Moscú advierte que podría usar sus armas nucleares en ataques preventivos

AP El general Baluyevski, durante una rueda de prensa en Moscú el pasado mes de junio

 

RAFAEL M. MAÑUECO CORRESPONSAL. MOSCÚ.

 

Rusia amenaza otra vez con una guerra nuclear. El general Yuri Baluyevski, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, ha vuelto a advertir que, si se detectara una amenaza de gran envergadura, la cúpula militar no dudaría en echar mano de las armas atómicas incluso en ataques preventivos. El viceministro de Exteriores, Serguéi Kizliak, matizó que tal peligro para la seguridad de Rusia lo podría constituir el escudo antimisiles que EE.UU. se propone desplegar en Polonia y la República Checa.

 

«No tenemos intención de atacar a nadie, pero necesitamos que la comunidad internacional comprenda con claridad que para defender la soberanía e integridad territorial de Rusia y sus aliados serán utilizadas las Fuerzas Armadas, también de forma preventiva, y haciendo uso hasta de armas atómicas», declaró ayer el general Baluyevski a un auditorio de expertos en cuestiones de seguridad.

 

Rusia hace tiempo que abandonó el compromiso de no ser el país que primero recurra a la bomba atómica. La anterior doctrina establecía que el empleo de arsenal nuclear tendría lugar sólo con fines defensivos. Ya en diciembre, Baluyevski alertó que el dispositivo antimisiles que Washington pretende emplazar en la Europa del Este para hacer frente a un posible ataque de Irán podría provocar por error el desencadenamiento de una guerra nuclear.

 

El general ruso explicó entonces que un misil interceptor no se diferencia mucho de los intercontinentales, dotados de carga atómica, y ello podría generar «un ataque de respuesta como consecuencia de una valoración errónea del objetivo del cohete americano disparado». Kizliak dijo ayer que Washington continúa sin lograr presentar «argumentos sólidos para justificar el despliegue de cohetes en una zona tan próxima a la frontera con Rusia».

 

Subida de tono

Las críticas de las autoridades de Moscú contra el proyecto norteamericano son cada vez más duras y el tono de las amenazas se eleva sin cesar. Desde hace poco más de un mes, Rusia no aplica el Tratado de Armas Convencionales en Europa (FACE) e incluso ha amenazado con su abandono definitivo.