WASHINGTON, 2 de marzo.— Mientras EE.UU. arremete contra el derecho soberano de Irán a utilizar el desarrollo nuclear con fines pacíficos, el gobierno de George W. Bush eligió un proyecto de los laboratorios nacionales Lawrence Livermore, en California, para construir la nueva generación de cabezas nucleares estadounidenses, como un espaldarazo a la carrera armamentista.
La decisión de realizar tales armas está vinculada al supuesto envejecimiento de las actuales, construidas en los años 70 y 80, según ANSA.
En el 2005, el Congreso dispuso los primeros nueve millones de dólares para comenzar a estudiar un nuevo proyecto y finalmente se desató una batalla por millones de dólares entre los dos principales laboratorios atómicos norteamericanos.
Los críticos del programa de actualización de las cabezas nucleares subrayaron que Estados Unidos toma estas medidas en un momento en que insiste en acusar a Irán por iniciativas en este campo.
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