24 septiembre, 2007

CIA (I) La Máquina asesina

Actualizado 1:00 A.M. (hora local)

  La Habana, lunes 24 de septiembre de 2007. Año 11 / Número 264

Periódico Granma
Manuel Hevia Frasquieri

Hace unas semanas la CIA anunciaba la desclasificación de una importante colección de documentos sobre algunos crímenes y atropellos cometidos por la Agencia en la década de los años setenta. En fecha cercana al aniversario 60 de su constitución, la Agencia ambiciona cerrar una página en su larga y tormentosa historia, a la que su nuevo director, general Michael Hayden, calificó como una mirada a un "tiempo muy diferente y una agencia muy diferente¼ Lo que hacemos ahora para proteger a los americanos, lo hacemos en un poderoso marco de ley y análisis ".

Golpe de Estado en Chile, otra vez la mano de la CIA.

Resulta sorprendente semejante afirmación del representante de un gobierno que ha creado "una verdadera máquina de matar, constituida no solo por la CIA y sus métodos" —como señalaba nuestro Comandante Fidel en sus Reflexiones del 30 de junio del 2007. "Bush ha instrumentado poderosas y costosas superestructuras de inteligencia y seguridad y ha convertido a todas las fuerzas de aire, mar y tierra en instrumentos de poder mundial que llevan la guerra, la injusticia, el hambre y la muerte a cualquier parte del planeta, para educar a sus habitantes en el ejercicio de la democracia y la libertad".

LA PATERNIDAD

Su existencia se ha visto sacudida en muchas ocasiones por escándalos, reformas y pugnas de poder entre el ejecutivo y el Congreso. Ideológicamente la CIA responde a las ideas más reaccionarias de esa nación y sus principales líderes han profesado tradicionalmente un pensamiento conservador y en ocasiones ultraderechista y neofascista, mientras se autoproclaman amantes de la libertad y la democracia.

El derrocamiento de Jacobo Arbenz por la CIA sumió a Guatemala en décadas de represión y muerte.

La CIA admite un total de 14 estudios que han examinado el sistema de Inteligencia en EE.UU. desde su constitución en 1947. En realidad, estos "escrutinios" sobre los servicios de Inteligencia en Estados Unidos, se han producido después de escándalos o situaciones adversas en el país, provocadas por errores, ineficiencia, abusos, graves violaciones de las leyes, descontrol institucional y otras irregularidades de este aparato.

Uno de estos escándalos se desató el 22 de diciembre de 1974 cuando un artículo de primera plana en The New York Times, del periodista Seymour Hersh, anunciaba la participación de la CIA en actividades de espionaje contra ciudadanos norteamericanos dentro de Estados Unidos, acción prohibida por sus leyes en esos momentos. Sucesivos artículos de prensa brindaron nuevas evidencias de otras violaciones, en particular los complots de asesinato de la Agencia, lo que obligó al Gobierno del presidente Gerald Ford a actuar. Meses después, el Congreso inició sus pesquisas.

La CIA reconoce en su estudio "US Intelligence Community Reform Studies since 1947" de abril del 2005 "que los estudios más relevantes de inteligencia en los años setenta vinieron de la loma del Capitolio". Se refieren visiblemente a los Comités Selectos del Congreso, encabezados por el senador demócrata por Idaho, Frank Church (1975), a nombre del Senado, y por el representante demócrata de Nueva York, Otis Pike (1976), por la Cámara de Representantes, que pusieron al descubierto, entre otros muchos crímenes, la responsabilidad de la Agencia en los intentos de asesinato contra jefes de Gobierno extranjeros que no eran del agrado del gobierno de Estados Unidos.

A pesar de ligerezas y justificaciones, las sesiones, comparecencias y documentos finales del Comité Church pusieron al descubierto la peligrosidad y el descontrol gubernamental sobre las acciones encubiertas de la CIA. El Comité condenó el uso del homicidio como instrumento de la política extranjera y dedicó un exhaustivo análisis a los intentos de magnicidio contra líderes extranjeros, incluido el Presidente Fidel Castro.

La investigación del Comité Pike de la Cámara de Representantes lesionó los intereses de la ultraderecha. Su acción confrontó desde un principio una fuerte oposición. Según el conocido historiador de la CIA Gerald K. Haines, la Agencia, con la cooperación estrecha de la Casa Blanca, desafió las investigaciones del Comité Pike, cuando este anunció que investigaría 10 años de acciones encubiertas de la CIA, en particular su intervención en las elecciones italianas de 1972, la ayuda encubierta a los kurdos en Iraq entre 1972 - 1975 y la participación secreta en los sucesos de Angola en este último año. Por indicaciones de la Casa Blanca, muchos funcionarios de la agencia se negaron a testificar sobre estas operaciones en sesión abierta ante el Comité.

Al final, los esfuerzos del Comité fueron bloqueados y la Cámara de Representantes desaprobó la divulgación del informe definitivo.

Según Haines, el senador Pike expresó tiempo después: "Una cosa que realmente no concordé con el senador Frank Church fue su caracterización de la CIA como 'un elefante suelto'. La CIA nunca hizo algo que la Casa Blanca no quisiera".

OPERACIONES ENCUBIERTAS

Ningún servicio de inteligencia en el mundo posee un mayor potencial destructivo que la CIA, que nada tiene que ver con el clásico trabajo de obtención de información. Las denominadas "covert actions" incluyen el complot y la guerra sucia, el sabotaje económico, la propaganda "negra", los secuestros, asesinatos y golpes de estado. Son expresión de una forma de terrorismo fascista.

En un memorando desclasificado del 24 de mayo de 1948, a menos de un año de constituirse la Agencia, dirigido al Secretario Ejecutivo del Consejo de Seguridad Nacional de EE.UU., el primer director de la Central de Inteligencia, R. N. Hillenkoentter, intentó acuñar dentro de un status "legal" la noción del término "operaciones encubiertas" y su correspondiente aplicación.

En aquel documento secreto, desclasificado muchos años después por la CIA, calificaron de "operaciones encubiertas" en "tiempo de paz" a la "propaganda negra, incluyendo la subversión moral, la ayuda a movimientos clandestinos y apoyo a movimientos de resistencia" lo que constituía una nueva forma activa de terrorismo contra cualquier país que no fuera de su agrado político.

En un segundo grupo incorporaron "las acciones positivas, que implican sabotaje, antisabotaje, demolición, subversión, contra estados hostiles, apoyo a las guerrillas y evacuación", o lo que es lo mismo, terrorismo abierto mediante el asesinato y el uso de cualquier medio de destrucción no solo en caso de guerra, sino cuando consideraran que su seguridad nacional estuviera en peligro.

Poco después, en 1948, las Directivas NSC-4/A y NSC-10/2 legalizaron muchas de las operaciones subversivas que la CIA venía realizando desde su creación, la más destacada sin duda hasta ese momento, la maniobra que bloqueó el acceso al poder de los comunistas en Italia en las elecciones de ese año, según diversas fuentes.

Pero quizás el momento más trascendente en el orden estructural de la CIA lo constituyó la creación de su órgano de operaciones encubiertas a cargo del veterano oficial del OSS Frank Wisner, que fue bautizada con el nombre de Oficina de Coordinación Política, encargada de la subversión contra estados hostiles, sabotaje, demolición, apoyo a grupos de resistencia clandestinos y a elementos anticomunistas. En 1952 esta oficina era ya conocida como Directorio de Planes de la CIA, con el control del 75% del presupuesto de la Agencia.

En 1950, bajo la dirección del nuevo Director de la CIA Walter Bedell Smith, la historia recoge una de las primeras operaciones encubiertas en "tiempo de paz", bajo el principio de la negación plausible, como el derrocamiento del primer ministro iraní Mohhamed Mossadegh, a raíz de la nacionalización de yacimientos petroleros en esa nación.

En 1954, para anticiparse a una indagación del Congreso sobre las acciones encubiertas de la CIA, el presidente Eisenhower promocionó un estudio conocido como informe Doolittle que defendía la tesis de que "Estados Unidos tenía que abandonar sus tradicionales conceptos de juego limpio frente a un "implacable enemigo" y "aprender a subvertir, sabotear y destruir a nuestros enemigos por métodos más astutos, más sofisticados y más eficaces que aquellos utilizados contra nosotros".

En ese año, la CIA organizó el golpe de Estado contra el gobierno popular de Juan Jacobo Arbenz, bautizado como Operación PBSUCCESS. Aquella operación subversiva contra un pequeño país centroamericano, marcó el inicio de un proceso de represión y torturas que llevó a la muerte a más de 200 000 guatemaltecos en los años siguientes. Eisenhower y la CIA asumieron erróneamente años después que aquel modelo subversivo aplicado en Guatemala tendría posibilidades en la Cuba revolucionaria.

El golpe de Estado devenido en genocidio en Guatemala constituyó el punto de partida de una espiral ascendente de crímenes y atropellos del imperio norteamericano. Desde entonces la sigla CIA, expresión de aquel poder tenebroso se vería asociada a los proyectos y operaciones secretas más insólitas y brutales: Pluto, Mangosta, Múltiple Vía, JM Wave, Cuerpos de Paz, Camelot, MKultra, Mockingbird, Phoenix, Cynthia, Canal I y II, Operación Chile, Irán-Contra, entre otras muchas. El ejemplo de "democracia universal" que Estados Unidos pretende imponerle al mundo, palidece en cada uno de esos engendros.

*(Director del Centro de Investigaciones Históricas de la Seguridad del Estado)

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