27 noviembre, 2007

COLOMBIA: Nueva zancadilla al canje humanitario

Por Constanza Vieira

CARACAS, 22 nov (IPS) - "Oye, te quiero hacer una pregunta. ¿Cuántos policías y soldados están secuestrados por las FARC?", inquirió el presidente venezolano Hugo Chávez al general Mario Montoya, comandante en jefe del ejército de Colombia.

La conversación telefónica no duró ni medio minuto, pero desató un vendaval menos de 12 horas después.

A la medianoche del miércoles en Colombia (05:00 GMT), el presidente de Colombia, Álvaro Uribe, puso fin a la mediación que su par venezolano y la senadora colombiana opositora Piedad Córdoba efectuaban para lograr un canje de rehenes por guerrilleros presos.

Córdoba estaba efectuando una serie de llamadas desde el caraqueño Palacio de Miraflores, sede de la presidencia, para acordar citas con varios personajes colombianos con el fin de informarlos sobre el estado de las negociaciones y sobre la reunión sostenida el martes por Chávez con el mandatario francés Nicolas Sarkozy en París.

Chávez y Córdoba planificaban inclusive una visita relámpago a Uribe, con el mismo fin.

Desde la oficina contigua, Chávez le preguntó en un momento a Córdoba con quién hablaba, y ella respondió que con el general Montoya. El mandatario pasó al teléfono y planteó la pregunta. Para Córdoba, la suya se trató de una llamada "rutinaria".

Las gestiones de mediación se encaminaban a conseguir la liberación de 45 civiles rehenes, policías y militares en manos de las insurgentes FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) a cambio de unos 500 guerrilleros presos, canje que entraña un acuerdo humanitario.

Según el polémico asesor de Uribe, José Obdulio Gaviria, el presidente le habría pedido expresamente a Chávez no contactar en forma directa a militares colombianos. Gaviria dijo a medios de comunicación de su país que "no es bueno" volver a abrir esa gestión de mediación.

A su vez, el alto comisionado para la Paz del gobierno de Uribe, Luis Carlos Restrepo, indicó que "retomamos los esfuerzos que se venían adelantado, los redireccionaremos en lo que sea necesario y adelantaremos de manera discreta las tareas que sean pertinentes".

"Nos queda muy claro que esta alta exposición pública genera unos riesgos enormes", agregó en rueda de prensa este jueves en la sede presidencial en Bogotá.

Pero para el experto en el acuerdo humanitario Carlos Lozano, periodista y dirigente del Partido Comunista colombiano, "decir que el alto comisionado Luis Carlos Restrepo va a retomar los contactos con la guerrilla en estos propósitos es un mal chiste, pues nunca los ha tenido y por el contrario ha obstaculizado siempre las gestiones de los facilitadores".

En una declaración enviada por correo electrónico a pedido de IPS y desde Caracas, donde se encuentra desde el miércoles, Lozano calificó de "productivas" las gestiones de facilitación de Chávez y la senadora colombiana, iniciadas en agosto, las cuales "habían hecho renacer la esperanza en el canje humanitario".

Chávez y Uribe habían acordado una especie de "teléfono rojo" y una conversación previa entre ambos, antes de dar por terminada la mediación, pero ese acuerdo no se cumplió. Fue Córdoba la que avisó al mandatario venezolano de la reacción de Bogotá.

Caracas aceptó "esta decisión soberana del gobierno de Colombia", pero manifestó "frustración" por el aborto de un proceso adelantado "en medio de grandes dificultades" y cuyos "importantes avances" ya remitían a "la posibilidad de una solución a este drama esencialmente humano".

A las familias, Caracas envió "un mensaje de fe, primero en Dios y luego en el buen juicio de quienes tienen en sus manos el poder para tomar a tiempo sabias rectificaciones y decisiones posteriores".

Venezuela, "a pesar de esta lamentable decisión del gobierno de Colombia, tiene sus corazones y sus brazos abiertos para continuar prestando sus humildes servicios en aras de la vida y la paz", expresó un comunicado dado a conocer en Caracas tras la cancelación, sin explicaciones, de una rueda de prensa citada para la hora local 15:00 (19:00 GMT).

Para Lozano, la reacción de Uribe demostraría "que el gobierno de Colombia no tiene ningún interés en la paz y el intercambio humanitario. Su única opción es la guerra fratricida y los operativos militares de rescate".

Según el director de Caracol Radio de Colombia, Darío Arizmendi, desde el momento en que Chávez acordó con la guerrilla de las FARC que le hiciera llegar pruebas de vida del grupo de rehenes, la Fuerza Aérea desató continuos bombardeos a lo largo de toda la frontera con Venezuela.

Estas operaciones habrían impedido que un enviado de Chávez recogiera esas pruebas en territorio colombiano y las trajera a Caracas antes de la entrevista con Sarkozy.

Ese delegado de Chávez ya tiene las pruebas, según Arizmendi, y "en este momento está parqueado (estacionado) por ahí, en cualquier pobladito, esperando que ese milagro se produzca".

En la mañana del miércoles, varios legisladores del bloque oficialista estuvieron en la sede de la presidencia de Colombia junto con el ministro del Interior y de Justicia, Carlos Holguín, y le habrían expresado a Uribe que el proceso se le había salido de las manos y que había que ponerle fin, según el periodista Arizmendi.

Pero para Lozano, el mandatario no necesitaba presiones de sus legisladores. "En realidad Uribe estaba molesto en la dinámica de las gestiones de buenos oficios y buscó el pretexto para suspenderlas".

"Es un acto grosero y de descortesía con la labor solidaria y altruista del presidente bolivariano… ¿Cuál es el temor del presidente Uribe de que el presidente Chávez hable con los generales colombianos? A lo mejor de que se vuelvan chavistas", agregó Lozano.

El jefe del ejército colombiano, el general Montoya, ha sido cuestionado en Estados Unidos por su prontuario en materia de derechos humanos.

Fuentes de inteligencia de ese país han filtrado a la prensa estadounidense sospechas sobre su colaboración con bandas paramilitares de ultraderecha al servicio del narcotraficante de alias "Don Berna", hoy preso, para erradicar en octubre de 2002 a guerrillas urbanas de la Comuna 13 de Medellín, segunda ciudad colombiana, en el noroccidente de ese país andino.

Mientras, en Bogotá, el embajador estadounidense William Brownfield manifestó su rechazo a que las FARC no hubieran aportado pruebas de vida antes de la entrevista Chávez - Sarkozy.

Francia reiteró este jueves su respaldo a la gestión de Chávez y pidió a Uribe mantener el canal de diálogo que el presidente de Venezuela construyó con las FARC en tres meses de facilitación, para lograr el acuerdo humanitario.

"Continuamos pensando que la gestión de Chávez es la mejor opción para la liberación de los rehenes", dijo el portavoz de Sarkozy, David Martinon, quien anunció que el presidente francés hará llegar en los próximos días una carta a su homólogo Uribe.(FIN/2007)

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