14 junio, 2007

Revelan brote de cáncer en zona de Chile por agua con arsénico

La Firme. escrito por Editor   
Dos ríos con altos índices de contaminación del tóxico se destinaron para el uso humano El problema persiste pese a que hace más de 30 años se redujeron los niveles del mineral. De 1950 a 2000 se dispararon los casos de tumores, revela investigación de la Universidad de Berkeley

Un grupo de investigadores reveló que en la región norte de Chile se registraron altas tasas de muerte por cáncer pulmonar y de vejiga décadas después de que sus habitantes estuvieran expuestos a altos niveles de arsénico en el agua.

El estudio detalló los daños duraderos del arsénico, mientras millones de personas en los países en desarrollo y en las naciones ricas siguen tomando agua contaminada con este elemento natural que se encuentra en el suelo y en los minerales.

Las autoridades de una región del norte de Chile, que rodea la ciudad de Antofagasta, modificaron en 1958 el suministro de agua para ajustarlo al crecimiento de la población, sumando el caudal de dos ríos altamente contaminados con arsénico.

Investigadores chilenos y estadunidenses compararon la mortalidad por cáncer de vejiga y de pulmón entre 1950 y el 2000 en la región, con las tasas registradas en una zona similar de Chile donde el agua no contiene arsénico.

Las tasas de muertes por estos cánceres en la región contaminada comenzaron a incrementarse 10 años después del alza en los niveles de arsénico, y detuvieron su escalada hasta después de 20 años, luego de que las cantidades de arsénico en el agua fueron reducidas en 1971, reveló la investigación.

En el punto máximo, las muertes por cáncer de vejiga fueron seis veces más altas en los hombres y 14 veces mayores en las mujeres de la zona contaminada en relación con la otra región.

La mortalidad por cáncer pulmonar entre los hombres y las mujeres fue tres veces superior que en el área sin contaminación, indicó el estudio.

"Incluso una vez detenida (la polución), habrá una demora prolongada hasta que finalmente los riesgos empiecen a disminuir, lo que destaca la importancia de prevenir la exposición al arsénico en primer lugar", señaló en una entrevista telefónica Allan Smith, quien encabezó el estudio.

Smith, quien dirige un programa de investigación sobre arsénico en la Universidad de Berkeley, en California, trabajó en el estudio junto con Guillermo Marshall, de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Los resultados de la investigación fueron publicados en Journal of the Nacional Cancer Institute.

Contaminación natural

La contaminación con arsénico de los suministros de agua proviene fundamentalmente de fuentes naturales, pero las actividades industriales, como la minería y el procesamiento de oro, también contribuyen en algunas regiones, dijeron los expertos.

En este caso, los ríos empleados en el suministro de agua se originaban en la Cordillera de los Andes y tenían naturalmente altos niveles de arsénico.

Desde 1958 a 1970, el agua consumida en Antofagasta y otra ciudad cercana de esa región árida promediaba los 870 microgramos de arsénico por litro, casi 90 veces por encima del estándar de 10 microgramos por litro permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En 1971, una importante planta de remoción de arsénico comenzó a operar en Antofagasta y redujo la contaminación, pero sólo después de que los residentes de la zona ya habían estado expuestos a altas concentraciones del contaminante durante 13 años.

El hecho de que el riesgo de muerte se mantuviera alto mucho después del final de la exposición demostró la existencia de un prolongado periodo de latencia anteriormente desconocido en lo que respecta al daño a la salud causado por el arsénico, dijeron los expertos.

Estudios han mostrado que el arsénico provoca cáncer de pulmón, de vejiga y de piel, y que también causaría tumores en el hígado y los riñones, además de otros problemas de salud.

En Estados Unidos y muchos otros países, los suministros municipales de agua potable son analizados y tratados contra el arsénico. Pero Smith señaló que millones de estadunidenses y muchas personas de todo el mundo estarían tomando agua contaminada de pozos privados.

"Creo que cada vez queda más claro que cada pozo de agua singular del mundo debería ser evaluado y controlado en relación con el arsénico periódicamente", concluyó Smith.REUTERS

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