07 agosto, 2007

Sudamérica prefiere el término "castellano" y Centroamérica el de "español"

Domingo, 5 agosto 2007
IBLNEWS

Las Constituciones de los países centroamericanos prefieren el término "español" a la hora de establecer el idioma oficial, en tanto que en las de la mayoría de los sudamericanos se elige el de "castellano", y en las de México, Argentina, Chile y Uruguay no se menciona esta cuestión.

La vieja polémica de si es más correcto decir "español" o "castellano" al denominar el idioma que une a más de 400 millones de personas en el mundo está hoy superada, aunque en algunos países se observa una cierta preferencia por una de esas dos voces, según afirman los académicos y filólogos consultados por Efe.

Pero las leyes se rigen por otros principios y sus razones han debido tener los políticos de cada país cuando han optado por uno u otro término al referirse al idioma oficial, o cuando han procurado eludir el asunto.

En España, por ejemplo, la Constitución de 1978 establece que "el castellano es la lengua española oficial del Estado", pero, al ser un país plurilingüe, también serán "oficiales" en sus respectivas Comunidades Autónomas "las demás lenguas españolas", como el catalán, el euskera y el gallego.

Así "lo pactaron" los denominados "padres" de la Constitución, uno de los cuales, Gabriel Cisneros, falleció hace unos días; y un acuerdo similar se alcanzó durante la II República española, en la que "los políticos de Galicia, País Vasco y Cataluña preferían que se llamara 'castellano' al idioma común, mientras que en la escuela de Ramón Menéndez Pidal, en el centro del país, se decía 'español'".

Esa es la explicación que le da a Efe el académico y filólogo José Antonio Pascual, director del gran Diccionario Histórico que preparan las Academias de la Lengua de los países hispanohablantes.

SINÓNIMOS

"No hay por qué dramatizar este asunto", asegura Pascual, para quien ambos términos "son sinónimos" y se pueden usar "indistintamente".

La prueba, afirma el filólogo, está en el diccionario de Covarrubias, de 1611, que se titula "Tesoro de la Lengua Castellana o Española", o en el Diccionario de la Real Academia Española, que desde 1925 se llama "Diccionario de la Lengua Española", pero antes, desde el XVIII, era "de la Lengua Castellana".

El propio Pascual es coautor, junto con Corominas, del "Diccionario crítico y etimológico castellano e hispánico", y señala también que "los lingüistas" suelen "emplear el término 'castellano' hasta el siglo XV y el de 'español, a partir de esa fecha", opinión en la que coincide con otros expertos consultados por Efe, como Concepción Company, catedrática de Lengua y miembro del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Según Company, desde el momento en que los Reyes Católicos unieron sus reinos, desapareció Castilla para dar paso a una única entidad política que era España, y por eso "castellano" se reserva sólo para referirse al idioma hasta el XV. Pero fuera del ámbito lingüístico, "el término generalizado en México" es "el español", afirma.

CASTELLANO Y ESPAÑOL EN AMÉRICA

Las Constituciones de Panamá, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Costa Rica y Cuba optan con claridad por el "español" al establecer el idioma oficial. En las de El Salvador y la República Dominicana no se menciona este asunto, pero en los documentos oficiales se alude siempre al "español".

La razón que da el director de la Academia panameña, José Guillermo Ros-Zanet, para el predominio de la voz "español" podría servir para toda la zona:

"Hoy se habla en torno a una política expansiva del español y se publican obras sobre el valor económico del español, y no del castellano. Crece y se desarrolla el español, y los diccionarios bilingües son, por ejemplo, "Español-Inglés", "Español-Alemán", etc. No encontramos títulos como "Castellano-Inglés", afirma Ros-Zanet.

Sin embargo, las Constituciones de Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú y Paraguay prefieren el término "castellano". En Bolivia,la Carta Magna no hace referencia expresa al asunto, pero está prevista su regulación en el proceso constituyente que vive el país.

La propuesta del partido de Evo Morales contempla como oficiales el "castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblos indígenas originarios", mientras que la oposición ha consensuado una iniciativa según la cual el idioma oficial en todo el país será "el castellano" y en los pueblos indígenas, además de esta lengua, la que predomine.

Esa misma pluralidad lingüística se da en buena parte de Hispanoamérica, donde el español -o el castellano, según se mire- convive desde hace cinco siglos con numerosas lenguas indígenas, a las cuales se hace referencia expresa en la mayoría de las Constituciones.

No obstante, hay otros países donde, por una razón u otra, han preferido no identificar la lengua oficial, como Argentina, Chile, Uruguay y México.

Según el investigador del Colegio de México Luis Fernando Lara, la Constitución mexicana, a pesar de estar redactada en español, no lo identifica como lengua oficial, porque en este país se hablan cien lenguas indígenas.

"Declarar el español como lengua oficial sería como impulsar la agresión a las otras lenguas", señaló Lara, autor de uno de los mejores diccionarios del español de México.

DICCIONARIO PANHISPÁNICO DE DUDAS

Las Academias de los países hispanohablantes ya dejaron claro en el "Diccionario panhispánico de dudas", publicado en 2005 y de fácil consulta en Internet, que las voces "castellano" y "español" son válidas y que la polémica sobre cuál de las dos resulta más apropiada "está hoy superada".

Las 22 Academias recomiendan el término "español" porque "carece de ambigüedad, ya que se refiere de modo unívoco a la lengua que hablan hoy cerca de cuatrocientos millones de personas".

EL CONO SUR Y SUS RETICENCIAS AL "ESPAÑOL"

En el Cono Sur hay una clara preferencia por la voz "castellano" desde la época de la independencia política, a principios del XIX, como coinciden en señalar el presidente de la Academia Argentina de Letras, Pedro Luis Barcia, y el director de la Academia Chilena de la Lengua, Alfredo Matus Olivier.

Ambos recuerdan que las razones de esa preferencia las expuso brillantemente Amado Alonso en su libro "Castellano, español, idioma nacional (Historia espiritual de tres nombres)", publicado por Losada en 1938.

Y no sólo en el Cono Sur. Amado Alonso señala que en México y en Argentina "se impuso por muchos años el nombre de 'idioma nacional'". Con ello "se esquivaba en el nombre del idioma el de una nación extranjera que en el siglo de las luchas de independencia no era simpático a las jóvenes repúblicas americanas".

"Español", afirma Barcia, "recordaba un país y un gobierno del cual habíamos dependido y del cual nos estábamos independizando; en tanto que 'castellano' era una designación localizada, no asociada a un gobierno político".

Pero, hoy día, "las valoraciones de 'lo español', de negativas connotaciones en la época de la post-independencia, ya no tienen vigor", asegura Matus. "Nos acercamos al así llamado Bicentenario de la Independencia con una actitud radicalmente distinta de la que predominaba en los ambientes decimonónicos".

"Y ahí tenemos nuestro próximo V Congreso Internacional de la Lengua Española para proclamarlo". La cita será en Valparaíso, en marzo de 2010, concluye Matus.
 

© IBLNEWS. New York 2007

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