Javiera González justifica la exigencia de un transporte público y de la derogación de la Ley Penal Juvenil aduciendo a la responsabilidad del movimiento secundario, en tanto actor social.
El Instituto Nacional está nuevamente en toma este año. El establecimiento adhiere a la Asamblea General de Estudiantes Secundarios, AGES, que se diferencia de la ANES por desestimar exigencias que salen del marco educativo. Gabriel Ibáñez: "hay cosas más importantes y relativas a la educación donde no están ni la minería, la salud ni las payasadas que se les ocurren a estos otros niñitos". Queremos tu opinión | | Comenta este artículo
| Recomienda este artículo
| | Escindido en dos grandes asambleas capitalinas, la ANES y la AGES, sin acuerdo con los liceos de regiones, y con reivindicaciones nuevas que no son del todo comprendidas por parte de los propios estudiantes, el movimiento secundario retoma protagonismo esta semana. Las ocupaciones pacíficas de sus casas de estudio y las jornadas de reflexión rindieron fruto en el pasado, sin embargo el escenario ha cambiado. Si sabrán aprovechar la nueva coyuntura o ésta se volverá en su contra, es algo que responderá el tiempo. Mientras tanto, los dirigentes secundarios definen sus posiciones. A juicio del presidente del CCAA del Instituto Nacional, Víctor Díaz, 2007 será un año difícil para el movimiento secundario: "el gobierno (dice) no está tan mal parado como el año pasado, los profesores ya saben que si el movimiento toma fuerza van a tener que hacer clases hasta el 15 de enero, y los sostenedores no van a permitir que se repita". A lo anterior se suman las divisiones en el seno del movimiento, y que muchos colegios fijaron condiciones especiales en su reglamento interno para sancionar a los alumnos que participen en una eventual ocupación del establecimiento. - ¿Cuánto han cambiado las reivindicaciones del movimiento secundario desde entonces? - El año pasado fue la parte bonita del movimiento, fueron las luces, las cámaras para algunos dirigentes que tuvieron que responder a una movilización que ni ellos mismos se esperaban. Se tomó el Instituto Nacional, el Liceo de Aplicación y ahí empezó el movimiento, pero la envergadura que tomó sorprendió a todos. Nuestra lucha sigue siendo la misma, si te fijas, en nuestro petitorio estaba la Jornada Escolar Completa, la municipalización y los 10 pesos de la tarifa escolar, aunque la LOCE fue nuestro caballito de batalla y la prensa le dio más énfasis, pero nuestras exigencias siguen siendo las mismas. - Pero los estudiantes hablan del Transantiago este año… - No, nuestra prioridad es la educación y a eso nos abocamos. Los demás sistemas cambiarán cuando logremos cambiar un sistema educacional que está controlado por el capitalismo, eso es lo que los de la ANES no entienden, y con su demanda histórica de la tarifa escolar han aprovechado de usar el Transantiago para hacer un cierto enganche con la gente que tampoco les ha funcionado porque no han recibido el apoyo y el respaldo que esperaban, porque el tema del transporte finalmente es de toda la sociedad. Nos afecta a todos pero no es responsabilidad de los estudiantes y no podemos tomar en nuestros hombros el cambio de un sistema de transporte que hasta la derecha está empeñada en cambiar. A nosotros no nos corresponde. Javiera González pertenece a la comisión política de la ANES y va en 4º medio en el liceo Tajamar, de Providencia. En relación al distanciamiento con los estudiantes de regiones, refiere que si bien la distancia los separa un poco, esperan poder conversar con ellos el fin de semana para aclarar los temas pendientes. Entretanto, la ANES entregó un conjunto de peticiones al Mineduc hace algunas semanas, entre las que figuran la estatización de la enseñanza, la derogación de la ley penal juvenil, y la instauración de un sistema de transporte público. - ¿Qué sentido tiene incluir temas ajenos a lo estrictamente educativo en las peticiones estudiantiles? - Debemos considerar que a partir de las movilizaciones del año pasado, los estudiantes secundarios nos convertimos en un actor social, por tanto tenemos una responsabilidad. Con respecto al transporte nosotros queremos que sea público porque hace mucho tiempo pedimos la tarifa gratis con el argumento de que la educación media es obligatoria y el estado debiera asegurar que los estudiantes vayan a los establecimientos a educarse. Por eso pedimos la tarifa gratuita que no nos fue dada el año pasado bajo la excusa de que se podían construir muchas viviendas, hospitales, que no se han construido. Pedimos entonces que el estado se haga responsable del transporte por los problemas que está teniendo, y también nos oponemos a la ley de responsabilidad juvenil porque en vez de reprimir se debe educar antes. - ¿En qué se diferencia el movimiento secundario de este año respecto al del año pasado? - Este año tenemos la experiencia, estamos trabajando mucho más con las bases de lo que se hacía el año pasado y conocemos los errores del año pasado para no volver a cometerlos. El CCAA del Liceo Lastarria fue el primero en manifestar públicamente su rechazo a poner fin a la selección de estudiantes, en ocasión de una visita de la ministra de educación a su colegio. Su presidente Gabriel Ibáñez no disimula su desacuerdo con la ANES, y pone el énfasis en aspectos directamente relacionados con el quehacer estudiantil. No se manifiesta a favor de las tomas de colegios, aunque aclara que en caso de que la asamblea lo decida, respetará la opinión mayoritaria: "Lo medular (sostiene) es que no queremos que las cosas se hagan de manera apresurada, pero si los muchachos deciden que hay que tomar algunos establecimientos se tendrá que aceptar la voz de la mayoría". Los estudiantes del liceo Lastarria adhieren junto al Instituto Nacional y una treintena de colegios, a la AGES (Asamblea General de Estudiantes Secundarios). La semana pasada presentaron un petitorio centrado en aspectos que los afectan directamente, como la eliminación de la ponderación de las notas de enseñanza media, NEM. "Eso nos afecta muchísimo (dice el dirigente), porque la exigencia en nuestro colegio es más alta; el año pasado el promedio de nuestros egresados de 4º medio fue 5.5, en otros establecimientos puede estar por sobre el 6 pero la diferencia es que el 85% de nuestros compañeros que dieron la PSU quedaron en la Universidad". Otra de sus exigencias es la supresión del impuesto al libro, que en nuestro país constituye uno de los más altos de la región. En cuanto a las reivindicaciones de corte social que promueve la ANES, Gabriel es tajante: "nosotros no nos vamos a meter en ese ámbito, hay cosas más importantes y relativas a la educación donde no están ni la minería, la salud ni las payasadas que se les ocurren a estos otros niñitos".
|
No hay comentarios.:
Publicar un comentario