MÉXICO.— Si ve que los precios de los comestibles suben, no piense que lo suyo es algo aislado.
Los precios de los alimentos seguirán altos.
Desde los campesinos ecuatorianos que subsisten a base de arroz hasta los magnates que piden los platos más refinados en Francia, en todo el mundo están aumentando los precios de los alimentos como resultado de una combinación letal de factores.
Inusuales fenómenos climáticos son uno de ellos, lo mismo que las cambiantes condiciones de la economía mundial, el alza en los precios del petróleo, una merma en las reservas de alimentos y la creciente demanda de China y la India.
Las naciones pobres siguen siendo las más expuestas a hambrunas, pero también se registran protestas por el alza de los precios de los productos alimenticios en lugares como Italia y Japón.
La producción de biocombustibles ha disparado los costos del maíz.
"Es poco probable que los precios vuelvan a los niveles de antes", expresó Abdolreza Abbassian, secretaria del Departamento de Granos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). "En la actualidad, si uno está en Haití, el consumidor no tiene otra salida que reducir el consumo, a menos que reciba subsidios del Gobierno. Es un panorama despiadado, pero así son las cosas".
Nadie lo sabe mejor que Eugene Thermilon, un jornalero haitiano de 30 años que ya no puede comprar pasta para alimentar a su esposa y cuatro hijos, pues los precios se duplicaron y el paquete cuesta ahora 57 centavos de dólar. La única comida que tuvo la familia en un día reciente fue dos latas de sémola de maíz.
La falta de medios para adquirir alimentos tiene múltiples efectos. Fabiola Durán Estime, una vendedora de comida de 31 años, perdió tantos clientes como Thermilon que tuvo que sacar a su hija Fyva del jardín de infantes porque no podía pagar la tarifa de 20 dólares mensuales.
La FAO calcula que, en términos generales, los precios de los alimentos seguirán altos .
Los altos precios del petróleo son una de las razones, ya que hacen que aumenten los costos de todo, desde los fertilizantes hasta el transporte y el procesamiento de los alimentos. Una creciente demanda de carne y productos lácteos en países de rápido desarrollo hace que suban los precios de los granos y de las materias primas usadas para los biocombustibles.
Lo notable es que los aumentos afectan a casi todos los principales alimentos y en la mayoría de los países al mismo tiempo. No se salva ni Estados Unidos, donde los precios de los comestibles subieron un 4% el año pasado, en que registraron el alza más grande desde 1990.
Hacia finales del 2007, 37 países enfrentaban crisis relacionadas con los productos alimenticios y 20 habían fijado controles de precios para esos productos.
En muchos casos, la situación es desastrosa. El Programa Mundial de Alimentos de la ONU dice que no cuenta con 500 millones de dólares de los fondos requeridos para alimentar a 89 millones de personas necesitadas este año.
En Egipto, el pan subió un 35%, el aceite un 26%, y el Gobierno propuso suspender los subsidios a los alimentos y reemplazarlos con ayuda financiera a los necesitados.
"Se está gestando una revolución de los que pasan hambre", afirmó Mohammed el-Askalani, de la organización Ciudadanos Contra el Alto Costo de la Vida, que busca evitar el fin de los subsidios.
En el pasado, subsidios y otros programas de apoyo permitían a los países exportadores de granos acumular abundantes reservas, a las que se recurría en épocas de escasez para mantener los precios bajos. Pero políticas más liberales hacen que los productores almacenen menos y las reservas están en sus niveles más bajos en un cuarto de siglo.
"Al mermar las reservas, el mal tiempo y las malas cosechas tienen un impacto más grande en los precios. El mercado está muy inquieto y reacciona a cualquier noticia de mal tiempo", dijo la economista Abbassian.
Ello hizo que una sequía en Australia e inundaciones en Argentina, ambos importantes productores de leche industrial y mantequilla, derivasen en un aumento del 37% en la mantequilla en Francia entre el 2006 y el 2007.
Los productos alimenticios subieron un 23% a nivel mundial entre el 2006 y el 2007, según la FAO. Los granos aumentaron un 42%, los aceites un 50% y los lácteos un 80%. (AP)
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