiz era en aquellos momentos miembro del MRP. Estudio de casos de espionaje. Lic. Manuel Fernández Crespo. Documentos del MININT, CIHSE, 1963.

"[...] En esos días B. me llevó a hablar con Nino Díaz [...] Fuimos y nos planteó de venir a Cuba para las lomas y que tendríamos el apoyo de suministros necesario [...] que los americanos se lo daban y él vendría con 50 hombres para dividirse en pequeños grupitos y fomentar entonces las guerrillas. [...] así Nino partió para el campamento y a finales de enero partimos nosotros [...] se nos llevó para el aeropuerto y por la noche cogimos un avión para New Orleans [...] nos esperaba un pisicorre con dos americanos [...] nos metieron en un camioncito cerrado, donde nos dieron vueltas por espacio de dos o tres horas [...] al abrir la puerta, nos encontramos en el campamento donde había como cien hombres, entre ellos Nino que nos salió a recibir.

"Estuvimos hablando toda la madrugada pues él nos había engañado, pero esgrimió que los planes se irían llevando por pasos [...] él no tenía mando de ningún tipo, sino que eran los americanos [...] B. se encontró a varios compañeros y yo también. Ñico Crespí y Tato Alomá tenían incondicionales de Nino [...] allí habíamos unos 168 hombres, los instructores eran americanos, un alemán y un filipino que daba las clases de explosivos [...] el 7 u 8 de abril nos sacaron en camiones cerrados hasta la cabeza de la pista [...] fuimos a parar a Cayo Hueso [...] nos llevaron a un muelle donde estaba el barco que resultó ser el Santa Ana [...] el capitán era americano y responsable de la operación [...] en el barco había unas cuantas toneladas de armas, desde cañón sin retroceso 75 mm hasta mortero de 81 mm [...] el día 11 nos dieron un sobre con las instrucciones y nos enteramos que era por la playa Mocambo y que estarían esperándonos [...] B. fue designado por Nino para bajar con una patrulla de reconocimiento de nueve hombres [...] el día 12 bajamos en una balsa con motor, veíamos algunas luces en las lomas y pensamos que eran señas pero no estaban en el plan, el barco nos dejó muy lejos de la costa [...] eran casi las cuatro de la madrugada una cosa imposible ya de hacer nada [...] en la carretera se veían de cerca pasar camiones con las luces apagadas y comprendimos que había movilización [...] cuando llegamos al barco le informamos a Nino [...] el radio operador del barco era amigo nuestro [...] por él supimos la orden era desembarco como fuera [...] el día 13 bajamos y se sumó otro al grupo, era Máximo Torres que fue alcalde en Santiago y amigo de Nino [...] cuando llegamos a la playa Mocambo se rompieron las propelas y quedamos al garete con remos en la costa [...] veíamos a la milicia y cuando hablaban, sus voces llegaban a nosotros; un camión giró en la carretera y casi con sus luces nos descubre [...] de allí salimos a remo [...] vinieron a recogernos [...] le comunicamos a Nino que aquello estaba lleno de ejército y milicia y que desembarcar era que nos mataran a todos [...] nos alejamos de la costa y por radio se le comunicó al barco tomar rumbo a Casilda [...] llegamos a Girón el 19 ó 20 [...] en alta mar por poco nos fajamos con los propios barcos de Girón pues ellos pensaban

que era un barco de Fidel pues nosotros íbamos de verde olivo [...] nos comunicaron que todo se había perdido y los habían mandado a retirarse para Vieques, Puerto Rico [...]".

De haberse tratado de una maniobra de distracción, como afirmó Hawkins, ¿por qué ocultar la presencia del contingente y escapar ante la presencia de algunos milicianos, sin realizar un intento de desembarco o al menos acometer alguna acción capaz de llamar la atención del mando cubano? Quizás esto hubiera requerido una dosis de decisión y coraje que no abundaba mucho en aquellos mercenarios pero si la orden radiada era realmente "desembarcar como fuera" resulta incomprensible que a Higinio Díaz no se le haya exigido la responsabilidad debida ante tal conducta. Si esto último ocurrió, lo desconocemos.

El testimonio de Fernández Ruiz incorpora otros elementos discordantes con la tesis de Hawkins. Según el agente Fernández Ruiz, Higinio Díaz definió el propósito de aquella misión como "fomentar guerrillas", lo que resultaba una evidente contradicción. La leyenda de "distracción" se desmoronaba poco a poco. ¿Por qué vestir de verde olivo a aquellos mercenarios, que incluso fueron confundidos días después en alta mar como hombres "de Fidel" por sus propios camaradas de la Brigada 2506 que huian de Playa Girón después de su derrota? Esa circunstancia podría indicar que el propósito perseguido una vez desembarcados era precisamente hacerlos aparecer como una supuesta tropa rebelde. ¿Por qué intentar desembarcar subrepticiamente en playa Mocambo, a solo unas millas de la Base Naval de EE.UU. en Guantánamo, en momentos en que una flota mercenaria, escoltada por la marina de EE.UU. se acercaba a su destino final en las playas de Girón? ¿Por qué trasladar morteros de 81 mm o cañones sin retroceso de 75 mm como no fuera para disparar contra la Base y provocar un terrible incidente de consecuencias imprevisibles en un momento tan crítico? ¿Existió alguna relación entre esta operación y los planes de autoagresión a la base yanqui que fraguaban en esos momentos los agentes de la CIA Sorí Marín, Díaz Hanscon y González Corzo? ¿Acaso no era otra artimaña de la CIA para obligar al presidente Kennedy a autorizar la invasión directa de sus fuerzas armadas? Sea o no cierto, aquella nueva jugarreta de la CIA también fracasó.

En correspondencia con aquella política criminal, los planes de asesinato contra Fidel Castro durante sus visitas a Estados Unidos tampoco cesaron antes de Playa Girón. Los servicios especiales norteamericanos y sus mercenarios de origen cubano desarrollaron todos los elementos de guerra sucia antes de Girón. Los exiguos grupos de bandidos que habían sobrevivido a la Limpia del Escambray se dispersaron y ocultaron cobardemente en espera de la prometida invasión. A pesar de contar con la más poderosa base de operaciones secretas en el Caribe que actuaba desde Miami y el apoyo de grupos mercenarios dentro y fuera del país, la CIA no pudo lograr su objetivo final.

Para ese entonces, los sueños del imperio de una oposición unificada y organizada dentro del país, la existencia de una guerra irregular en las montañas de Cuba y de una insurrección general arma da capaz de apoyar la invasión mercenaria eran parte ya del fracaso total que sobrevendría más tarde el 19 de abril en Playa Girón, todo lo cual propinó el golpe mortal al Programa de Acciones Encubiertas de Eisenhower. El propio Inspector General de la CIA, incapaz de reconocer aquella realidad, pocos meses después se lamentó escribiendo en su informe "[...] el estudio de toda la inteligencia disponible hubiera demostrado a los funcionarios de la Agencia que las operaciones paramilitares clandestinas habían fracasado casi totalmente, que no había un movimiento clandestino efectivo controlado para unirse a las fuerzas invasoras [...]" Su prepotencia le impedía añadir a su informe las verdaderas causas de la derrota mayor sufrida por la CIA hasta entonces.

Después de la derrota en Playa Girón, el gobierno norteamericano no solo continuó su incesante obsesión, sino que multiplicaron sistemáticamente en los años sucesivos los complots de asesinato, todos los cuales fueron descubiertos y liquidados gracias a la acción popular. Fue la acción del pueblo, dirigido por Fidel Castro, quien neutralizó a aquellas organizaciones contrarrevolucionarias en todo el período. Fue a través suyo que los incipientes órganos de la seguridad del Estado habían penetrado y liquidado muchas de esas acciones y se quebró así, por vez primera, el mito de la invencibilidad del imperio norteamericano.

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