07 septiembre, 2007

Salud: Si Se Abandona el Ejercicio, ¿Cuánto Duran Sus Beneficios?

6 de Septiembre de 2007.

Foto: DUMCUnos científicos han hecho un sorprendente descubrimiento al examinar la relación entre intensidad y duración de una sesión de ejercicios físicos, y el tiempo en que se mantienen sus beneficios. A simple vista, parece tener sentido que cuanto más intenso sea el ejercicio, mejores y más duraderos serán los efectos sobre el cuerpo, y hasta cierto punto ello es cierto. Sin embargo, según este nuevo estudio, una cantidad modesta de ejercicio moderadamente intenso es la mejor manera de disminuir de manera significativa el nivel en sangre de un marcador clave, vinculado a un riesgo alto de desarrollar enfermedades cardiacas y diabetes. Paradójicamente, un ejercicio más intenso no parece lograrlo.

"Algunas de las ventajas derivadas de un régimen de ejercicios moderado parecen mantenerse mucho más tiempo que las obtenidas mediante un programa más riguroso de ejercicios", destaca el autor principal del estudio, Cris Slentz, fisiólogo del ejercicio en el Centro Médico de la Universidad Duke.

Slentz, y William Kraus, cardiólogo del mismo centro médico, examinaron a 240 personas de mediana edad, sedentarias, distribuidas al azar entre cuatro grupos. Tres de ellos eran grupos en los que se sometió a sus integrantes a programas de ejercicios: un grupo con gran cantidad e intensidad de ejercicio, otro con baja cantidad pero alta intensidad, y el tercero con cantidad baja e intensidad moderada. Las sesiones de ejercicios incluían actividad en una cinta móvil y en una bicicleta estática.

Los miembros del cuarto grupo eran sólo sujetos de control para establecer luego comparaciones con los de los demás grupos. Los integrantes de este cuarto grupo no hacían ejercicio.

Los participantes pasaron por un periodo preparatorio de dos a tres meses, permaneciendo luego seis meses siguiendo sus respectivos programas. Los científicos midieron en la sangre de los participantes los niveles de las proteínas que transportan colesterol y lípidos (HDL, LDL y triglicéridos) al comienzo de sus programas, y a las 24 horas, 5 días, y 15 días después de que terminaron dichos programas.


Los investigadores estaban especialmente interesados en averiguar qué sucedía después de que los participantes abandonasen su programa de ejercicios. Si bien hay muchos estudios que demuestran las ventajas del ejercicio, también se sabe que en la vida real, las personas no siempre siguen a rajatabla sus programas, abandonándolos a veces durante una temporada. Por ello, los investigadores deseaban medir cuánto tiempo se mantienen los beneficios ganados.

Encontraron que para la mayor parte de los individuos, la cantidad de ejercicio no cambió perceptiblemente los niveles de LDL. Los niveles de HDL, sin embargo, tendieron a mejorar con la duración y la intensidad de las sesiones de ejercicio, y los beneficios se mantuvieron por un cierto plazo.

Pero el hallazgo quizás más interesante es que una sesión modesta de ejercicio, tanto en duración como en intensidad, como por ejemplo caminar apenas 30 minutos por día, disminuía de manera notable los niveles de triglicéridos. Los triglicéridos son las sustancias que llevan las grasas a través del cuerpo, y son también un buen indicador de la resistencia a la insulina, un marcador de la diabetes. Al bajar los niveles de triglicéridos, disminuye el riesgo de enfermedad cardiaca y de diabetes.

"Un programa de ejercicios apropiado parece poder disminuir la resistencia a la insulina de una persona en apenas algunos días", explica Kraus. "También nos sorprendió ver que los niveles bajos de triglicéridos permanecían igualmente bajos dos semanas después de abandonar los ejercicios". En cambio, sesiones más largas o intensas de ejercicio no lograban en ese aspecto un resultado tan bueno.

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