Buenos Aires, 6 de enero.— El ex represor Héctor Febres Méndez fue envenenado en el recinto de Prefectura Naval, donde estaba recluido, para evitar que declarara sobre el robo de bebés durante la última dictadura militar argentina (1976-1983).
Esta afirmación, dice Prensa Latina, aparece en la resolución publicada hoy de la jueza Sandra Arroyo Salgado, a cargo de la causa por esta muerte, ocurrida el 10 de diciembre, cuatro días antes de que se le dictara prisión de 25 años y se le diera la oportunidad de la última palabra.
Febres Méndez, autor de crímenes de lesa humanidad durante el régimen de facto, fue envenenado con cianuro en circunstancias que la investigación está tratando de aclarar, pero ciertos indicios apuntan a la jerarquía de la Prefectura encargada de su custodia.
La jueza basa su criterio en ciertos indicios por distorsionar el escenario de la muerte, la desaparición momentánea de su computadora personal y el allanamiento de apuntes de su autoría que sugieren la posibilidad de su disposición a hablar ante los jueces.
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