Indonesia dijo que no compartiría sus muestras de H5N1 hasta obtener garantías de inmunización.
Eso ayudó a modificar el contenido de resolución de la OMS que sentaría las bases para el intercambio.
Los países en desarrollo lograron ayer en Ginebra un importante avance en su batalla por asegurarse el acceso a vacunas en caso de que se desate una pandemia de gripe causada por el virus H5N1, al pactar una resolución con el resto de los miembros de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras una semana de intensas negociaciones en la 60 OMS, que concluye hoy miércoles, los países en desarrollo lograron modificar el contenido de una resolución en la que los 193 países miembros pretendían sentar las bases para el intercambio de muestras del virus de la gripe aviar y el posterior acceso a las vacunas para humanos.
La resolución acordada ayer, cuya aplicación tendría un coste previsto de 6.35 millones de dólares (2.2 hasta final de año), será sometida hoy a la aprobación por el pleno de la Asamblea.
Indonesia, el país más afectado por la gripe aviar, fue el que empezó esta batalla, al negarse a compartir gratuitamente las muestras de H5N1 recogidas de sus víctimas hasta que no se le garantizara el posterior acceso a las vacunas que se obtuvieran a partir de ellas y la tecnología necesaria para producirlas.
El país tomó esa decisión después de ver cómo un laboratorio privado ofrecía venderle vacunas obtenidas a partir de información que había facilitado gratuitamente a los centros de referencia de la OMS.
Hace una semana, al comienzo de la Asamblea, Indonesia presentó un texto alternativo a la resolución propuesta en el que reflejaban sus peticiones y al que se sumaron una veintena de países en desarrollo, hasta ahora los más afectados por el virus.
Estados Unidos presentó otra propuesta que pretendía preservar el sistema vigente de intercambio y protección de patentes, y que instaba a los países a reforzar sus planes y capacidad de vacunación.
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