LA HABANA, 8 mar (IPS) - Si bien no aparece entre los objetivos principales conocidos de la gira que inicia este jueves por cinco países latinoamericanos, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, aprovecharía la ocasión para pedir el respaldo de la región a su política hacia Cuba.
Es que la cuestión de los derechos humanos en América Latina, uno de los asuntos recurrentes en el añejo enfrentamiento con Cuba, forma parte de la agenda de trabajo de Bush, como indicó un funcionario de su gobierno.
Según declaró el mandatario a medios de comunicación latinoamericanos antes de comenzar su viaje, el actual sistema de gobierno cubano "no debe sobrevivir" al presidente Fidel Castro, quien convalece desde fines de julio de una dolencia intestinal que lo obligó a delegar de modo temporal funciones en su hermano Raúl, primer vicepresidente y jefe de los cuerpos armados.
En ese sentido, Bush, quien en un periplo de siete días visitará Brasil, Uruguay, Colombia, Guatemala y México, insistió en que "transición no significa cambiar de una figura a otra, sino (que debe ser) transición de un tipo de gobierno a un tipo diferente de gobierno".
Para observadores, no lució casual la difusión en días previos a su partida del informe sobre la situación en 2006 de los derechos humanos en el mundo, en el cual Cuba figura nuevamente entre los más criticados.
El reporte analiza la situación en 196 países, pero no incluye a Estados Unidos, cuyo actual gobierno es cuestionado fuertemente por sus "prácticas ilegales" en materia de libertades y trato a prisioneros.
Inclusive, el texto reconoce en la introducción del tema que el "propio historial y actuaciones" de la administración Bush para responder "a los ataques terroristas" han sido "puestas en tela de juicio".
''No difundimos estos informes porque creamos que somos perfectos, sino más bien porque sabemos que somos sumamente imperfectos como todos los seres humanos'', se defendió la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, al presentar el texto en Washington.
En tanto, otro funcionario del gobierno de Estados Unidos indicó el miércoles a periodistas en La Habana que los derechos humanos figuran en la agenda latinoamericana de Bush.
Jonathan D. Farrar, secretario de Estado Adjunto en el Buró para la Democracia, los Derechos Humanos y el Trabajo, habló en una videoconferencia organizada por la Sección de Intereses de Washington en Cuba (SINA, por sus siglas en inglés) para presentar el capítulo sobre Cuba del reporte.
Al responder preguntas de la prensa extranjera acreditada en La Habana, Farrar dijo estar seguro de que "el tema de los derechos humanos va a ser un aspecto fundamental en la gira presidencial", aunque no entró en mayores detalles.
A la videoconferencia fueron también invitados numerosos periodistas independientes, en su mayoría vinculados con la disidencia interna, quienes en paralelo a sus preguntas aportaron testimonios sobre la situación en el país caribeño. En el informe se acusa al gobierno encabezado temporalmente por Raúl Castro de seguir "violando virtualmente todos los derechos de sus ciudadanos".
"Aunque durante el año fueron liberados algunos presos como gesto simbólico, hacia fines de año aún quedaban por lo menos 283 presos y detenidos políticos, incluidos 59 de los 75 activistas pro democracia y derechos humanos" encarcelados desde 2003, señala el reporte.
También critica los "actos de repudio" protagonizados por grupos afines al gobierno contra opositores y considera a Cuba un "estado totalitario", con "graves" limitaciones de las libertades de expresión y prensa.
Sobre Venezuela, el otro país latinoamericano más criticado por Washington, alertó que el gobierno de Hugo Chávez siguió "consolidando el poder en la rama ejecutiva", hostigando a la oposición y debilitando la independencia judicial.
El gobierno de Castro no reconoce este tipo de reportes, a la vez que defiende su expediente en materia de derechos humanos, incluidos los sociales y económicos, como uno de los más limpios del mundo.
Esta es la segunda ocasión en que la SINA presenta en La Habana el capítulo dedicado a esta nación de su informe. El pasado año, el jefe de esa Oficina, Michael Parmly, convocó con similar motivo a la prensa extranjera.
El tema de los derechos humanos fue de 1990 hasta 2005 motivo de fuertes enfrentamientos de las autoridades de esta isla caribeña con Estados Unidos y algunos países latinoamericanos en Ginebra, sede de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas, entidad sustituida el año pasado por el Consejo de Derechos Humanos, del cual Cuba forma parte.
Al respecto, Farrar dijo que, aunque su país no integra el Consejo, si participa como "observador" y durante este año continuará trabajando en las sesiones del nuevo órgano de forma "productiva"
La Habana rechazó sistemáticamente todas las mociones de censura aprobadas en la Comisión desde 1990 en adelante, con la única excepción de 1998, cuando Washington presentó un proyecto de censura en solitario que resultó derrotado.
Se estima que los escasos resultados prácticos de esas resoluciones, las presiones sobre países a la hora de votar y la politización de muchos de sus debates contribuyeron al descrédito en que cayó la Comisión, máximo órgano de la ONU a cargo de la protección y defensa de los derechos humanos desde mediados de la década del 40.
Por América Latina, cuatro de los países que visitará Bush pertenecen al Consejo de Derechos Humanos: Brasil, Guatemala, México y Uruguay.
La cuarta sesión del Consejo está prevista desde el 12 de este mes al 6 de abril del 2007 y se supone que a su término los Estados miembros deberán haber alcanzado un acuerdo sobre mecanismos de funcionamiento como el análisis periódico de la situación de los derechos humanos a escala global. (FIN/2007)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario