PUERTO AYORA, Galápagos, Ecuador, jul (IPS) - Científicos celebran un hallazgo en el archipiélago ecuatoriano de Galápagos que el padre de la teoría de la evolución de las especies, Charles Darwin, ni siquiera soñó: extraños animales que viven en total oscuridad alrededor de volcanes submarinos activos.
Hace 30 años, los investigadores detectaron la primera "chimenea hidrotermal", que calienta el agua a elevadísimas temperaturas, 2.500 metros debajo de la superficie del mar, rodeada de su propia y única comunidad de flora y fauna.
La mera definición de "vida" sobre la Tierra cambió para siempre al descubrirse el florecimiento de estos organismos sin la luz del sol y, en consecuencia, sin fotosíntesis. Así, se abrieron nuevos paradigmas sobre la posibilidad de vida en el universo.
Después de todo, si un diminuto camarón puede vivir en total oscuridad, bajo una presión de toneladas en una sopa tóxica e hirviente por la presencia de una fuente de calor de 350 grados, ¿por qué no habría vida en algún planetoide remoto con condiciones no tan duras?
"Fue lo más grande que le ocurrió a la biología en el siglo pasado", recuerda Fred Grassle, de la estadounidense Universidad de Rutgers, en Nueva Jersey, quien organizó en 1977 la primera expedición de biólogos a las entonces recién descubiertas chimeneas hidrotermales en el océano Pacífico, a unos 350 kilómetros de las islas Galápagos.
Grassle pasó muchas horas en las profundidades en sumergibles diminutos, como el famoso "Alvin", con el que se realizó el descubrimiento.
"Entonces se pensaba que las profundidades oceánicas estaban privadas de vida, o que la poca que había allí dependía del alimento que caía desde arriba", dijo el científico en un pequeño auditorio con numerosos escolares de Puerto Ayora, en una de las celebraciones.
Grassle les mostró viejas diapositivas de científicos preparándose para explorar un ambiente tan exótico y peligroso como el espacio exterior.
Aunque los niños son concientes de que las islas Galápagos son famosas por su flora y fauna únicas, las profundidades del mar que la rodea son un reino tan fantástico como la Luna. "Sabemos más sobre la superficie lunar que sobre el mar profundo", suele decir el científico.
Ubicada a 1.000 kilómetros de la costa oeste de Ecuador, Galápagos es también una región volcánica muy activa, en lo alto de un punto clave de magma de la cuenca tectónica de Nazca.
En 1977, el "Alvin" siguió un rastro de almejas blancas hacia una pequeña colección de fisuras en la superficie planetaria, emitiendo una suerte de agua nubosa, extremadamente caliente, llamada "black smokers".
Si bien es suficientemente caliente para derretir la mayoría de los metales, el agua no hierve a causa de la tremenda presión a tales profundidades.
Cubriendo un área no mucho más grande que un campo de béisbol, se pensó que era la única en el planeta, dijo Grassle a IPS.
Una serie de experimentos de compleja realización terminó demostrando que las sorprendentes criaturas --gusanos tubo, camarones y otros-- que viven al lado de estas aberturas usan la energía química que de ellas emana para sobrevivir. El componente clave en este sistema ecológico único es la bacteria quimiosintética que a menudo vive en simbiosis con los animales residentes, como almejas y gusanos tubo.
Estas bacterias especializadas oxidan el tóxico sulfuro de hidrógeno que procede de las aberturas, proporcionando nutrientes a animales que están en una posición superior de la cadena alimenticia. Y en el caso de los gusanos tubo, que no tienen bocas o estómagos, la bacteria reside en su interior, suministrando los compuestos orgánicos necesarios a cambio de un cómodo hogar.
Estas bacterias amantes del azufre toman el lugar de la fotosíntesis, que genera vida en el resto del planeta, explicó Grassle. Son antiguas, y algunos científicos especulan con que pueden haber sido las primeras formas de vida sobre la Tierra.
Estos descubrimientos desataron un auge internacional en materia de investigaciones de las profundidades del mar. Alrededor de 100 de estas aberturas han sido encontradas a la fecha en los océanos Atlántico y Pacífico.
Están ubicadas a lo largo de una cadena montañosa de 64.000 kilómetros de extensión, que zigzaguea como un gigantesco cierre relámpago sobre las cuencas oceánicas del planeta, explicó Christopher German, copresidente de la no gubernamental InterRidge y de la organización Biogeografía de la Quimiosíntesis de los Ecosistemas de Aguas Profundas (ChEss, por su sigla en inglés).
La cadena montañosa marca el área donde las placas tectónicas de la Tierra se separaron y una nueva corteza se formó de la lava caliente que surgió del manto, dijo German a IPS.
"En cualquier lugar que observemos a lo largo de la cadena encontramos aberturas, que albergan a diferentes especies animales en distintas regiones del océano", agregó.
Alrededor de 550 especies han sido descubiertas viviendo en condiciones de extrema presión y temperatura y nuevas especies son halladas a razón de dos al mes, dijo Ron Tyler, copresidente de ChEss, uno de los 14 programas del Censo de la Vida Marina, un proyecto internacional para documentar la vida en los océanos para 2010.
El estudio de esas aberturas ha dominado el campo de la biología de las profundidades del mar durante los últimos 30 años, agregó.
Las futuras investigaciones se focalizarán más en los minerales que en la biología. Por lo menos dos compañías mineras están explorando esas aberturas por su abundancia en oro, cobre y otros minerales valiosos. Los avances tecnológicos permiten la explotación del fondo marino, aunque estas operaciones son muy complejas y costosas.
El impacto ambiental en las especias que habitan estas aberturas puede ser catastrófico, tanto para las que se encuentran en el sitio como para aquéllas "corriente abajo" por los sedimentos que serán removidos.
La explotación minera podría comenzar en 2009, dijo la directora del Laboratorio Marino de la Universidad Duke, de Estados Unidos, Cindy Van Dover. Los científicos deberán tomar una parte activa en el desarrollo de normas para las compañías, que incluyan una completa evaluación del impacto ambiental de las propuestas áreas mineras, advirtió.
La verdadera riqueza de las "chimeneas hidrotermales" es su enorme biodiversidad, indicó Grassle.
"Ellas nos abren los ojos en relación con los lugares y las condiciones bajo las cuales la vida puede prosperar", dijo. "Lo que aprendí en los últimos 30 años es que los pequeños organismos como las bacterias son escasamente apreciados", agregó.
El hecho de que este hallazgo se haya producido en donde Darwin realizó uno de los mayores avances científicos de la historia "es una grata coincidencia", agregó con una pequeña sonrisa. (FIN/2007)
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