06 mayo, 2007

Los atentados de La Habana fueron urdidos en Miami

JEAN-GUY ALLARD

José Antonio "Toñín" Llama, este directivo de la FNCA que hizo los titulares hace meses al revelar cómo fue estafado al invertir millones en una conspiración terrorista contra Cuba, acaba de confirmar al Miami Herald que participó en reuniones del grupo miamense donde se planificaron los atentados ocurridos en La Habana a lo largo de 1997.

El 20 de mayo del 2005, Bush recibe y saluda cariñosamente a Luis Zuñiga-Rey, el fundador del comité paramilitar de la FNCA. En su visita a la Casa Blanca, es acompañado por Eleno Oviedo, Caridad Roque y el productor Emilio Estefan.

El negociante, quien fue miembro de la junta directiva de la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), cuenta cómo esa organización mafiosa, creada por la CIA, había conformado, por aquel tiempo, lo que denomina un "grupo militar" que se dedicaba a ejecutar actos terroristas.

Llama explica que estuvo presente en reuniones "donde un atentado con bomba contra un hotel habanero fue discutido". Atribuye la paternidad de la idea al hoy fallecido negociante Arnaldo Monzón Plasencia, un directivo de la sección norte de la FNCA, radicado en New Jersey.

"Él tenía un plan, las bombas en el hotel en Cuba", afirmó Llama al diario de Miami.

Contactada, la FNCA contestó con un comunicado denegando la acusación y diciendo que estuvo "siempre predicando una transición pacífica" en la Isla, una afirmación desmentida por una larga sucesión de hechos.

En agosto último, Llama declaró públicamente que la FNCA adquirió un helicóptero de carga, 10 aviones ultralivianos con control remoto, siete embarcaciones y abundante material explosivo con el objetivo explícito de realizar acciones terroristas contra la nación caribeña.

Aquellos planes no pudieron desarrollarse a causa de la imprevista captura, por la Guardia costera norteamericana, en 1997, del yate La Esperanza, hecho por el cual el propio Llama fue acusado y luego exonerado, gracias al FBI de Héctor Pesquera, este mismo oficial cuyo hijo destruyó, en agosto del 2003, el expediente de Luis Posada Carriles.

Llama asegura que aportó 1 471 840, 35 dólares de sus propios fondos "para financiar el proyecto" terrorista que se fraguó durante el congreso anual de la FNCA, celebrado en Naples, Florida, en junio de 1992. Considera que la enorme cantidad de dinero le fue estafada por varios directores de la Fundación.

El 12 de abril de 1997 explotaba en La Habana la primera bomba de la campaña de terror que desencadenó entonces desde Centroamérica, Luis Posada Carriles. Una década después, esta serie de crímenes queda impune, pese a que las autoridades estadounidenses detuvieron en su territorio al terrorista, quien hoy está libre bajo fianza en Miami.

Según The Miami Herald, un Gran Jurado de New Jersey ha estudiado, en particular, la participación de varios personajes de la fauna terrorista cubanoamericana en la conspiración que provocó en la Habana una serie de atentados realizados con explosivo C-4. El joven italiano Fabio Di Celmo fue víctima de uno de estos artefactos que causaron también heridas a varias personas, además de cuantiosos daños materiales.

En New Jersey, dos ex directores locales de la FNCA, Abel Hernández, residente de Cliffside Park, y Oscar Rojas, quien fue contador durante 20 años de Monzón Plasencia, han sido interrogados por el Gran Jurado, además de otros dos cómplices de Posada, igualmente vinculados con la FNCA: Ángel Alfonso Alemán, ex empleado de Monzón, implicado en 1997 en el intento de asesinato de Fidel, que abortó con la imprevista captura del yate La Esperanza, y José Alemán, su hijo.

Ángel Alfonso Alemán es un conocido colaborador del congresista cubanoamericano Albio Sires, ex alcalde mafioso de West New York.

Según expertos del tema, entre los miembros de este grupo diseñado para organizar acciones terroristas, se encontraban —además del fallecido chairman Jorge Mas Canosa— varios personajes bien conocidos, todos cómplices de los crímenes de Posada, que radican en su mayoría a unos pocos kilómetros de las oficinas del FBI de Miami.

Se trata, entre otros, de Luis Zúñiga Rey, hoy directivo del Cuban Liberty Council (además de seguir siendo miembro de la junta directiva de Radio y TV Martí, según el Chicago Tribune), Roberto Martín Pérez, coordinador del grupo, terrorista fichado, esposo de la locutora Ninoska Pérez Castellón; el propio José Antonio Llama; Juan Bautista Márquez, ex capitán de buque de la CIA, hoy encarcelado por tráfico de droga.

También Gaspar Jiménez, Pedro Remón y Guillermo Novo Sampoll, libres en Miami después de su desvergonzada excarcelación en Panamá; Félix Ismael "El Gato" Rodríguez Mendigutía, asesino del Che por cuenta de la CIA; el médico Alberto Hernández y José Francisco `Pepe' Hernández; Feliciano Foyo, hoy capo del CLC, su socio Horacio García¼ y unos cuantos más.

Esa nueva confesión y la propia investigación del Gran Jurado confirman que la fatídica conspiración que le costó la vida a Fabio Di Celmo no fue urdida en algún lugar remoto de América Central, sino en los propios Estados Unidos, lo que debe poner aún más al criminal al alcance de la justicia norteamericana.

La administración Bush sigue negándose a acusar de terrorismo a Luis Posada Carriles, hoy de regreso en su domicilio de Miami, donde se reúne con cómplices, mientras Washington mantiene encarcelados a cinco cubanos que tenían la misión de alertar de sus aprestos criminales.

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