Boletín NC&T Vol. 1, No. 590 26 de Marzo de 2008.
Unos expertos en nanotecnología están desarrollando una camisa capaz de generar electricidad para suministrar energía a los pequeños dispositivos electrónicos de los excursionistas y otras personas, cuyo movimiento físico podría ser aprovechado y convertido en energía eléctrica.
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El concepto está basado en pares de fibras textiles cubiertas con nanocables de óxido de cinc, una estructura que puede generar corriente eléctrica utilizando el efecto piezoeléctrico. Combinando el flujo de corriente de muchos pares de fibras tejidas en una camisa o chaqueta, se podría lograr que el movimiento del cuerpo del usuario suministrara energía eléctrica para una gama de dispositivos electrónicos portátiles. Las fibras también podrían tejerse en cortinas, tiendas de campaña u otras estructuras para capturar la energía del viento, las vibraciones del sonido u otra energía mecánica.
Los nanogeneradores basados en fibras serían una forma simple y barata de recoger la energía del movimiento físico. Si los investigadores pueden combinar muchas de estas fibras en capas dobles o triples en prendas de ropa, ello podría proporcionar una fuente de energía eléctrica flexible, plegable y utilizable además para vestir, que, por ejemplo, permitiría a las personas generar su propia corriente eléctrica mientras caminan.
El sistema híbrido de microfibras y nanocables está basado en el nanogenerador de nanocable que el equipo de Zhong Lin Wang (del Instituto Tecnológico de Georgia) anunció en el 2007. Este sistema genera la corriente por medio de conjuntos de nanocables de óxido de cinc verticalmente alineados que se doblan bajo un electrodo conteniendo puntas conductoras de platino. El nanogenerador de nanocable fue diseñado para recolectar la energía de fuentes ambientales tales como las ondas de ultrasonido, las vibraciones mecánicas o el flujo de la sangre.
Los nanogeneradores desarrollados por el grupo de investigación de Wang aprovechan el acoplamiento único de las propiedades piezoeléctricas y semiconductoras de las nanoestructuras de óxido de cinc, que producen pequeñas cargas eléctricas cuando se doblan. Después de un año de desarrollo, el nanogenerador original puede producir hasta 800 nanoamperios y 20 milivoltios.
Los generadores de microfibra están basados en los mismos principios, pero están hechos de materiales blandos, y diseñados para capturar la energía de fuentes energéticas mecánicas de baja frecuencia.
Wang y sus colaboradores Xudong Wang y Yong Qin han fabricado ya más de 200 nanogeneradores de fibras para probarlos y estudiarlos.
Unos expertos en nanotecnología están desarrollando una camisa capaz de generar electricidad para suministrar energía a los pequeños dispositivos electrónicos de los excursionistas y otras personas, cuyo movimiento físico podría ser aprovechado y convertido en energía eléctrica.
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El concepto está basado en pares de fibras textiles cubiertas con nanocables de óxido de cinc, una estructura que puede generar corriente eléctrica utilizando el efecto piezoeléctrico. Combinando el flujo de corriente de muchos pares de fibras tejidas en una camisa o chaqueta, se podría lograr que el movimiento del cuerpo del usuario suministrara energía eléctrica para una gama de dispositivos electrónicos portátiles. Las fibras también podrían tejerse en cortinas, tiendas de campaña u otras estructuras para capturar la energía del viento, las vibraciones del sonido u otra energía mecánica.
Los nanogeneradores basados en fibras serían una forma simple y barata de recoger la energía del movimiento físico. Si los investigadores pueden combinar muchas de estas fibras en capas dobles o triples en prendas de ropa, ello podría proporcionar una fuente de energía eléctrica flexible, plegable y utilizable además para vestir, que, por ejemplo, permitiría a las personas generar su propia corriente eléctrica mientras caminan.
El sistema híbrido de microfibras y nanocables está basado en el nanogenerador de nanocable que el equipo de Zhong Lin Wang (del Instituto Tecnológico de Georgia) anunció en el 2007. Este sistema genera la corriente por medio de conjuntos de nanocables de óxido de cinc verticalmente alineados que se doblan bajo un electrodo conteniendo puntas conductoras de platino. El nanogenerador de nanocable fue diseñado para recolectar la energía de fuentes ambientales tales como las ondas de ultrasonido, las vibraciones mecánicas o el flujo de la sangre.
Los nanogeneradores desarrollados por el grupo de investigación de Wang aprovechan el acoplamiento único de las propiedades piezoeléctricas y semiconductoras de las nanoestructuras de óxido de cinc, que producen pequeñas cargas eléctricas cuando se doblan. Después de un año de desarrollo, el nanogenerador original puede producir hasta 800 nanoamperios y 20 milivoltios.
Los generadores de microfibra están basados en los mismos principios, pero están hechos de materiales blandos, y diseñados para capturar la energía de fuentes energéticas mecánicas de baja frecuencia.
Wang y sus colaboradores Xudong Wang y Yong Qin han fabricado ya más de 200 nanogeneradores de fibras para probarlos y estudiarlos.
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