Edición sábado 7 de julio de 2007
"A alguien van a echar por esto", así rezaba el eslogan de Nada que ver, la serie animada que se hizo famosa por parodiar a Bachelet. Canal Sony puso fin al espacio el pasado viernes y sus creadores se quedaron sin terminar la segunda temporada, que ya estaba en preproducción.
"A alguien van a echar por esto", así rezaba el eslogan de Nada que ver, la serie animada que se hizo famosa por parodiar a Bachelet. Canal Sony puso fin al espacio el pasado viernes y sus creadores se quedaron sin terminar la segunda temporada, que ya estaba en preproducción.
Los venezolanos Oswaldo Grazini y Juan Andrés Ravell fueron los cerebros detrás de la serie. Ambos trabajaron un tiempo en Sony, pero el 2005 decidieron independizarse. Fanáticos de la controvertida "South Park" y de otras series animadas, como "Family Guy" y "Los Simpson", juntos formaron la productora Plop, que funciona en Caracas.
Paradójicamente, en su web todavía se lee: "Nada que ver nos tiene demasiado ocupados y no hemos tenido tiempo para hacer nuestra página web". Como sea, para los creadores el tema de las figuras políticas no es desconocido. Grazini estuvo ligado a la música, mediante la Fundación Nuevas Bandas, que se preocupaba de buscar talentos jóvenes. Desde ahí, deslizaba su visión sobre la música pro y antichavista. Ravell, por su parte, es hijo de Alberto Federico Ravell, presidente del canal Globovisión, el cual se encuentra bajo amenaza de cierre por Hugo Chávez.
Detrás de los personajes estaban las voces de seis humoristas. Todos venezolanos y reconocidos. Uno de ellos, Rolando Salazar, es imitador del mandatario, en tanto que Emilio Lovera trabajó durante varios años en "Radio Rochela", un espacio que transmitía RCTV, la red a la que Chávez no le renovó la concesión. Si bien la serie alcanzó a salir tres semanas al aire, los seguidores podrán repetirse los capítulos que están disponibles en la página web de Sony.
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