Actualizado 2:00 A.M. (hora local) La Habana, jueves 21 de junio de 2007. Año 11 / Número 172
ELSON CONCEPCIÓN PÉREZ
elson.cp@granma.cip.cu
Parecieran signados por el oficio de la muerte. Las luchas internas entre palestinos ya suman una buena cantidad de víctimas a la larga lista de los que han sido masacrados por los soldados de Israel o los cohetes lanzados desde helicópteros y aviones de guerra de factura norteamericana.
Grupos armados por las
calles de Gaza.
¿Por qué se matan entre ellos?, es la pregunta sin aparente respuesta entre quienes no conciben esas batallas entre partidarios de Al Fatah o de Hamas, en las calles de Gaza.
En las últimas jornadas más de 140 palestinos murieron y cientos fueron heridos en esos enfrentamientos.
Hoy se teme, incluso, a que una guerra civil de impredecibles consecuencias se esté incubando en esos territorios.
Las treguas fallidas, los acuerdos endebles, y las contradicciones intrínsecas, y más que todo la presencia perenne de factores foráneos influyendo en la realidad de la zona, marcan la pauta de una sinrazón que suma más sangre a la ya abonada tierra sagrada.
Pero nada de lo que ocurre hoy entre los grupos palestinos se ha formado de un día para otro. Todo tiene su antecedente en la larga lucha de 59 años de una población marginada, masacrada, expulsada de sus tierras, o viviendo en campos de refugiados dentro y fuera de lo que algún día se reconoció como su país.
Es el resultado directo de la guerra de agresión que contra esa población ha realizado y realiza Israel con la ayuda y el consentimiento de Estados Unidos, y ante el silencio de la comunidad internacional.
Son casi seis décadas de puro genocidio. De resoluciones de la ONU que no se cumplen. De acuerdos de paz que vienen y van como el mismo vuelo de las máquinas de la muerte que surcan el cielo palestino para lanzar su carga contra edificios, escuelas, niños y mayores.
Es, quizás, resultado de la impotencia, al comprobarse cada día que mientras los palestinos quieren la paz en las tierras que le pertenecen, Israel los ataca, construye muros para encerrarlos, los caza con sus bombas en los diarios asesinatos selectivos. Y eso se hace sin que exista una sola condena a Israel en la ONU, donde Washington, con su poder de veto, elimina toda posibilidad de la más mínima crítica.
¡Qué frágil es el mundo del siglo XXI, al que ha llegado el tema de Palestina sin solución y sin perspectiva!
Vale la pena recordar que tras una campaña mediática internacional de Occidente, exigiendo que se hicieran elecciones y eligieran un gobierno, el reto fue aceptado.
Hubo comicios con presencia de observadores internacionales que lo declararon totalmente limpio, sin embargo, al resultar vencedor el grupo Hamas —tildado de terrorista por Estados Unidos—, tanto Bush como la Unión Europea rechazaron el resultado, bloquearon a los territorios palestinos y han declarado una guerra que mata a pobladores por hambre y por balas.
La administración Bush ha jugado la carta de la división entre las distintas facciones, a la par con su apego a la posición israelí, como componente responsable máximo de la tragedia en los territorios ocupados.
Esto ha conllevado a concesiones, mientras se atizan las discrepancias, de manera que un aparente callejón sin salida aparezca en la perspectiva occidental, con las divisiones internas como bandera justificativa.
"Todos están disparando contra todos", dijo un director de hospital en Gaza, citado por la agencia Reuters, definición que explica por sí misma, tan lamentable confrontación interpalestina.
En este contexto, debían coincidir, tanto Al Fatah como Hamas, en que con sus enfrentamientos no solo están abonando el suelo patrio con más sangre inocente, sino que han caído en el vacío que buscan Tel Aviv y Washington, en su afán por desviar la atención sobre la verdadera guerra, la de agresión que lleva a cabo a diario Israel con la ayuda de Estados Unidos.
Más vale tarde que nunca, y es de esperar que el diálogo sustituya las acciones armadas y todas esas fuerzas converjan unidas contra el verdadero enemigo (Israel).
Los últimos elementos relacionados con la crítica situación, refieren la creación por parte de la Autoridad Nacional Palestina de un gobierno de emergencia radicado en Cisjordania, que excluye al movimiento Hamas del actual primer ministro y que controla toda Gaza.
Tanto Israel como Estados Unidos expresaron de inmediato su beneplácito por la instalación de un gobierno sin la presencia de Hamas.
Incluso, Washington prevé levantar las sanciones económicas impuestas a los palestinos en Cisjordania, algo que podría llevar a la Unión Europea a tomar una medida similar.
En tanto, Israel, en boca de su viceministro de Defensa, Ephraim Sneh declaró que fuerzas del ejército comenzaron a ser desplegadas en el norte de la Franja de Gaza.
Todos estos elementos hacen pensar en que aunque los enfrentamientos han cesado o disminuido, los factores externos vuelven a atizar brasas, mientras Gaza y Cisjordania aparecen a la luz pública como dos componentes, uno bajo el control de Hamas y otro de Al Fatah.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario