14 marzo, 2007

Cisma en el seno de la OTAN

INQUIETUD MUNDIAL

El sistema antimisiles ideado por EEUU para frenar un eventual ataque de Irán podría crear una gran crisis en la Alianza, ya que deja sin protección a los miembros del sureste europeo

EFE / LONDRES
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, advirtió el pasado lunes del peligro de que se produzca una división en su seno entre países que estarían cubiertos por el sistema antimisiles proyectado por EEUU y otros miembros que quedarían al descubierto frente a un eventual ataque iraní.

Fuentes de la Alianza aseguran que el programa protegería a casi toda Europa, pero no al sureste del continente, que necesitaría una vía adicional de alcance más corto, debido a su proximidad a la República islámica.

«Cuando se trata de Defensa, no debería haber en la OTAN una primera y una segunda clase. Para mí, el carácter indivisible de la seguridad es el principio rector», declaró de Hoop Sheffer en una entrevista al Financial Times.

En opinión del periódico, esa advertencia abre un nuevo frente en el debate en torno a los planes de Estados Unidos para instalar su sistema antimisiles, dominado por los reparos rusos al proyecto norteamericano de ubicar elementos del mismo en Polonia y la República Checa.

Algunos Gobiernos europeos han expresado reservas a ese proyecto, dado que puede enojar a Moscú, y así la semana pasada, el presidente francés, Jacques Chirac, afirmó que esa iniciativa de George W. Bush amenazaba con reproducir en Europa las tensiones de la Guerra Fría.

Pese a esos reparos, funcionarios de la OTAN señalaron que Washington seguirá adelante con sus planes y que, aunque el sistema está diseñado para proteger a Estados Unidos, muchos países de la Europa occidental y central saldrían beneficiados.

Los funcionarios argumentan que sería factible y viable económicamente ampliar la protección a Estados como Grecia, Turquía o Italia, que estarían expuestos también a un eventual ataque para comienzos del próximo decenio.

Según el secretario general de la OTAN, el programa estadounidense podría complementarse con los planes ya existentes en la Alianza de hacer operativo para el año 2010 un sistema de defensa antimisil destinado a defender a las tropas en el campo de batalla.

«Estamos avanzando en el desarrollo de métodos para proteger a las fuerzas desplegadas en el campo de batalla en lugar de los centros de población y los territorios, y en una fase ulterior podríamos conectar ambos sistemas», explicó De Hoop Scheffer.

Occidente, escéptico. Muchos dirigentes occidentales se muestran escépticos, según el Financial Times, sobre la capacidad de un proyecto como el planeado por Washington para detener un ataque de gran magnitud.

Un informe de 10.000 páginas elaborado por la OTAN el año pasado llegó a la conclusión de que un sistema antimisiles en Europa basado en la propuesta estadounidense sería viable y costaría algo menos de 10.000 millones.

Según fuentes de esa organización, las previstas bases en Polonia y la República Checa pueden reducir aún más los costes, ya que los interceptores que se pretende instalar en el primer país y los equipos de radar destinados al segundo cubrirán casi toda Europa.

El sureste del Viejo Continente estaría a su vez protegido por misiles Patriot y radares instalados a bordo de buques en el mar Egeo.

De Hoop niega que el sistema en cuestión vaya a estar dirigido contra Rusia, ya que los interceptores planeados para Polonia no resistirían un ataque masivo de ese país. Sin embargo, las agencias de inteligencia occidentales creen que Irán puede estar en condiciones de desplegar proyectiles balísticos intercontinentales para el año 2015, con lo que las bases proyectadas para Praga y Varsovia, que estarían operativas para el año 2011, llegarían a tiempo.

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