Otros 200 proyectos han sido iniciados en sesenta países para comprender mejor el papel fundamental del Polo Norte y el Polo Sur. Suiza, apreciado socio en la investigación polar, se limita a observar.
Al ritmo en que se produce la contaminación terrestre, la banquisa del ártico será solamente un recodo. Una predicción hecha hace tres años por investigadores que analizaron las consecuencias del efecto invernadero y el recalentamiento terrestre.
Desde entonces, los gritos de alarma se han multiplicado. La NASA estima que el Antártico ha perdido una región territorial del tamaño de la península ibérica, entre 2004 y 2005. O la advertencia hecha por el grupo de expertos intergubernamentales sobre la evolución del clima de la ONU, que prevé la desaparición total de los glaciares en el océano Ártico entre los años 2050 y 2100.
Están amenazados no sólo los osos y los esquimales, sino todo el planeta. Sin glaciares, incluso los trópicos están en riesgo de sobrevivir.
Para abordar el papel vital de las regiones polares del globo, este 1° de marzo inicia oficialmente el Año Polar Internacional (International Polar Year, IPY).
"Queremos comprender mejor las repercusiones de los cambios climáticos en el conjunto del planeta", explica Mark Olivier, portavoz de la Organización Mundial de meteorología (OMM), cuya sede está en Ginebra, Suiza. La OMM y el Consejo Internacional para la Ciencias (ICSU) son los promotores del Año Polar Internacional.
"Queremos, sobretodo, sensibilizar a la opinión pública sobre la situación del Ártico y del Antártico y sobre el cambio climático que los transforma", indica Olivier.
Desvelar el secreto de los polos
El vasto programa que conforma la agenda del APY hasta marzo de 2009 incluye unos 220 proyectos y cubre un basto abanico de temas científicos, que van desde la química a la física, de la biología al estudio del impacto climático en las poblaciones del Antártico.
Los científicos implicados en ese proyecto intentará descubrir las trazas del pasado en la profundidad de los glaciares en las dos regiones polares del mundo, explicar la presencia de la vida en situaciones extremas e ilustrar la relación entre la superficie del océano y la atmósfera.
"Es el más vasto programa de investigación polar realizado en los últimos 50 años", apunta Oliver.
A la manifestación, cuyos costos son de varios miles de millones de dólares, se sumará la realización de conferencias, exposiciones y manifestaciones, en particular, dirigidas a los jóvenes. Algunas escuelas de Ginebra propondrán a sus alumnos, por ejemplo, de aproximarse al mundo de la investigación polar para comprender mejor la problemática ligada al cambio climático, a la gestión del planeta y al desarrollo sostenible.
Suiza como observadora
En la lista de los países que forman parte del IPY 2007-2009 (unos 70 países) no figura Suiza. Una ausencia que puede sorprender, considerada la presencia helvética en los polos y la reputación en la materia que tiene la Universidad de Berna y la Escuela Politécnica Federal de Zúrich (EPFZ)
"No prevemos ninguna actividad inscrita en la IPY, no obstante, continuaremos aportando avances a largo plazo con nuestros proyectos", dice por su parte Urs Scherrer, presidente del Comité Suizo para la Investigación Polar.
Para Heinz Blatter, experto en glaciología del Instituto para la Ciencia Atmosférica y el Clima de Zúrich, la ausencia de Suiza en el programa del APY se explica de la siguiente manera: "En Suiza no disponemos de ningún 'Instituto nacional para la investigación polar'. En el pasado, como en la actualidad, en ocasión del IPY, el estudio de los polos depende en gran medida de la iniciativa personal del investigador."
"Nuestra ausencia no nos excluye de la red científica internacional ya que en ciertos sectores, Suiza figura incluso entre los líderes del mundo", precisa el profesor Urs Scherrer.
Otros investigadores se muestran mucho más críticos. Suiza "está condenada a ser una observadora" debido a la insuficiencia de fondos disponibles acordados a la investigación polar (sólo 200 francos de unos 300 millones dirigidos cada año a la investigación científica).
Y ciertas voces han osado invocar cierto individualismo que caracterizaría a los investigadores helvéticos, quienes defenderían celosamente su propio proyecto. Y como el IPY pone el acento en la colaboración internacional...
swissinfo, Luigi Jorio
(Traducido del italiano por Patricia Islas)
Desde su primera edición en 1882, en los años dedicados a las regiones polares se realizan grandes programas de investigación científica internacional en torno a ellos.
En el siglo XIX, este año se ha celebrado en dos ocasiones, en 1932 y en 1957.
La tercera edición, asociada al Año Internacional de la Geofísica, dio inicio al envío de investigadores al Antártico y permitió elaborar el Tratado del Antártico (1961), que define la utilización de las regiones no habitadas en torno al Polo Sur.
El Año Polar Internacional (APY) 2007-2009 implica la participación de unas 20.000 personas. Se desarrollará de manera paralela con el Año Internacional del planeta Tierra, consagrado por Naciones Unidas
Después de cerca de un siglo, los trabajos de los investigadores suizos contribuyen activamente al avance del estudio del Ártico y el Antártico.
Los investigadores de la Universidad de Berna obtuvieron de esta forma nuevas informaciones sobre el desarrollo del gas que provoca el efecto invernadero en los últimos 675.000 años, analizando especialmente el hielo del Antártico en cerca de 3.000 metros de profundidad.
En 2006, Suiza celebró los 50 años de la expedición glaciar internacional a Groenlandia, conducida por científicos helvéticos.
Dos años antes, se celebraron los 20 años del Comité Suizo de Investigación Polar, convirtiéndose en miembro de la comisión científica para la investigación antártica.
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