18 junio, 2007

Cuando el hombre cuida, la técnica vale más

Actualizado 11:00 A.M. (hora local)

  La Habana, lunes 18 de junio de 2007. Año 11 / Número 169

Periódico Granma

LOURDES PÉREZ NAVARRO

Dicen que cuando hace unos años una comisión técnica japonesa los visitó, quedó asombrada del estado en que se conservan los ómnibus marca Hino, procedentes de esa nación asiática.

Uno de los ómnibus marca Hino con más de 30 años de explotación en instituciones de las FAR.

Y es que en la Base de Transporte del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y en otros mandos de esta institución, aún mantienen en óptimo servicio estos vehículos, aunque ya tienen más de tres décadas de explotación.

El coronel Reinaldo Batista Ramírez, jefe de la Base, no encuentra en esto ningún secreto. Sabe que la clave está en el arduo trabajo que por años ha desarrollado el colectivo laboral, choferes y mecánicos, fundamentalmente; en la disciplina, la unidad y la exigencia, en el cuidado y mantenimiento de la técnica.

Foto:Ricardo López HeviaPara los choferes José Luis Bucarano y Luis Ojeda García (al timón) es imprescindible cumplir con las normas técnicas de explotación del vehículo y respetar el programa de mantenimiento.

Cada uno de estos ómnibus, marca más de dos millones de kilómetros en su cuentamillas, explica a Granma el coronel Reinaldo. Han recorrido de punta a punta la Isla en el cumplimiento de las más disímiles tareas, desde el traslado de delegaciones cubanas y foráneas, de la Unidad de Ceremonias y la Banda de Música del Estado Mayor General, y el movimiento de internacionalistas hacia puertos y aeropuertos, hasta la participación en tareas de aseguramiento de la Operación Tributo y de la inhumación de los restos mortales de los combatientes caídos junto al Che en Bolivia.

El mecánico Ventura Flores Cedeño disfruta transmitir sus experiencias a los jóvenes.

Al mecánico Ventura Flores Cedeño lo encontramos a "pie de obra". Aunque jubilado, sigue trabajando "para que se mantenga el coeficiente técnico de estos carros como lo requieren las FAR".

A los motores Hino los conoce a fondo. Tanto es así, que si hoy siguen funcionando se debe, en buena parte, a la puesta en práctica de sus inventos (renovación de la polea del motor, del sistema de transmisiones¼ ), pues esta línea de ómnibus dejó de fabricarse y para ellos ya no se encuentran piezas de repuesto en el mercado internacional. Por estas soluciones Ventura ha sido premiado en varios fórum de Ciencia y Técnica promovidos por la Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores.

Pero sería trabajo baldío si no fuese por el esmero que ponen los choferes en el cuidado y conservación de estos medios de transporte.

Luis Ojeda García y José Luis Bucarano García, quienes llevan 37 y 30 años "tras el timón", respectivamente, coinciden en que es imprescindible atenerse a las normas técnicas establecidas para la explotación del vehículo y respetar el programa de mantenimiento. Además, exigir a los pasajeros que en el interior del ómnibus cumplan lo reglamentado (no fumar ni ingerir alimentos, cuidar la posición de los asientos¼ ).

En la Base está indicado que cada ómnibus tenga una pareja fija de choferes. En opinión de Ojeda y Bucarano esto los responsabiliza aún más con el cuidado del equipo, al punto de trabajar codo a codo con los especialistas en la reparación de los motores y en la chapistería de las carrocerías. Al salir a la carretera no les falta un pequeño taller móvil en uno de los maleteros, con el que ponen a prueba sus habilidades como choferes-mecánicos cuando la situación lo requiere.

Por ese camino de exigencia y disciplina transitan también los jóvenes que se han formado —y se forman— en distintas especialidades en la Base de Transporte del MINFAR. Allí han encontrado en las experiencias de los más veteranos una magnífica fuente de conocimientos.

A sus 23 años de edad, Luis Ojeda Santiago sigue los pasos de su padre y ya está adiestrado como chofer. "Admiro, confiesa, el amor infinito que sienten por sus carros y por su trabajo, siempre al tanto del menor detalle. Con ellos he aprendido el cuidado de la técnica, a mantener buen porte y aspecto y un trato agradable con los pasajeros".

A la entrada de la Base se puede leer en una valla esta frase: "La técnica vale lo que vale el hombre que la maneja". Con hombres como estos los ómnibus Hino de las FAR seguirán "dando ruedas" unos cuantos años más.

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