Domingo, 10 junio 2007 IBLNEWS, AGENCIAS El papa Benedicto XVI recibió por primera vez en el Vaticano al presidente de EEUU, George Bush, al que le pidió buscar una solución "negociada y regional" a los conflictos en Oriente Próximo, a la vez que le manifestó su preocupación por la situación en Irak. "La Santa Sede desea una vez más una solución 'regional' y 'negociada' de los conflictos y las crisis que afectan la región del Oriente Próximo", sostiene la nota oficial del Vaticano divulgada tras el encuentro con el presidente estadounidense. El Papa, quien conversó en privado durante media hora con Bush en su estudio pontificio, abordó "importantes temas de política internacional", en particular "la cuestión israelo-palestina, Líbano, la preocupante situación de Irak y las graves condiciones en las que viven las comunidades cristianas", agrega el comunicado. Durante la reunión, el pontífice y Bush "intercambiaron opiniones sobre América Latina", Africa y la situación en la región africana de Darfur (Sudán), señala la nota. Bush esperaba hablar también sobre Cuba, indicó a la prensa pocas horas antes, lo que no fue precisado en la nota vaticana. Se trata de la primera vez que el Papa alemán recibe en su estudio privado del palacio apostólico al presidente Bush. Bush, quien abandonará Italia el domingo por la mañana, llegó al Vaticano a las 11 locales, en medio de imponentes medidas de seguridad. El mandatario estadounidense llegó acompañado por su esposa, Laura, vestida con un traje negro y con su cabeza cubierta por una mantilla. La pareja iba seguida por una numerosa comitiva. Durante el encuentro fueron analizados asuntos de carácter ético y social, como "los derechos humanos, la libertad religiosa, la defensa y la promoción de la vida, el matrimonio y la familia, la educación de las nuevas generaciones y el desarrollo sostenible", subraya la nota vaticana. Por su parte, Bush anunció que iniciaba la visita con "el espíritu abierto", "dispuesto a escuchar" al Papa, y con el deseo de hablar de la lucha contra el hambre y las enfermedades en el mundo. Poco antes, el líder estadounidense advirtió que quería hablar con el Papa sobre la cuestión cubana, donde la Iglesia católica podría desempeñar un papel de mediadora en caso de importantes cambios políticos. "Me encantaría poder hablar de Cuba. Creo que Cuba debería ser libre", declaró pocas horas antes del encuentro. Bush fue recibido en tres ocasiones por el ya fallecido papa Juan Pablo II, la última el 4 de junio de 2004, un año después del comienzo de la guerra en Irak, muy criticada por el anciano papa Wojtyla. Durante el encuentro, los dos dirigentes se intercambiaron los tradicionales regalos. Bush obsequió al Papa con un bastón tallado con los Diez Mandamientos, mientras el Pontífice le regaló un grabado del siglo XVII de la basílica de San Pedro. Al término de la reunión, el presidente estadounidense se reunió con el número dos de la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone. La visita oficial de Bush a Italia y el Vaticano ha desatado las protestas de los partidos de izquierda y de los militantes antiglobalización. Dos manifestaciones callejeras han sido organizadas en la capital italiana para la ocasión y se temen las consecuencias que pueden llegar a tener tales actos, con episodios de violencia, por lo que las autoridades han dispuesto un imponente dispositivo de seguridad. El presidente norteamericano inició su apretada agenda de un día con un encuentro con el presidente italiano, Giorgio Napolitano. Por la tarde se reunirá con el jefe de Gobierno, Romano Prodi, líder de la coalición de centroizquierda en el poder, con quien ha tenido fuertes divergencias sobre política internacional y cuestiones bilaterales. Prodi, que no ha sido recibido en la Casa Blanca desde que asumió la jefatura del gobierno italiano, en abril de 2006, decidió el retiro de sus soldados de Irak y mantiene unos 2.000 soldados en Afganistán, lo que Estados Unidos considera insuficiente. | |
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