Boletín NC&T Vol. 1, No. 587 14 de Marzo de 2008.
Un inesperado descubrimiento realizado en unos laboratorios biomédicos marinos del Instituto Scripps de Oceanografía, dependiente de la Universidad de California en San Diego, ha aportado nuevos y decisivos datos sobre procesos biológicos fundamentales de un organismo marino, el cual crea un producto natural que actualmente está siendo sometido a pruebas para comprobar su eficacia como tratamiento para el cáncer en los seres humanos. Este hallazgo podría conducir a nuevas aplicaciones de ese producto natural en el tratamiento de enfermedades humanas.
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El equipo de investigación, liderado por Bradley Moore, profesor del Centro para la Biotecnología y la Biomedicina Marinas, del Instituto Scripps, y la investigadora Alessandra Eustáquio, junto a sus colegas del Instituto Salk para Estudios Biológicos, han descubierto una enzima llamada SalL en el interior de la Salinispora tropica, una prometedora bacteria marina identificada en 1991 por investigadores del Instituto Scripps.
Los investigadores también han identificado un proceso nuevo (una "vía") por el que esta bacteria incorpora un átomo de cloro, el ingrediente principal que activa al potente producto natural anticáncer. Los métodos previamente conocidos para activar el cloro contaban con procesamientos basados en sistemas fundamentados en el oxígeno. El nuevo método, por otro lado, emplea una estrategia de sustitución que emplea cloro no oxidado, tal como se encuentra en la naturaleza, como por ejemplo en la sal común o sal de mesa.
"Ésta fue una vía del todo inesperada", destaca Moore. "Existen alrededor de dos mil productos naturales clorados, y éste es el primer caso en el que el cloro es asimilado por esta clase de vía".
El producto procedente de la Salinispora, denominado salinosporamida A, se encuentra actualmente sometido a ensayos clínicos de fase I en humanos, para el tratamiento del mieloma múltiple y otros cánceres. Un equipo dirigido por Moore y Daniel Udwary, también del Instituto Scripps, dilucidó el genoma de la S. tropica en junio del pasado año, un logro que allanó el camino para estos nuevos descubrimientos.
Moore cree que los últimos hallazgos despliegan un nuevo "mapa de carreteras" para el posterior desarrollo de medicamentos explotando al máximo el potencial anticáncer de la S. tropica. Conocer la vía metabólica a través de la que se sintetiza el producto natural podría dar a los investigadores de campos como la farmacología y la biotecnología la capacidad de manipular moléculas decisivas para diseñar nuevas versiones de fármacos derivados del producto de la Salinispora. La ingeniería genética puede permitir el desarrollo de compuestos de segunda generación, que no pueden ser encontrados en la naturaleza.
Un inesperado descubrimiento realizado en unos laboratorios biomédicos marinos del Instituto Scripps de Oceanografía, dependiente de la Universidad de California en San Diego, ha aportado nuevos y decisivos datos sobre procesos biológicos fundamentales de un organismo marino, el cual crea un producto natural que actualmente está siendo sometido a pruebas para comprobar su eficacia como tratamiento para el cáncer en los seres humanos. Este hallazgo podría conducir a nuevas aplicaciones de ese producto natural en el tratamiento de enfermedades humanas.
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El equipo de investigación, liderado por Bradley Moore, profesor del Centro para la Biotecnología y la Biomedicina Marinas, del Instituto Scripps, y la investigadora Alessandra Eustáquio, junto a sus colegas del Instituto Salk para Estudios Biológicos, han descubierto una enzima llamada SalL en el interior de la Salinispora tropica, una prometedora bacteria marina identificada en 1991 por investigadores del Instituto Scripps.
Los investigadores también han identificado un proceso nuevo (una "vía") por el que esta bacteria incorpora un átomo de cloro, el ingrediente principal que activa al potente producto natural anticáncer. Los métodos previamente conocidos para activar el cloro contaban con procesamientos basados en sistemas fundamentados en el oxígeno. El nuevo método, por otro lado, emplea una estrategia de sustitución que emplea cloro no oxidado, tal como se encuentra en la naturaleza, como por ejemplo en la sal común o sal de mesa.
"Ésta fue una vía del todo inesperada", destaca Moore. "Existen alrededor de dos mil productos naturales clorados, y éste es el primer caso en el que el cloro es asimilado por esta clase de vía".
El producto procedente de la Salinispora, denominado salinosporamida A, se encuentra actualmente sometido a ensayos clínicos de fase I en humanos, para el tratamiento del mieloma múltiple y otros cánceres. Un equipo dirigido por Moore y Daniel Udwary, también del Instituto Scripps, dilucidó el genoma de la S. tropica en junio del pasado año, un logro que allanó el camino para estos nuevos descubrimientos.
Moore cree que los últimos hallazgos despliegan un nuevo "mapa de carreteras" para el posterior desarrollo de medicamentos explotando al máximo el potencial anticáncer de la S. tropica. Conocer la vía metabólica a través de la que se sintetiza el producto natural podría dar a los investigadores de campos como la farmacología y la biotecnología la capacidad de manipular moléculas decisivas para diseñar nuevas versiones de fármacos derivados del producto de la Salinispora. La ingeniería genética puede permitir el desarrollo de compuestos de segunda generación, que no pueden ser encontrados en la naturaleza.
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