La Academia premia a Doris Lessing por "su épica narrativa de la experiencia femenina". "No sé a lo que se refieren con eso", declara la escritora, "encantada" pero "no sorprendida" con el galardón
BRENDA OTERO - Londres - 12/10/2007
"Me acabo de enterar ahora mismo", dijo Doris Lessing ayer por la tarde, recién conseguido el Premio Nobel de Literatura, que la Academia Sueca le concedió "por su épica narrativa de la experiencia femenina, que con escepticismo, pasión y poder visionario, ha sometido a examen a una civilización desunida". "Había llevado a mi hijo al hospital y no me enteré hasta que vi a los fotógrafos. Al principio pensé que estaban grabando algún culebrón en la calle". Vestida con falda vaquera y chaleco guateado y con un vaso de agua en la mano, la escritora británica salió a recibir a la prensa y a las personas que se acercaron a la puerta de su casa en West Hampstead, al noroeste de Londres.
"Estoy encantada. Pero no sorprendida. Llevo escuchándolo unos cuarenta años y no te puedes sorprender año tras año", dijo. Su nombre ha entrado en las quinielas como potencial ganadora en innumerables ocasiones. Y ahora, a los 87, se ha convertido en la ganadora del Premio Nobel de Literatura de más edad. Con buen humor y una vitalidad extraordinaria, tuvo tiempo de regañar a la prensa. "¿Cómo lo voy a estar celebrando con champán? No me ha dado ni tiempo a comprarlo. Ustedes, en lugar de venir aquí y hacer tantas preguntas, deberían haber traído una botella. En algún momento tendré que ponerme a brindar", contestó cuando se le preguntó cómo lo estaba celebrando. Lessing reveló que "un mensajero" relacionado con los Nobel le avisó de que nunca ganaría el premio. "Me dijo que no les gustaba y que nunca lo conseguiría. Deben haber cambiado de opinión". "Yo creo que me lo han dado porque ya estoy muy mayor". "He ganado muchos premios, en toda Europa". "Éste es el galardón más glamouroso, todo el mundo lo conoce, pero no quiere decir que sea el mejor".
La Academia Sueca la describió como una autora que retrata "la épica de la experiencia femenina". "No sé a lo que se refieren con eso, los hombres y las mujeres no son tan diferentes", dijo ceñuda.
La autora, nacida en Persia (actual Irán) en 1919 y criada en Rodesia (actual Zimbabue), abandonó el colegio con 14 años. Con 31, dejó atrás dos hijos y dos ex maridos y aterrizó en Londres con un hijo y la firme voluntad de convertirse en escritora. Durante sus más de cincuenta años de trayectoria profesional ha mantenido su compromiso político y su defensa de las libertades. Criticó abiertamente los regímenes segregacionistas de Rodesia y Suráfrica y fue miembro del Partido Comunista británico, que abandonó desencantada. Su libro El cuaderno dorado fue clave en el movimiento feminista durante la década de los sesenta, pero recientemente ha realizado declaraciones en contra del feminismo radical que libra una batalla frontal con los hombres. Lessing afirma que sigue escribiendo.
Por ahora, lo que más ilusión le ha hecho a Doris Lessing en medio de la vorágine que implica haber ganado el Nobel ha sido la llamada de teléfono de Gabriel García Márquez para darle la enhorabuena. "Para mí es algo maravilloso, porque se trata de un escritor magnífico al que admiro profundamente", declaró con una enorme sonrisa. Acto seguido entró en su casa para seguir recibiendo llamadas. Se despidió haciendo un brindis con su vaso de agua. "Es ginebra", bromeó.
Lessing ha vivido en la misma calle de casas de ladrillo durante 25 años. Y siempre ha tomado parte activa en la vida del barrio. En ocasiones se sienta a escribir en uno de los cafés de la zona, donde ambientó uno de sus cuentos de Historias de Londres. Ha colaborado con la biblioteca y es cliente de West End Lane Books, la librería del barrio. "Es una mujer con mucho carisma. Ahora la veo menos porque creo que tiene la espalda mal, pero venía a leer a la librería, que se llenaba hasta los topes. Y también formaba parte de un club literario: hasta comentó con los otros miembros fragmentos de El cuaderno dorado", contaba Jane May, empleada de la librería. En West End Lane Books también encarga la escritora sus lecturas y aunque en el establecimiento son reticentes a desvelar los títulos de sus lecturas para mantener la intimidad de su cliente, sí confirman que Lessing "lee mucho y variado y está a la última. Lee obras de nuevos escritores europeos y gran cantidad de libros de no ficción".
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