20 abril, 2007

Fósil de 160.000 Años Muestra un Perfil de Crecimiento Similar al del Hombre Actual

Paleontología
17 de Abril de 2007.

Foto: ESRFUn equipo internacional de científicos ha encontrado que el miembro más antiguo (160.000 años) de la especie Homo sapiens muestra un perfil de crecimiento similar al de los humanos modernos. Este hallazgo contradice estudios previos que sugerían que los primeros humanos poseían un corto período de crecimiento, más parecido en ese sentido al de los chimpancés que al de los actuales seres humanos.

Los orígenes del hombre actual continúan siendo uno de los asuntos más candentemente debatidos entre los antropólogos, y existe muy poco consenso respecto a dónde y cuándo los primeros miembros de nuestra especie, Homo sapiens, pasaron a ser completamente "modernos".

No se sabe casi nada sobre los cambios en el "historial de vida" del Ser Humano, es decir, su cronología de desarrollo desde que nace hasta que muere en la vejez, los ciclos reproductivos, y la esperanza de vida. Las investigaciones realizadas en las dos últimas décadas han mostrado que los primeros humanos de los que existen fósiles (los australopitecinos y los primeros Homo) tenían cortos períodos de crecimiento, mucho más parecidos al de los chimpancés que al de los seres humanos actuales. Sin embargo, sigue siendo un enigma cuándo y en qué grupo de fósiles humanos surgieron las características que llevan a una infancia relativamente larga.

El equipo de científicos examinó el crecimiento de los dientes en el fósil de un niño de ocho años, valiéndose de las sofisticadas posibilidades de análisis mediante rayos X que brindan las instalaciones del Laboratorio Europeo de Radiación Sincrotrón (ESRF). El fósil es uno de los más antiguos representantes de los Homo sapiens. Fue encontrado en Jebel Irhoud, Marruecos, y se le ha calculado una antigüedad de alrededor de 160.000 años.

El crecimiento de los dientes, y más relevante aún, la edad de aparición del primer diente molar, representa una de las más sólidas pistas para reconstruir el proceso del crecimiento en los fósiles humanos. Valiéndose de las líneas de crecimiento en los dientes, semejantes a los anillos anuales en los árboles, los expertos pueden establecer con seguridad la velocidad de desarrollo y el tiempo que conllevaba, aún millones de años después de la muerte del sujeto.

Se comparó la información obtenida sobre el crecimiento del diente en el niño fósil, con la información de otros fósiles humanos y de poblaciones humanas actuales, para determinar si en el espécimen objeto de estudio se presentaba el rasgo moderno de un prolongado desarrollo dental.

El resultado del estudio no contradice la noción hoy bastante asumida, basada en el razonamiento lógico, de que un período más largo de desarrollo, y por ende, una larga infancia, pueden relacionarse con los orígenes de los cambios culturales, sociales y biológicos necesarios para dar a los niños dependientes de sus padres mejores oportunidades de aprendizaje durante la infancia.

Los científicos que han participado en el estudio pertenecen al Instituto Max Planck para la Antropología Evolutiva (Alemania), el Laboratorio de Geobiología, Biocronología y Paleontología del Hombre en Poitiers (Francia), el ESFR (Francia), la Academia de Ciencias Odontológicas en Newcastle (Reino Unido), la Academia de Investigaciones sobre Ciencias de la Tierra en Canberra (Australia) y el Departamento de Geología de la Universidad Mohammed V-Agdal en Rabat (Marruecos).

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