Actualizado 2:40 A.M. (hora local) | La Habana, miércoles 8 de agosto de 2007. Año 11 / Número 219 |
Algo debemos advertirles: no estamos ansiosos de suministrarla a domicilio.
Cuba no sacrificará un ápice de su honor y sus ideas por medallas de oro olímpicas; prevalecerán por encima de todo la moral y el patriotismo de sus atletas. Sabemos que en el boxeo el tamaño del ring y los guantes se han modificado para afectar a nuestro país que tantas medallas obtiene en ese deporte, hasta lograr que el boxeo profesional se incluya también en las Olimpiadas.
Las autoridades deportivas están analizando todas las variantes posibles, incluyendo cambiar la lista de boxeadores o no enviar delegación alguna, a pesar de los castigos que nos esperen. Estudian igualmente estrategias y tácticas a seguir.
Mantendremos nuestra política de principios, aunque el mundo se adentre cada vez más en el profesionalismo, y como en los tiempos de Kid Chocolate —un verdadero genio—, no exista una medalla para el deporte sano y solo se conciba un deporte que ponga precio a lanzar pelotas imbateables, conectar jonrones y repartir y recibir piñazos sin protección alguna. A una época como aquella jamás volveremos.
El deporte sano es incompatible con el consumismo y el derroche, que está en la raíz de la actual e irreversible crisis económica y social del mundo globalizado.
Fidel Castro Ruz
7 de agosto del 2007
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