Viernes, 5 octubre 2007 IBLNEWS, AGENCIAS Para tres hombres que afrontaron diferentes disyuntivas en la historia de la exploración espacial, el hecho de que una esfera que emitía un pitido cobrara velocidad en el cielo en 1957 parecía al mismo tiempo tonto, inspirador y un adelanto de lo que estaba por venir. Boris Chertok, un desarrollador clave del satélite Sputnik, que celebra el 4 de octubre el 50 aniversario de su lanzamiento, dijo que aún se maravilla de la trascendencia de poner una pequeña bola de aleación en órbita. "Un día o dos después de que aquel bip-bip se escuchara en todo el mundo, estábamos tan emocionados como era de esperar, pero ni nosotros ni los medios soviéticos comprendimos el significado de nuestro logro", dijo Chertok. Chertok y un equipo de ingenieros trabajaron con Sergei Korolyev, el padre de la industria espacial soviética, en la construcción del cohete R-7 como un vehículo de entrega de misiles balísticos intercontinentales, y consideraron el Sputnik como un proyecto secundario carente de importancia. "La mayoría de los asistentes de Korolyev, entre los que me incluyo, además de estúpidos y carentes de visión de futuro, pensamos que el Sputnik era un juego de niños", dijo Chertok a los periodistas en el museo Korolyev en Moscú la semana pasada. CIELO DE OCTUBRE Homer Hickam estaba en décimo curso cuando el Sputnik voló sobre su casa en Coalwood, West Virginia, inspirándole soñar con una vida lejos del futuro minero que esperaba a muchos de sus amigos, vecinos y familiares. "Me quedé consternado por esta pequeña estrella brillante que cruzó el cielo con tal energía y decidí en ese momento que quería ser parte del movimiento que era todo el mundo yendo al espacio", dijo Hickam en una entrevista telefónica. Hickam se convirtió en ingeniero de la NASA, entrenando a astronautas y supervisando las tripulaciones de las misiones espaciales Spacelab y de los transbordadores. Después escribió unas memorias llamadas "Rocket Boys" sobre su vida, que se convirtió en la película de 1999 "October Sky" (Cielo de Octubre). Hickam dijo que su encuentro con el Sputnik se completó cuando viajó a Rusia como ingeniero de la NASA para negociar la creación de la Estación Espacial Internacional. Medio siglo después de que el Sputnik volara por el cielo, los turistas espaciales usan la misma tecnología que Chertok y su equipo perfeccionaron en 1957. Disponible para personas que desean pagar enormes sumas de dinero para viajar por el espacio en lo que puede ser la aventura más exclusiva del mundo, Space Adverntures ha enviado a cinco turistas espaciales en cohetes Soyuz desde el cosmódromo ruso de Baikonur, alquilado a Kazajistán, para unirse a la EEI en órbita. Los cohetes Soyuz tienen la misma tecnología que el R-7. "Creo que el turismo espacial tiene un nombre no del todo correcto", dijo Eric Anderson, consejero delegado de Space Adventures, la única compañía que pone a turistas en el espacio. "Creo que es exploración privada del espacio. No estoy seguro de que los que coronan el monte Everest sean turistas tampoco", dijo Anderson en una entrevista telefónica desde sus oficinas en Virginia. "Cambia la tendencia de los últimos 50 años, en la que los gobiernos controlaban en espacio. También cambia el paradigma público de modo que es posible creer que compañías privadas y ciudadanos privados pueden hacerlo", dijo Anderson. | |
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07 octubre, 2007
El Sputnik dejó una huella a través del cielo de octubre
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