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El mandatario aprovecho su segundo aniversario en el poder para destacar que su país inició el camino hacia transformaciones estructurales y para trazar una dirección estratégica de desarrollo.
El presidente Evo Morales aseguró este martes que "Bolivia nunca más será la misma", tras haber emprendido hace dos años un camino "sin retorno" donde "el pueblo ha tomado su propio destino".
Con estas palabras, Morales inició su informe de gestión ante el Congreso Nacional de Bolivia, cuando se cumple el segundo aniversario de su investidura como presidente de la República.
Estos dos años, dijo el mandatario, han servido para iniciar en el país el camino hacia transformaciones estructurales y para trazar una dirección estratégica de desarrollo, a pesar de la "oposición de las fuerzas conservadoras, de las difamaciones, de las mentiras y de la doble moral con que nos juzgan".
"El camino que hemos emprendido es sin retorno, el pasado ya no se puede repetir", aseveró el gobernante aimara, quien destacó la puesta en marcha de una "larga jornada de cambios para devolver al país un futuro" que antes estaba "hipotecado al interés extranjero".
La etapa iniciada con la victoria electoral de Movimiento al Socialismo (MAS) en diciembre de 2005 es también el comienzo de un "ciclo descolonizador" que responde al mandato "ineludible" del pueblo boliviano, tras "una larga noche colonial" cuyo "rostro más cruel han sido el racismo y la intolerancia".
"La descolonización no es un discurso político, sino una realidad dolorosa", afirmó Morales, quien, no obstante, instó a la sociedad boliviana a evitar que se instale en el país el clima de "venganza y violencia".
Evo Morales Aima, primer presidente indígena de Bolivia, fue investido el 22 de enero de 2006, un mes después de que su partido, el MAS, ganara las elecciones con un inédito respaldo del 53,7 por ciento de los votos.
El primer año de su mandato estuvo marcado por la nacionalización de los hidrocarburos, una de las "banderas" de su gestión, mientras que el segundo se caracterizó por la conflictiva elaboración de la nueva Constitución con la que pretende "refundar" el país.
Morales cumple su segundo año de Gobierno con un proceso de diálogo abierto con sus opositores en torno a la nueva Constitución, los proyectos autonomistas de varias regiones y el reparto de las rentas petroleras que, de momento, no ha dado frutos. (EFE)
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